Cap.#3 La llegada

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Miraba el camino con intriga y me sentía en esa sensación de cuando se te revuelve el estómago y sientes que vas a vomitar pero jamás llega el vomito,  pues eso sentía ahora, y no era nada lindo la verdad.

-¡Delia llegamos!- y allí fue cuando me voltee a ver la ventanilla del lado de mi madre y la verdad casi me desmayo, era la casa más hermosa que había visto pero sí que era muy linda, de dos plantas y un lindo balcón que tenía dos puertas de cristal a cada lado.

Una casa blanca con lindos pilares al lado de la puerta gigante de madera, con un hermoso jardín y ventanas grandes me estaba esperando, y no es que seamos pobres, mi antigua casa era hermosa pero nada que ver con esto.

-¿De verdad esta casa es nuestra?- dije confundida y estupefacta.

-No te traje aquí para que acampemos en el jardín, si dices estupideces- dijo sarcástica, mi madre abrió el estacionamiento de la casa, justo cuando aparco el auto salí disparada pero para mi mala suerte mama tenía las llaves, llego y abrió las bellas puertas de madera y la casa le hacía justicia a su fachada, escaleras grandes y el piso de madera,  se veía hermosa y ni siquiera tenía nuestras cosas.

Mientras entraban los de la mudanza bajando cajas y ayudando a acomodar yo me dispuse a explorar mi nuevo hogar, subí las escaleras que llevaban a una segunda planta donde se encontraban dos puertas, entre a la primera y era una habitación que llevaba al balcón y la puerta era de vidrio, salí y la segunda era exactamente igual, ambas con baños y bueno, esta casa era perfecta para dos mujeres solas.

Los de la mudanza dejaron las cosas para marcharse, la verdad es que eran casi las tres de la tarde y todos debían irse a sus casas,para nuestra suerte ellos habían dejado las cosas en el lugar que correspondía, solo faltaba acomodarlas claro, yo fui a mi linda habitación desordenada, y puse mis fundas en la cama para dormir, mañana tendría que desempacar.

Cajas, cajas y más cajas, que feliz soy.

el dia paso normal, acomodando todo y luego de la cena fui a dormir

A la mañana siguiente me desperté sola sin los gritos de mi madre, divise todo mi desastre en mi cuarto, el único lugar que ayer no toque con mi madre para acomodar y tenía dos opciones, una seria acomodar todas mis cosas o vivir en la inmundicia. Decidí acomodar pero después de hacer mi rutina mañanera y desayunar, hice todo y baje a la cocina donde estaban las cajas llenas de la comida, saque una caja de galletas integrales con mermelada de fresa y avenas tome un paquete y comí, si eso contaba como desayuno no lo sé, pero calmo mi hambre y agradecí a Dios que mi apetito en las mañanas no es tan voraz como siempre, me encamine a mi linda habitación del pánico y empecé a acomodar todas mis pertenencias.

Dos horas después o así sentí el tiempo había terminado y debo decir que mi habitación esta hermosa, tome un baño en la bella tina que me proporcionaba este y me cambie, ya que estaba algo agotada, me tire en mi cama para notar que en una esquina quedaba una caja, la abrí y eran mis cosas personales, saque mi tortuguita y la camisa de mi papá, con algunas otras cosas más y todo lo que me dio el patán lo deje en la caja, la selle con cinta y la metí debajo de mi cama con una etiqueta mental.

Cosas que quemar después.

Puse la tortuga en mi cama y la camisa de mi padre doblada en una de mis gavetas, y recordé, en mis pantalones de ayer estaba la foto, esa foto en donde estaba con mi papá, busque en mi cesta de ropa los pantalones que use ayer, saque mi foto y la metí en el bolsillo de la camisa de papa, ahora sí, mi mundo estaba en orden, espero que me dure el gusto. Busque a mi madre en su habitación y estaba terminando de acomodar todas sus cosas

-Por fin te veo hoy, sabes... olvide decirte algo, mañana es tu primer día de clases, ¿que te parece?- y quede atónita, no era justo, No ahora que estoy tan tranquila, esta mujer viene a arruinarme la diversión que me da mi amiga soledad

No me vas a lastimar (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora