A través de la pantalla, Manjirou Sano se veía a sí mismo gracias a la webcam que había sobre su ordenador, lugar donde hacía sus streams.
Justo en aquel momento el cenizo acababa de comenzar un directo, saludando a sus fans amablemente y con una sonrisa amplia contagiosa. En pantalla, la personalidad de aquel chico era muy dulce, y no era muy diferente a la qué tenía en su vida personal. Por las venas del Sano, había talento para hacer reír a los demás, y aquello lo descubrió la vez en la que se le ocurrió comenzar a emitir. Aunque al principio le costó crecer, después de los años aquello se acabó convirtiendo en su trabajo, y para que negarlo, lo amaba.
Aún siendo que había pasado malos momentos, llenos de polémicas, malos entendidos o cuando simplemente quiso mostrarse a sí mismo, él siempre siguió adelante a pesar de todos aquellos obstáculos.
Cuando salió del clóset con sus seguidores y dijo que estaba casado con un hombre, el odio no se hizo esperar. La mayoría en su chat le echaban comentarios homofóbicos, pero según Mikey, de todo se sale menos de la muerte, y al final logró no ser afectado por aquellos comentarios, y en su comunidad se acabaron quedando la gente que sí lo respetaba y quería a pesar de su orientación sexual, y no ser lo "socialmente correcto".
Había veces donde incluso, la pareja del Sano, Takemichi Hanagaki, participaba en el directo junto a su chico, o sencillamente aparecía para darle algo a su pareja, ya fuera una taza de café o un vaso de agua, no podía faltar que aquel rubio le diera a su pareja algo, aparte de que era una excusa para ver a su lindo chico de ojos oscuros, y sabía que a Manjirou no le molestaba que interrumpiera en su trabajo.
Cada vez que el novio del cenizo aparecía en pantalla, el chat se llenaba de mensajes positivos, diciendo que querían una pareja como ellos o sino no querían nada, entre otros comentarios. Aquello siempre hacía sentir bien a ambos. Aún siendo que habían aún comentarios negativos, Manjirou era un Streamer famoso, tenía moderadores que baneaban a las personas que faltaban al respeto a alguien, ya fuera a él, a su chico, o a algún fan o modelador del chat.
El Sano era feliz con su vida. ¿Cómo no ser feliz si tenía la vida que muchos quisieran tener, con su pareja perfecta y de ensueño? Tenía un trabajo que amaba, un hermoso esposo que adoraba y lo amaba, al igual que él también lo amaba, y también tenía bastante dinero. En la vida de Manjirou no faltaba nada, y le ponía alegre ver como su chico podía tener todo lo que quisiera, ya que con la paga de los dos, tenían de todo.
O al menos así fue hasta que despidieron a Takemichi del trabajo, a lo que en principio no supo en qué trabajaría ahora, así que como tenía más tiempo pasaba más rato en los directos de su chico. Y así, como si fuera hecho por arte de magia, una pregunta enviada por los bits les dio una gran idea a la pareja.
¿Por qué Takemichi no se hace streamer? ¡Tiene mucha carisma, yo lo vería todos los días!
Mientras el Sano dudaba, los ojos del Hanagaki se convirtieron literalmente en estrellas y brillantitos. La mayoría en aquel chat no paraban de decir lo buena idea que era, pero el cenizo aún tenía muchísimas dudas, al fin y al cabo, al contrario que él, su chico era muy sensible a los comentarios ajenos, y temía que aquel mundo le pudiera afectar demasiado a su estabilidad emocional.
— ¡Es una gran idea! — Exclamó alegremente el rubio, mirando a su pareja ilusionado, ¡ le había parecido una idea fantástica! Siempre había admirado el trabajo de su chico, y la oportunidad de poder ayudarlo de forma más cercana le hacía feliz.
En cambio, al cenizo no se le había hecho muy buena idea, al contrario, ¡era malísima! No obstante, al ver aquella sonrisa el Sano no podía decirle delante de miles de personas que no, por lo que le dijo a su chat que volverían en unos minutos. Después apagó la cámara, el micrófono, y miró seriamente a su pareja.
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Streamer! - TakeMikey
Fiksi PenggemarDonde Mikey stremea y Takemichi es su lindo novio que le ayuda. ๛┆ Historia 100% escrita por mí (los personaje no son míos). No se acepta ningún tipo de adaptación.