Owen
Me deje caer en la silla mientras analizaba la nueva información que mi secretaria me hizo llegar por correo, mis ojos estaban cansados de estar observando tanto tiempo la pantalla y tener mi oficina a oscuras no mejoraba las cosas.
Pasaban de las diez de la noche y la mayoría de los cadetes ya deben estar yendo a sus casas, todos excepto yo que no podía dejar de pensar en cierta mujer de cabello castaño, se supone que debo de estar concentrado en los nuevos expedientes, pero lo que pasó anoche por videollamada no deja de darme vueltas en la cabeza, Joder de solo pensar en lo que hicimos se me volvía a poner dura.
— ¿Owen?
Aparté la vista de la pantalla y Hannah abrió la puerta.
— ¿Qué haces todavía aquí? deberías estar en casa, ya todos se fueron.
—Me quedaré un poco más.
Ella entró y se acercó para dejarse caer en una de las dos sillas que tenía frente al escritorio.
—El hecho de que Tamara no esté aquí no significa que no tengas que ir a casa.
—No lo hago por eso.
—Ajá. —dijo recargándose en el respaldo de la silla y cruzándose de brazos.
Era claro que no iba a creerme y yo no estaba de humor para desgastarme y hacerle ver lo contrario.
—Te conozco. —dice con seriedad. —deja esa cara larga y vamos a tomar unas copas.
Su invitación me hizo levantar las cejas.
— ¿Alguna razón en especial por la que quieras beber?
—Mmm... no.
Cerré el portátil y la miré fijamente, sus ojos verdes se desviaron a la pared. Evita el contacto visual.
— ¿Vas a confesar o esperas que me quede aquí toda la noche?
Se encoge de hombros.
—Ibas a quedarte de todos modos.
Suelto una carcajada que la obliga a mirarme con irritación.
—Solo dime si estás dispuesto a beber. —me señala con su dedo índice. —Pero sin hacer preguntas.
—De acuerdo. —digo levantándome y tomando el saco que tenía sobre el escritorio. —Solo porque necesito unos tragos.
Salimos del edificio y me di cuenta que nuestros autos eran los únicos que se encontraban en el estacionamiento, normalmente no les prestaba atención a estas cosas, pero creo que si no fuera porque Hannah interrumpió en mi oficina tal vez me hubiera quedado a dormir allí.
Cada uno se subió a su respectivo vehículo y condujimos a un bar al que solía ir con frecuencia después de que Tamara se unió a la academia de policías. Era algo así como mi refugio y una buena excusa para regresar.
—Hogar, dulce hogar. —sonrió la rubia al colocarse a mi lado.
Juntos nos adentramos al bar y el olor del tabaco me llegó de golpe incluso antes de que entrara por completo al lugar, Hannah pareció no importarle porque camino directamente a la barra.
—Dos cervezas. —le pidió a Dexter, el barman.
—Y bien... —dije sentándome en el taburete a su lado. —Ya vas a decirme porque tienen muchas ganas beber tu peso en alcohol.
Sus ojos verdes fueron como dagas cuando se enfocaron en mí.
—Dijimos que sin preguntas.
—Tú lo dijiste. —le corregí.
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Más Letal. (+21)
RomansaSegundo libro de la bilogía (PELIGRO) ¿Qué sucede cuando descubres que tu relación se ha basado en una mentira? Tamara descubrió la verdadera identidad de Owen, es un agente del FBI que ha estado vigilándola a ella y a su familia por mucho tiempo...