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La menor no pudo evitar soltar lágrimas al escuchar la pregunta, Komaeda, notando su reacción la abrazó con fuerza mientras la reconfortaba.

- Ya, tranquila. No es necesario que me expliques,

Komaeda intentaba por todos los medios animar a la chica, pero ni siquiera ella sabia que era peor; si haber sido avergonzada de esa forma o que sus lágrimas inconscientemente salieran sin que ella pudiera pararlas.

Una cosa estaba segura, era la primera y última vez que invitaría a ese idiota de Togami a salir, esta vez se había pasado.

No todo estaba mal, ya que por alguna u otra razón fue una sorpresa toparse con Nagito, el chico amablemente le preguntó si gustaba acompañarlo a pasear a Lucky, un pequeño cachorro recién adoptado por el albino ese día.

Como era de esperarse, el noble corazón de _____ se derritió al ver a la bolita de pelos parecida bastante a Komaeda, así que limpiando sus lágrimas, asintió con suavidad y siguió a su amigo.
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Rápidamente, el heredero corría al lugar donde vivía su prometida, con cierto miedo de lo que le hubiera pasado a esta, sin embargo, se quito esa incertidumbre cuando abrió la lujosa casa de su novia.

— Oh, Byakuya, hasta que llegas, estaba tan preocupada por ti.

— ¿P-por mi...?, si se supone que tú eras la que estaba en riesgo.

Aunque el rubio no comprendía del todo la situación de su novia, esta la agarro con firmeza y lo envolvió en sus brazos, casi dándole un abrazo obligado.

Shh, shh. Por un momento lo estuve, terroncito, pero mis guardias se encargarón de eso, en fin, ¿por que vienes tan sudado, si mi casa no esta tan lejos de la tuya?-

Byakuya se limpió el sudor de la frente con un pañuelo, de nuevo, su prometida hacia una de esas escenas que tanto le encantaban.

Sabia que el carácter tan complicado que tenía era por lo mismo de que lo “amaba”, ¿no lo había explicado muchas veces ya?

Pero, también tenía miedo, por que en varias ocasiones ella había intentado suicidarse solo por que no le había prestado la atención que ella quería, era una situación realmente espeluznante-

— Ummh, ¿no me vas a contestar, cariño?

— N-no es nada, amor, solo estaba paseando un rato y ya.

La chica lo miró con seriedad, sabía que la misma persona en la que tanto confiaba estaba mintiéndole en su cara, pero intentaba disimular para que este mismo lo contará.

— Tu nunca sales de tu mansión, Togami.

— Puede que no lo haga a menudo, pero quiero dar un cambio, ¿sabes?

— Me da igual, con el hecho de que no me falles esta bien para mi.

Sin decir más, la contraria entro a su habitación cerrando con un fuerte golpe la puerta, dejando a Byakuya perplejo y con muchas dudas del por que su futura esposa le había mentido.

Quizás recordando un poco, volviendo a analizar su relación con ella.

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Esta chica y el heredero no tardaron mucho en conocerse luego de la partida de _____, cosa que les cayó pesado a los amigos de la bailarina, y como no lo iba a ser.

Aunque muchos creían que esa relación se basaba en el dinero que compartirían, quizás, solo en su despecho y la culpa de haber alejado a su más grande amiga, buscó llenar ese hueco de soledad con otra candidata.

Todo marchaba bien, parecía que era un romance como cualquier otro ya que iban a lugares, se divertían, hacían actividades juntos, nada fuera de lo común.

Con el tiempo, esa relación estable que había formado el rubio con su pareja se veía afectada por los celos de su novia, ella es una persona que chantajea con constancia a Togami hasta el punto de llegar a amenazar con acabar con su propia vida si este no hacia lo que quería.

Lo peor de todo venia después, ya que luego de asustarlo la chica le llenaba la cabeza de frases que lo mantenían a su lado, haciendo que Togami creyerá que eso que tanto le decía era la manera mas sincera de expresar amor.

Eso no era amor, era mas que nada un abuso disfrazado, para nuestra mala suerte, a el chico le costaba distinguir y dejaba que eso mismo continuará afectándole.

Byakuya suspiró y recargo su cuerpo contra el respaldo del asiento, sus ojos se estaban entrecerrando pensando en la última persona que vio ese día: ______ Toshiko.

Dio la casualidad de que de el cuarto salió su novia, ya totalmente vestida y con un cambio de actitud muy común en ella, lo miro de pies a cabeza y dijo.

— Como veo que te alistaste, ¿por qué no vamos a cenar, eh?

Asintiendo, Byakuya tomó su mano con desinterés para salir de aquel lugar con ella, invadido por la tristeza que le causaba el haber dejado a Toshiko sola, sin despedirse.

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⏰ Última actualización: Apr 25, 2022 ⏰

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#001 ; 🌹 ALTAR - BYAKUYA TOGAMI 💭Donde viven las historias. Descúbrelo ahora