Cero interés | BajiEmma

Capítulo 1

Cero interés.
BajiEmma.
Semi-AU + OoC.

N/A: Shortfic de capítulos cortos (así suelo trabajar) BajiEmma situado en un AU donde Baji sobrevive al Bloody Halloween y Kazutora no fue arrestado.

¡! Contiene spoilers del manga, actualizaciones lentas.

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Emma mantiene su mirada fija en el tatuaje de tigre. El chico frente a ella tiene la mirada más triste que había visto en ese hospital y sin embargo todavía es capaz de esbozar una pequeña sonrisa ante ella.

—¿Vienes a ver a Baji?

—Sí —ella baja la mirada hasta la pequeña caja entre sus manos envuelta en una manta, traía algo de fruta picada para el chico sabiendo que, probablemente ni siquiera lo comería.

—¿Eres amiga de Baji?

¿Qué era aquello? ¿Algún interrogatorio? Emma no pudo evitar separar sus labios en busca de responde pero no sabía si su respuesta de que conocía a Baji desde niña contaba como un sí.

Baji no era su amigo. Era el amigo de Mikey. Así como Draken no era su amigo, era el amigo de Mikey. A pesar de que se mantenía en buenos términos con ambos y en el caso de Baji jugaron juntos hasta en un arenero años atrás Emma no podía considerar que Baji Keisuke era su amigo.

Porque si fuera su amigo, podía confiar en él y viceversa. Y la verdad era que no lo hacían, no de la manera en que ella querría. Baji era tan solo el amigo de su hermano y todos a los que conocía en la Tokyo Manji eran algo de Mikey.

Toda su vida de alguna manera giraba entorno a Mikey.

—¿Dije algo malo?

—Para nada. Baji es amigo de mi hermano —ella suspira derrotada ante sus pensamientos. Pero no podía seguir plantada allí frente a él, aunque deseaba recordar porqué el chico le parecía familiar aquello no era el objetivo de su visita.— ¿No vas a entrar?

—Ah... no, no. —El chico desvió la mirada nervioso— No estoy listo, aún.

—¿De acuerdo...? —no tiene ni idea de a qué venía aquello. Emma rodeó al chico tigre y después de tocar la puerta de la habitación, entró.

Cuando Emma entró a la habitación lo primero que hizo fue observar las cortinas que se elevaban ante la suave brisa que entraba por la ventana. Aquello le hizo recordar cuando Draken estuvo en el hospital y ella venía a visitarlo constantemente para cuidar de él a pesar de que le decía cada vez que no era necesario.

Su mirada dorada se movió por la habitación y se detuvo en Baji, él estaba durmiendo con una suave expresión en su rostro. Su pecho subía y bajaba, a lo mejor estaba demasiado cansado de tanto chequeo médico que por fin había logrado conciliar el sueño.

Emma se acercó y dejó la fruta picada sobre una mesita que se encontraba a su lado. Ella se sentó en una de las sillas y dirigió su mirada hacia la ventana.

Se preguntó porqué todos los chicos que conocía sin excepción alguna eran unos estúpidos. Baji, Peh-yan, Takemichi, Draken y por supuesto, en la cima de ellos con una corona de oro con diamantes incrustados que resplandecía sin parar estaba el rey de todos esos idiotas; Mikey.