No me vas a lastimar (PAUSADA)

Cap. #5 Amigos.

Llevaba varios días hablando con Evan de vez en cuando y se podría decir que éramos algo así como amigos y digo algo así porque hace días fue que acepte conocerlo, no era mal chico ni tampoco un patán, más bien era inteligente y muy gracioso si quitamos lo pedante y un poco ególatra, pero como no serlo con una cara y un físico así, pero no es solo el, también Sam se había hecho algo así como una amiga y hasta salimos a comer, me confesó que le gustaba el amigo de Evan, fue ese el chico que tropezó con el haciendo que me derramara su bebida, se llama Leo pero según me había dicho ella jamás le había hablado.

Ahora mismo estamos ella y yo en la  cafetería de la escuela mientras disfrutamos de nuestra comida de escuela que si notaron mi sarcasmo les puedo decir que es una total bazofia y no estoy siendo dramática porque creo que un tiempo en el microondas y mientras está expuesta a esa radiación mi puré amorfo de papa podrá cobrar vida, bueno, eso sí es exagerar.

-¿Delia?- la voz de mi nueva a miga capta mi atención.

-¿Qué? Disculpa, no te escuchaba- me mira con diversión y no se a que viene eso.

-no te decía nada tonta, pero si tengo una pregunta- ahora soy yo quien la mira con diversión ¿desde cuándo se interesa ella en mi vida? Porque en estos últimos días ha respetado mi espacio, la verdad no se qué cambio.

¿Confianza acaso?

-Está bien, pregunta- dije curiosa y preparada a su pregunta.

-te he visto hablar con Evan y bueno ¿Qué pasa con él?- me sorprendió porque la verdad ni yo lo sabía, solo llevaba unos cuantos días aquí y siendo sincera de vez en cuando recuerdo a Marco pero al hablar con Evan podía olvidar, no es que lo use para olvidarlo pero sus chistes, esa arrogancia lo hacía muy divertido y disfrutaba estar con él, como esos momentos de alegría en donde olvidas toda la pena, era algo así como quien dice "el es mi verano en cualquier estación" y me gustaba eso.

-Solo es mi amigo- con todo lo que pasaba eso era el único que pude decir y ella m e miraba extraña.

-No solo que es algo raro- ¿qué tendría de raro?

-¿raro?.

-Es que Evan no es de hablar mucho con las chicas- ¿un amigo gay? Sería interesante aunque me niego a verlo de otra forma, y dudo que con esa actitud lo sea, aunque... la forma en que me hablaba Sam de Evan era algo extraña.

-¿es gay?- ella abrió los ojos y en su cara se formo una sonrisa.

-¿estás loca? Siendo el ser gay seria pecado, solo que es muy perfecto como para estar con las chicas de aquí, o solo creo que no ha encontrado a nadie con cerebro quizá- ella me comentaba entre risa y no quise decir más, pero en un momento a otro sentí un cuerpo inmutarse a mi lado y vi una bandeja acercarse a mi campo visor sostenida por unas fuertes manos que logre reconocer fácilmente.

-¿hablando de mí?- la cara de Sam se volvió una mueca indescifrable cuando Evan se sentó a mi lado y no solo por el sino también por su amigo de tras de él.

-hola chicas- dijo Leo y era divertido ver el rubor de Sam esparcirse en su cara como pintura, no la culpo porque Leo era evidentemente guapo, su morena piel y esos ojos grises lo podían hacer irresistible además que su aspecto fuerte y su sonrisa tierna eran para morir pero Sam era no de esas chicas tímidas y eso era algo raro viniendo de su parte.

-Ehh... ¿que hacen aquí?- los mire extrañada y Evan volteo mostrándome su gran sonrisa.

-Tu dijiste que éramos amigos así que aquí estoy- si dije eso pero no significa que esta conmigo a cada rato.

-¿eso significa que me seguirás?- el reía y cuando vi a Sam por el rabillo del ojo y que Leo estaba a su lado esta no bajaba la vista de su comida, pobre estaba muriendo allí.