Neverending story «MinSung»

Capítulo 2: Una vida no deseada

Desde que se había presentado como omega a sus cortos nueve años no había presentado un celo tan fuerte como el de esos momentos, lágrimas recorrían sus mejillas sin ser capaces de detenerlas, su vientre dolía y su lobo pedía a gritos que algo o alguien le ayudara a calmarse. Se había escondido en el cuarto de los gemelos apenas despertó en la mañana acurrucándose entre sus ropas y el aroma fuerte que ellos desprendían, ahí se sentía seguro solo porque su omega los reconocía como parte de su manada no de alguna forma amorosa o sexual.

Sus hermanos tampoco tenían la menor idea de qué sucedía con él, estaban en medio de una importante reunión de negocios con la compañía Lee cuando la llamada de su hermano menor los hizo correr de regreso a casa, ambos podían ser bastante estrictos con Jisung, a veces lo regañaban pero no dudaba en ayudarlo cuando este pedía a gritos estar con ellos.

—Mamá ¿Dónde están las pastillas de Sung?— la voz de HyunWoo hizo a la mujer levantar la mirada de la mesa de mármol dónde parecía estar leyendo alguna revista, eso hizo gruñir al alfa del chico que esperaba que su madre estuviera un poco más angustiada por su hijo menor.

—Él debe aprender a lidiar con sus celos, es lo que un omega hace, no necesita de esas pastillas— la simpleza en su voz era algo que todos sus hijos estaban acostumbrados a escuchar, Han Jisoo era reservada con sus emociones y sentimientos creyendo que todo se solucionaría como lo hacían años atrás. 

—Tu hijo está sufriendo, ni DoHyun ni yo podemos calmarlo, necesita esas pastillas.

—Si fuera un buen omega no las necesitaría, estaría pasando su celo con un alfa y no enredado entre las prendas de sus hermanos mayores y ya no quiero hablar del tema.

El mayor de los gemelos chasqueo la lengua antes de buscar entre los documentos de su teléfono el tipo de pastilla que su hermano usaba para poderlas comprar, hasta la sala lograba sentirse el aroma dulce que su hermano traía, pero también se sentía el dolor y el miedo, pues eso nunca había sucedido, su hermano si tenía dolor en sus épocas de calor, uno que se bajaba con estar entre las prendas de las personas en las que más confiaba, una que otra vez necesito una pastilla, pero ahora verlo retorcerse en la cama que le pertenecía le partía el alma.

Jisung era su pequeño hermano, lo amaba y no permitiría que sufriera ni un poco más con ese celo.

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El peliazul estaba envuelto entre las mantas de sus mayores, tener a uno de sus hermanos allí lograba calmar un poco a su omega y aunque podía ver la mueca en los labios de DoHyun igual lo dejó que se abrazara a él y que escondiera su nariz en la curvatura de su cuello dónde sus feromonas de alfa eran más fuertes.

—DoHyun hyung— susurra separándose apenas un poco como para poder ver el rostro de suhermano que se hallaba perdido en la pantalla de su teléfono, por lo que supo los había sacado de una reunión importante una que tal vez pudiera sacar la empresa que construyeron al mercado nacional.

Se sintió mal pero eso no le importaba al pequeño omega que se quejaba en su interior.

—Ya HyunWoo vendrá con tu medicamento, espera un poco— asintió volviendo a la posición en la que estaba dos minutos atrás, con el fuerte aroma inundando su espacio.

No sabía que se había quedado dormido hasta que sintió una mano en su cabello que lo hizo esoabilar e ir por un poco más de aquellas caricias que se alejaron a los pocos segundos. Gruñó bajo abriendo sus ojos de a poco encontrándose con el rostro de HyunWoo ¿Cómo lo reconoce?

  Solamente HyunWoo lo miraba de aquella manera.

—Bebela Sung, te sentirás mejor en poco tiempo— y ronroneó al sentir el extraño aroma en la chaqueta del mayor pero no pudo seguir sintiendo el rico aroma cuando una pastilla se posa en sus labios, los abre lentamente introduciendo el medicamento y después un poco de agua para pasarlo.