Capitulo 10

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Por la mañana, nos levantamos temprano, preparé el desayuno y me dediqué a mimar a Jungkook ya que se encontraba bastante deprimido.
—Amor, tranquilo, pronto volvés y te van a dar más días de descanso. Prometo que esos días vamos a seguir disfrutando.
—lo sé, sólo que tengo una fea sensación. Quiero quedarme con vos-dijo con tristeza en sus ojos
—y si decís que no te sentís bien?
—ojalá pudiera, pero ya cuentan conmigo.
Terminamos de desayunar, ayudé a armar su valija, y mientras le metía unos chocolates él comenzaba a vestirse con su uniforme. Se veía tan hermoso, igual siempre lo estaba.
—Kookie, déjame acompañarte al aeropuerto
—seguro? Si no tenés drama, me encantaría, quiero pasar hasta el último segundo con vos. Pero... antes de irnos.... es que te voy a extrañar...
Comencé a reírme, mi chiquito adicto al sexo salió.
Me acerco lentamente, tomo su mentón y dejo un suave beso sobre sus labios. Luego lo levanto, lo dejo sentado en el desayunador y me coloco entre sus piernas. Jungkook ya se había sacado el saco y la corbata.
—No sé por qué te vestirte tan rápido si a los cinco minutos te iba a despertar mi amorcito
—es que...ahh.. no sé...—dijo ente jadeos debido a los besos que estaba dejando en su cuello. Una vez desabrochada la camisa, ataqué vorazmente los pezones rosas que resultaban sobre su tersa y pálida piel. Comencé a dar giros con mi lengua, lo que hacía que la respiración de Jungkook sea cada vez más entrecortada. Luego, pasaron a ser pequeñas succiones que terminaron de enloquecerlo.
—ah~~ah más Tae, por favor
Sus suplicas eran maravillosas, me hacía feliz que él también lo disfrutara.
—Apurate Taetae que se nos hace tarde
—y...¿ qué querés haga?—dije dejando miles de besos sobre sus labios.
—¿No hace falta decirlo no? es obvio
La risa no se hizo esperar, Kook siempre llevaba el mando. Y eso me encantaba. Tomó mi remera, y de un solo movimiento ya se e contaba tirada en el suelo. Bajó sus manos lentamente recorriendo cada cenrimimetro de mi Tórax y abdomen, delineando cada músculo que encontraba a su paso. Hasta que llegó al cinto, el cual desabrochó e hizo caer junto a los pantalones. Una vez en desnudo, hice lo mismo con él. Volví a acomodarme entre sus piernas, unté mis dedos en lubricante e introduje un dedo a la vez, una vez preparado, me coloqué el preservativo, y lentamente fui introduciendo mi pene en su húmeda cavidad. Los sonidos ahogados de Jungkook indicaban que siguiera, la embestidas se hacían cada vez fuertes, más intensas, hasta que un grito retumbó en el departamento, había golpeado su próstata. El vaivén de nuestras caderas se movía como si de un baile se tratara, amábamos sentirnos uno, el cómo nuestros cuerpos se acoplaban como si hubiesen sido hechos a medida.
—Tae quiero montarte—dijo entre jadeos y gemidos
Así que fuimos hacia el sillón, donde allí, me senté, obvio que iba a cumplir los caprichos de mi lindo ser amado.
Una vez sentado, Jungkook comenzó a dar pequeños saltos sobre mi, los mismos fueron haciéndose más y más rápidos hasta que.. ambos llegamos al éxtasis.
—te amo
—yo te amo más Taetae

Nos quedamos un ratito acurrucados, aún dentro de él. Hasta que la alarma hizo que nos diéramos cuenta de que se nos estaba haciendo tarde. Así que nos volvimos a bañar y cambiar. Luego nos encaminamos hacia la cochera en busca del auto, y de allí emprendimos el viaje hacia el aeropuerto. En el camino nos dedicamos a charlar y cantar. Conocía a Jungkook y estaba un poco raro, medio apagado, pero seguro es porque teníamos planeado un montón de cosas juntos en lo que nos quedaba, y por esta situación se tuvieron que cancelar.
—Kookie, lindo, no estés así de triste o te rapto y no deja que te vayas. Aparte cuando vuelvas hacemos todo lo que teníamos planeado si?
—lo sé, pero igual me siento mal, no quiero aplazar todo—dijo mientras lágrimas comenzaban a brotar de sus ojos. Algo más le pasaba, pero si no estaba con la seguridad de decirlo lo iba a respetar.
Llegamos al aeropuerto, y allí, Jungkook hizo que pase con él al lugar donde se encontraba el resto de la tripulación esperando la hora del vuelo.
—Buenas, ya llegué. Pasa Taetae—dijo girandose hacia mi
—Permiso
—Apa Jeon, ¿quién es ese lindo?—
—atrás kiki gata rompe hogares, es mi hombre—todos empezamos a reírnos por la escena de Jungkook
—ohhh, y yo que ya le iba a pedir el número
—kiki está vez Kook robó tu frase—dijo una de las chicas riéndose-un gusto soy momo una de las azafatas
—yo soy Kihyun, o Kiki, también soy piloto como kook. Y somos amigos desde los cuatro
—Hola, yo soy Taehyung—dije haciendo una mini reverencia
Una vez presentados, nos sentamos un rato a charlar hasta que fue la hora de despedirnos, ya había llegado el avión y Jungkookie debía irse.
—Nos vemos mi lindo—dije dejandole un beso—ten un buen viaje y avísame cuando aterricen ¿si?
—¡si mi amor, te aviso todo!—dijo abrazándome y acercando sus labios a los míos fundiendonos en beso lleno de amor.

>Jungkook<
Una vez despedido de Tae, con el resto de la tripulación nos encaminamos hacia el avión. Con kiki comenzamos a preparar todo mientras los pasajes van acomodándose en sus asientos, una vez que las azafatas dan todas las indicaciones indicaciones, nos preparamos para el carreteo.
—Tripulación preparada para el despegue. Cerrando puertas—dije a través del micrófono.
—kiki todo listo?
—todo listo para el despegue.
Y así, dimos inicio, el avión ingresó a la pista, tomó carrera y en menos de un minuto ya nos encontrábamos en pleno ascenso. Por suerte era un día bastante lindo, el cielo estaba tan limpio, y sin ninguna nube, seguro iba a ser un vuelo bastante tranquilo. Al cabo de unas horas, una tormenta apareció en nuestra ruta, nos empezaron a informar por radio que no la habían visto en el radar, es como si hubiese aparecido de la nada, los rayos y refusilos se veían desde lejos.
—Kook tranquilo, hemos pasado varias tormentas juntos. Lo sé kiki, pero tengo náuseas y una opresión en el pecho. No le dije a nadie pero...
—Kook, aun no le dijiste a Tae que eres un doncel?
—por qué sacas ese tema?
—no sé, estás embarazado no?
No podía creer lo que oía, como es que kiki lo supo?
—c..como sabes?—dije bastante asustado
—kook, tenías tu ciclo de calor justo para tus vacaciones, y desde el día uno conviviste con Tae. Seguro te cuidaste pero ese tiempo hay más riesgos. Y aparte, este miedo a la tormenta, jamás lo tuviste.—
No puedo creer que kiki haya descubierto todo. Pequeñas lagrimas cayeron por mi rostro, pero antes de poder decir algo más, ya nos habíamos adentrado a la tormenta.
—lo estoy kiki, y tengo miedo.
—Kook, estamos juntos en esto. Cuando volvamos le tenes que decir a Tae. Él te va a aceptar tanto a vos como al pequeño Kook si? Ahora salgamos de esta tormenta.—
Kiki era mi mejor amigo desde Jardín, él también era un doncel, como nuestros padres eran amigos nos pusieron en la misma escuela siempre para que nos tengamos el uno al otro. Ya que ser doncel era motivo suficiente para recibir burlas.
Ambos estábamos concentrados en la tormenta, era bastante fuerte y eléctrica. El cielo se veía iluminado por la cantidad de rayos que caían sin cesar. En un momento, un ruido estruendoso seguido de una sacudida hicieron sonar las alarmas. El rayo había impactado en una turbina haciendo que el ala se partiera. Poco a poco, el avión empezó a caer en picada, sin un ala, no había forma de volar, trataba de planear y evitar que el impacto sea tan fuerte. Pero igualmente lo fue y vi negro...
Un zumbido en mis oídos, hizo que lentamente abra los ojos. Me dolía todo, aún veía medio borroso. Cuando un momento de lucidez me hace recordar en mi bebé. Y veo, veo sangre entre mis piernas.
—Kiki, mi bebé. Kiki?—dije entre lágrimas, pero Kiki no respondía. Inmediatamente volteo y con sólo verlo vomito. Un pedazo de hierro atravesaba todo su tórax. No podía ser cierto, esto tendría que ser una pesadilla. Kiki no podía estar muerto. Comencé a gritar en busca de ayuda, quise moverme pero no pude, hasta ese momento no me había dado cuenta, tenía fracturada la pierna izquierda.
Gritos, y más gritos. Comencé a oírlos. Eran los pasajeros, pero no podía hacer nada más que llorar.
Al cabo de un rato, el sonido de varias sirenas se hacen presentes. Venían a rescatarnos.
Cuando lograron sacarme de la cabina, pude ver el desastre. El avión estaba destruido, había cuerpos por doquier, y no sólo cuerpos. También partes de cuerpos. Esto era una maldita escena de una película de terror. Tengo que despertar.
—Señor, se encuentra bien?-dijo en inglés una de las médicas presentes en la ambulancia.
Logre salir del trance de haber visto esos restos y lo único que pude decir fue...
—mi bebé, salven a mi bebé, soy doncel, mi bebe—comencé a gritar entre lágrimas y moverme, había entrado en un estado de crisis nerviosa, necesitaba que vean a mi bebé.—Taehyung, Tae, nuestro bebé, no me odies amor. Tae, te amo.
—Tranquilo, ahora veremos a tu bebé—dijo mientras inyectaba algo en mi cuerpo. Y así, poco a poco comencé s relajarme hasta dormirme.

Airplane Taekook/kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora