Mantén tu corazón ardiendo

Capitulo 5

Saliendo del bosque, se podía al joven cazador aun cargando a la bebe en brazos. El sol aún no se había ocultado pero si tenía que adivinar diría que faltan 25 minutos. Pero no le interesaba, estaba bastante concentrado en la bebe que seguía divirtiéndose por pequeñas cosas y dejaba salir pequeñas risas de alegría.

Hiroki: cómo es que alguien puede ser tan malo como para comerse a una niña tan linda.

Pensó Hiroki mientras veía a la niña mover sus brazos de un lado al otro.

Levanto la vista al sentir el suelo diferente. Ya no estaba en el bosque, ya estaba entrando al pueblo, por eso ya no sintió el pasto bajo sus pies si no que la tierra de las calles.

Hiroki: ya casi llegamos pequeñas.

Hiroki seguía hablando con la niña aun sabiendo que esta no lo entendía, pero se sentía bien.

Después de un rato de caminar por las calles, finalmente llego a la casa de los Yamamoto. Después de cruzar la cerca de un salto se puso frente a la puerta. Notaba que habían unas luces encendidas dentro de la casa al igual que salían sollozos de una mujer.

No era de sorprenderse que fuera la madre. Después de toda su niña había sido secuestrada hace tan solo una hora.

Hiroki se puso frente a la puerta y quito un poco la haori de la bebe, asegurándose de que no toque la sangre de la que seguía cubierto. Luego de preparase toco la puerta.

Hiroki: pero que no se lo tome a mal.

Hiroki estaba un poco nervioso, después de todo su apariencia no era la mejor y teniendo a la bebe en brazos sería fácil pensar que él fue quien la secuestro.

Pequeños sonidos de pasos se escuchaban del otro lado de la puerta, venían despacio. Después de unos momentos de silencio en el que incluso la bebe no dijo nada, se abrió la puerta. La mujer que abrió la puerta era una copia exacta de la niña. Cabello café que llegaba hasta la cintura, ojos verde esmeralda y una piel bronceada. Pero sus ojos estaban hinchados y rojos, de seguro de tanto llorar.

Hubo un silencio un poco incómodo entre ellos, la mujer solo veía al chico que era de su misma estatura. Tenía alzada una ceja por la apariencia de este. Pero todo el ambiente cambio cuando se escucharon nuevamente los sonidos de la bebe. La mujer abrió los ojos como platos y bajo la mirada para encontrarse con su bebe.

Madre: ¡HANAKO!

Rápidamente pero con gentileza, la madre tomo a la niña en brazos y la empezó a bañar en besos causando que la niña riera por las cosquillas.

La madre creía que el joven que estaba frente a él podría ser el causante de la desapariciones, y eso le dejo un poco de temor. Pero al momento de mirar nuevamente al chico cualquier duda fue aclarada. Hiroki tenía una pequeña sonrisa calidad en sus labios y sus ojos no mostraban más que sinceridad. Se podría decir que por instinto, la mujer supo que no era alguien malo.

Madre: g-gracias. No se cómo pagarte

Hiroki abrió los ojos de par en par. La mujer que estaba frente a él creía que había salvado a la niña, a pesar de las diferentes maneras en que la situación podría mal interpretarse. Pero aun así, la mujer le agradecía.

Puso una pequeña sonrisa de ojos cerrados hacia la madre.

Hiroki: no es necesario. Con saber que está bien es suficiente.

Antes de que pudiera darse la vuelta, una mano en su brazo lo detuvo.

Madre: no no, por favor. Déjame pagártelo.

Más rápido de lo que se imaginó, la mujer lo jalo dentro de la casa y cerrando la puerta detrás de él.

Madre: CARIÑOOOO