SEGUNDO ACTO: Amor a primera vista

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Cuando el partido comenzó se sintió aliviado, al fin tendría que concentrarse en algo y podría dejar de pensar en Hinata.

Gracias a la adrenalina del momento, al apoyo de su equipo y a sus animadores es que pudo cenar toda su atención en el partido y no cometió ningún error. Ese día estaba especialmente sincronizado con Atsumu y todas sus colocaciones fueron un éxito.

Pero a pesar de todo su esfuerzo y dedicación no lograron clasificar, Inarizaki había sido derrotada por la preparatoria Karasuno.

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Cuando el árbitro indicó que el partido había finalizado ninguno de sus compañeros salió de la cancha, todos seguían en shock y sólo reaccionaron al oír los gritos de celebración provenientes del equipo naranja.

Las emociones de Osamu eran contradictorias; se sentía decaído al haber perdido, pero tambien estaba emocionado.
Si, estaba emocionado de haberse enfrentado a un gran equipo rival, pero sobretodo, estaba feliz al ver la gran sonrisa que tenía Shoyo en su rostro. Aquel joven gritaba de alegría y saltaba con tanta energía, Osamu recordó a esos viejos juguetes de cuerda que nunca paraban y sólo sonrió ante la idea de que Hinata era exactamente como uno de esos.

Nuevamente se dio cuenta de sus acciones involuntarias, acaba de terminar el juego y su atención se centraba en el menor, eso no era normal.

El peligris no era ningún idiota, sabía que su comportamiento se debía a que tenía cierto interés en aquella persona. Pero como cualquier adolescente irresponsable, decidió dejarlo pasar hasta que el tiempo le dijera que hacer.

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Cómo era costumbre, los equipos se alinearon para agradecer el juego y despedirse. Osamu estaba pensando en las palabras exactas para decir, pero antes de que pudiera hablar su hermano se adelantó.

–¡Shoyo-kun!-Lo señaló firmemente y con una mirada seria.

–¿Si?-Podía notar lo confundido que se encontraba el menor.

–¡Algún día colocaré para ti! -Gritó con fuerza y sin vergüenza de nada.

Osamu se sintió extraño al escuchar esas palabras provenientes de su hermano, había dos razones en específico. La primera es que Atsumu rara vez reconocía el talento de alguien y al parecer Shoyo había sido una excepción, pero la segunda razón era la que más le preocupaba. Cuando su gemelo dijo aquella frase tenía un brillo especial en su mirada, pareciera como si estuviera admirando una obra de arte.

¿Cómo lo sabía? Conocía muy bien a su otra mitad, y sobretodo, estaba seguro que él había puesto la misma expresión cuando vio a Shoyo.

–No seas idiota, ya tenemos que irnos.-Le dijo a su hermano mayor mientras lo jalaba del cuello de la camisa.

Echó un rápido vistazo a la expresión de Hinata y se alivió al ver que se encontraba sonriendo.

–¡Estaré esperándolo, Miya-san!-Finalmente el de mirada marrón había lanzado su respuesta.

Pudo notar que al escuchar aquellas palabras el estado de ánimo de su hermano se elevó.

–¿Escuchaste Samu? ¡El dijo que me esperara! -Ahí estaba de nuevo, esa actitud tan alegre que rozaba el punto de lo infantil. Siempre compartían sus alegrías, pero en este momento no se sentía con la capacidad de hacerlo y algo en su pecho le llenaba de dolor.

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Después del juego y de una triste charla con su capitán, los hermanos ya se encontraban en su hogar tomando un descanso.

Los gemelos Miya compartían habitación, así que pasaban la mayor parte del tiempo juntos y hablaban de cualquier cosa que tuvieran en mente.

–Samu...-Susurró el rubio mientras miraba su celular.

–¿Qué quieres?-Se encontraba acostado en su cama, estaba cansado y lo que menos quería era hablar de tonterías con su hermano.

–¿Qué piensas del número 10 de Karasuno? ¿Qué opinas de Shoyo-kun? -El cansancio se le esfumó cuando escucho esas preguntas.

–Creo que es alguien con grandes capacidades y reflejos, salta muy alto y es veloz, es un rival digno.-Contestó recordando el partido y con esa emoción persistente.

–Samu, no me refería a eso.-Soltó un suspiro de frustración.-Quiero decir, ¿cómo crees que sea Shoyo cómo persona? 

–Creo que es una persona muy amable, llena de energía y optimista, es capaz de hacerte olvidar tus preocupaciones y el tiempo transcurre muy rápido a su lado.-Su voz adquiría un tono más suave y dulce con cada frase que utilizaba.- Logra hacerte sentir cosas desconocidas y es muy fácil llevarse con él, siempre tiene algo de que conversar, así que jamás te podrías aburrír. Su cabello párese tan esponjoso que dan ganas de acariciarlo y sus mejillas se ven tan suaves que quieres tocarla, pero sobretodo quieres protegerlo...

–Samu...-Atsumu lo había interrumpido de su monólogo.

–B-bueno, eso es lo que creo que inspira.- Acababa de percatarse de todas las cosas ridículas que había dicho.

–¡Se nota que somos gemelos! ¡Yo opino lo mismo de Shoyo-kun!-Atsumu se levantó de su cama con entusiasmo.- ¡Creo que Shoyo es increíble tanto como jugador como persona!

Osamu iba a simplemente asentir, pero una advertencia sonó en su cabeza. –¿Por qué tienes interés en mí opinión?-Tenía un mal presentimiento.

–Ya sabes... C-cuando me gusta alguien soy más idiota de lo normal y necesito consejos.-Estaba un poco avergonzado de decirlo tan directo.

–Eso significa que...-Lo sabía, todo estaba jodido desde el inicio.

–Si... Me gusta Hinata Shoyo.- Le acababa de confesar lo que tanto miedo había tenido de escuchar.

–Pero lo acabas de conocer hoy, ¿cómo puedes haberte enamorado?.-Esta frase no era especialmente dirigida para Atsumu, sino para él.

–¡Fue amor a primera vista! -Replicó el mayor con velocidad.- ¡Tu nunca lo entenderías! -Dijo esto mientras le sacaba la lengua en señal de molestia.

Osamu lo entendía, lo entendía tan perfectamente que dolía.

Él también había tenido un amor a primera vista y lo que es peor, del mismo chico que su hermano.

–Tienes razón, no lo entiendo.-Contestó con una sonrisa forzada mientras un dolor agudo se generaba en su pecho.

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SEGUNDO ACTO: Miya Osamu finge que nunca tuvo un amor a primera vista.

Mentiras; palabras tan dolorosas cuando ya conoces las verdad.

Décimo actoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora