capitulo 18

184 37 0
                                    

Y así, fueron pasando unos meses donde Jungkook asistía a terapia una vez por semana. Allí trabajó esos pensamientos que los atormentaban continuamente. Realmente fue valiente, no cualquiera enfrenta sus temores de la forma en la que lo hizo él. Jungkook quería sanar y allí estábamos nosotros, su familia, para acompañarlo en este proceso que no fue fácil, ya que aún seguía con su brazo fracturado el cual lentamente iba sanando al igual que él, y continuaba con esas pesadillas que no lo dejaban dormir tranquilo. Era un proceso, largo, pero avanzaba. Y por eso estaba orgulloso de él.
Su psicóloga nos había recomendado sacarlo de vez en cuando, así evitamos el encierro y sus pensamientos negativos.
Así que todos los días, sacamos a Tannie al parque, aunque no era solo Tannie el objetivo de la salida. En el parque, Jungkook despejaba su mente, nos llevábamos libros para leer y podíamos pasarnos así toda la tarde tirados en la manta mientras Tannie jugaba con otro perros. Otras veces salíamos a recorrer y caminábamos por horas entre los árboles. La sonrisa de Jungkook iba apareciendo, poco a poco volvía a ser el Jungkook alegre del que me había enamorado. Sus ojos empezaban a brillar con la misma intensidad de antes, iba renaciendo, pero a su vez era un nuevo Jungkook. Era mi ave fénix resurgiendo de las cenizas tormentosas del pasado pero firme e invencible. A veces tocar fondo ayuda a renacer y sacar lo mejor de uno, aunque a veces lamentablemente no sea el caso, debía estar feliz de que esta vez si lo era. No lo había perdido, Jungkook estaba acá. Y agradecía a la terapeuta por ayudarnos, Jungkook se encariñó con ella, y así comenzó a hacerle caso. También le agradezco porque Jungkook esta saliendo adelante, ya no volvió a intentar suicidarse sino que empezó poco a poco a valorar su vida. Ya ríe de vez en cuando, juega con Tannie, incluso quiere aprender a cocinar así que todas las mañanas le enseño nuevas recetas. Yo dejé un poco de trabajar, voy sólo los días que Jungkook puede acompañarme, el estar con varios animales creo que también le hace bien, leí un poco sobre la zooterapia y creo que ayuda. Y hoy era un día de esos. Él estaba en el medio del corral, con todos los perros encima, uno de ellos era Tannie que venía solo a hacer amigos.
—Taee, Tannie quiere que adoptemos otro hermanito y quiere que sea bam
—Kook, no podemos llevarnos todos los perros a casa, con Tannie ya tenemos suficiente
—ohh, pero mira sus ojitos, bam necesita que seamos su familia, el resto también, pero bam....—esos ojos compradores estaban apareciendo nuevamente, y eso me hacía feliz, volvía a tener ilusiones.
—ohhh, está bien, bam se va a casa con nosotros. Y no más Kook, ya somos 4 seres desastrosos en casa—dije dándome vuelta, mientras gotas caían de mis ojos, este momento me había hecho recordar a cuando adoptamos a Tannie y todo estaba perfecto. Ojalá pronto volvamos a ser así de felices, confiaba en que si. Jungkook estaba mejorando y yo estaba superando todo esto junto con él. Íbamos a ser felices, lo sabía, porque iba a hacer hasta lo imposible para que así sea, para que Kook sea la persona más feliz del mundo el resto de su vida y nada ni nadie iba a impedirlo.

Airplane Taekook/kookv Donde viven las historias. Descúbrelo ahora