No me vas a lastimar.

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Era la hora de despertar, pero no tenía ganas y ya tenia predispuesto desde ayer faltar hoy a mi estúpida escuela, y ¿se preguntarán porque? Y es porque se que el estará allí, ese desgraciado de ojos azules que se atrevió a romper mi corazón y lo peor es que fue con mi mejor amiga, pero la verdad no me sorprende de ella, pero yo confiaba en el hasta que lo fui a buscar ayer después de clases.

*flashback*

Estaba ansiosa por ir con Marco así que apenas salí de clases corrí al estacionamiento de la escuela donde él me esperaba con sus amigos, ya que él es dos años mayor que yo y está en la universidad y viene a buscarme después de clases, y cuando llegue no estaba preparada para lo que estaba viendo, era Mónica abrazada del cuello de mi "novio" besándolo y di unos cuantos pasos asegurándome que fuese cierto y mi visión no me fallaba, y él me vio y la empujo, yo solo me di la vuelta para no verlos, no quería verlos nunca, pero un brazo me detuvo y era el de Marco.

-Delia por favor te lo puedo explicar- me voltee y con los ojos llorosos no quería mirarlo, levante mi mano y la dirigí en su mejilla con toda la fuerza que logre tener en mis delicadas manos, y salí corriendo de su alcance, estaba decidida a jamás verlo ni a esa puta jamás, me traicionaron.

*fin del flashback*

Mi madre llego tan dulce como todas las mañanas.
-Levántate pedazo de mierda que es tarde-¿se notó mi sarcasmo?
-No iré hoy, me siento muy mal enserio-creo que entendió porque no me volvió a molestar y se fue de la casa y solo dijo -te deje la comida en la cocina, caliéntala si tienes hambre, regreso a las cinco a ver como estas- yo creo que me tuvo compasión esta vez o está de buen humor así que me limite a cerrar mis ojos de nuevo y me deje llevar por el sueño.

Me desperté con unas ganas de estar muerta de verdad había dormido de mas y mi cuerpo lo sabia, como la saliva que colgaba de la parte izquierda de mi labio inferior, me limpie la saliva de mi cara con toda la gracia que podía existir, usando la manga de mi pijama y si, así de refinada soy, dirigí mi vista a mi lindo reloj que estaba a la derecha de mi cama en una mesita de noche.

-No puede ser...- obviamente dormí de mas porque eran las 3:24 de la tarde y mi estómago pedía a gritos alimento.

Baje a la cocina y busqué la comida que mi madre tiernamente me preparo para que no muriese de hambre, era sopa de pollo, no se confundan yo amo la sopa más que otra cosa pero esto no calmaría a la bestia de mi estómago, la calenté y fui a la sala, prendí la tv y puse Disney, tengo 17 años y veo Disney ¿y saben? Me encanta, termine de comer y me di cuenta de algo obvio, necesito mas, así que con mi metro y medio de estatura me arriesgue a tales alturas de las cuales llamamos "los estantes de arriba" donde mi madre esconde las golosinas que obviamente si estuviesen en la parte baja ya no existirían, use un banquillo de la barra y lo puse para poder subirme a él y allí las encontré, la bolsa de papitas más perfecta del mundo y fui tan feliz cuando la tuve en mis manos,las tome y puse el banquillo en su lugar y volví a sentarme en frente de la tv y allí me quede comiendo mi pedacito de cielo, y pasando los canales vi una película; estaba tan concentrada que no escuche el sonido de la puerta principal.

-¿Delia ya te sientes mejor?- la mire con raro hasta que recordé mi mentira de la tarde.

-Si Marina me siento de maravilla, solo tenía que dormir un poco- me miro con enojo porque odia que me dirija a ella con su nombre, pero la verdad lo hago para molestarla un poco.

-Quería decirte algo importante, así que saldremos mas tarde a  comer algo ¿te parece bien?- solo le dije que si con la cabeza.

Subí y estuve dando unas cuantas vueltas por mi cuarto antes de arreglarme, era algo vaga si se trataba de salir de la casa y me podía entretener con cualquier cosa; allí estaba mi perfecta distracción, encima de mesa de noche, una foto de mi papa y yo... juntos, como se suponía que debía ser la vida, pero no... no siempre las cosas son como tu quieres, ni la vida toma el rumbo que piensas 

*flashback*

Era un día cualquiera y mi papa me dijo que después del trabajo iríamos a la feria, y así fue me recogió de clases.

-¿Lista princesa?- y le respondí con una sonrisa, pusimos la radio y cantábamos los dos juntos tan felices y sonrientes, el de verdad alegraba mi vida por completo y para una niña de 12 años su papá lo era todo, pero ese día iban a cambiar las cosas. Fuimos a la feria y nos divertimos, mi padre se subió a muchos juegos conmigo y gano para mí un lindo peluche de tortuga, salimos de allí y yo comiéndome un algodón de azúcar que el compró para mi, con él en mano me subí al auto y en el camino ya me lo había acabado y abrazaba a mi linda tortuga que era tan grande como mi pecho, y mire por la ventana para fijarme que oscureció muy rápido, más de lo que esperaba la música de la radio seguía sonando mientras pasábamos por una avenida donde de repente sentí unos brazos muy fuertes sosteniéndome, era mi padre que insistentemente me dejaba debajo de él y allí acurrucada entre sus brazos y su pecho sentí un impacto al instante que él me abrazo, me desmaye para luego despertarme en una habitación blanca y con luces que podrían cegar a cualquiera y pude ver a una mujer con la cabeza gacha y sus manos posadas en sus ojos, obviamente lloraba hasta que esa mujer se percato de mi y levanto su rostro y era mi madre, cualquiera que no la conociera como yo diría que estaba irreconocible, su cara roja y hinchada, totalmente demacrada y se levanto mirándome como si no creyera que estuviese allí viéndola, pero tomo una bocanada de aire y sonrió, de verdad se veía feliz de verme y camino hacia mi abrazándome y me di cuenta de donde estaba y el porqué estaba allí.

-¿Dónde esta papá?- ella me miro con ojos tristes y me dijo muy paciente para que pudiese calcularlo bien: -El se ha ido-  se quedo conmigo abrazándome mientras no podía dejar de llorar, no entendía como en un momento estábamos bromeando a esto.

Cuando los días pasaron me explicaron como había sucedido todo, un accidente... hubo un choque, fue un camión que había estaba siendo conducido por quien lo haba robado, tratando de escapar paso todo esto ¿porque las personas tiene que pagar por las malas decisiones de los demás? creo que nadie tenia respuesta para eso; sufrí tanto al saber que todo mi mundo se había derrumbado...que mi rey había caído.

*fin del flashback*

Y nos fuimos de camino al lindo restaurante familiar, una chica con sonrisa agradable y un montón de pecas en su rostro decir nos indico nuestra mesa, y nos dio el menú, mi madre pidió una pizza pequeña y yo una hamburguesa con papas fritas, claro, entre las dos siempre comíamos de ambas cosas, mi madre y yo compartíamos todo.

Nos trajeron la cena y fue muy bien, la pizza y la hamburguesa se veían y sabían de maravilla, amo momentos asi en donde puedo compartir y hablar con ella.

-Van a haber cambios mi niña, y me preocupa que no los tomes bien...- y a este punto quería llegar desde la tarde en que menciono "la noticia".

-Que inteligente eres al hacerlo en público para que no enloquezca- le dije sonriente sabiendo que lo siguiente que pasaría la tercera guerra mundial.

 -Cariño nos tendremos que mudar pero no muy lejos de aquí, aunque si tendrás que cambiarte de escuela ya que viviremos en otro estado- me paralicé por un segundo porque mi deseo de irme de aquí se haría realidad -En mi trabajo me han transferido a un puesto mas alto y aquí no me necesitaran- nosotras vivimos en un estado pequeño y me alegraría irme de aquí tal vez eso me haga olvidar las recientes malas experiencias-¿y que dices cariño?- obvio estaba sorprendida pero no dudaba de que esa sería la mejor idea del mundo .

-Creo que una nueva vida no nos vendría mal- y ella sonrió sabiendo que eso significaba un si de mi parte. Terminamos la cena, y de camino a casa ella me dio los detalles, en donde uno crucial era que en una semana debíamos irnos, no hubo objeción ya que entre más rápido salga de aquí mejor. Llegamos a casa y me desvestí, me puse mi pijama, entre en mi hermosa cama y me deje llevar por el sueño que me abrazaba. 

Estaba tan feliz de que por fin tendría una nueva vida y todo sería diferente, esta vez nadie me lastimaría, no dejaría que me hagan daño de nuevo, seré una nueva Delia, más fuerte y más valiente porque esta vez no querida vida, esta vez no me vas a lastimar.

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Esta es mi primera novela, de verdad espero que les guste.

No me vas a lastimar (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora