Airplane Taekook/kookv

Capítulo 6

Después tendría que hablar con Jimin y pedirle disculpas, aunque debería estar feliz que Jungkook me correspondió.
Luego de ese incidente, nos quedamos toda la mañana en la cama charlando. Cuando llegó el mediodía nos cambiamos y fuimos a uno de los restaurantes del hotel a almorzar con Jimin y Yoongi. Si bien la fiesta había sido anoche, hoy continuaba, ya que por la noche ambos se iban de luna de miel a las Maldivas.
Al llegar Jimin no dejó ni que me sentará que me llevó de la remera hacia el baño.
—no se cómo hiciste para que Jungkook se vaya con vos, espero que no lo hayas obligado a nada, y que lo cuides. Si lo lastimas juro que te mato Tae.
—mimi, ¿cómo podes pensar eso de mi? Jamas obligaría a alguien a hacer lo que no quiere, y menos sobre este tema Chim.
—Lo sé, solo te digo. Y aunque me haya molestado que te fuiste de mi fiesta quiero que me cuentes todo, ¿que tal la noche con el niño?
—Vamos, no le digas niño que me hace sentir mal, tiene dos años menos. Y fue excelente. El mejor sexo de mi vida.
—bueno, tampoco es que hayas tenido mucho en tu vida,¿— una sonrisa pícara apareció en su rostro—vale, entiendo—dijo riéndose, y en sí tenía razón. Estuve con una chica cuando era adolescente, y después una sola vez con un compañero en el tercer año de la facultad, pero desde ahí nada más.
–deja de burlarte y volvamos a la mesa.

Al volver Jungkook y Yoongi trataban de decidir que pedir para almorzar. Decidimos pedir unas pastas. El almuerzo pasó bastante rápido, y nadie tocó el tema de mi noche con Jungkookie. Al rato se nos sumaron nam y Jin. Luego de eso decidimos pasar el día tranquilos en una playa.
Jimin y Jin se encontraban en el agua, Yoongi tomando un mojito debajo de la sombrilla, Jungkook leyendo un libro y con Jisoo y Ro tomando sol y hobi y yo jugando al tejo.
De la nada aparece Jimin corriendo y abraza a Yoon mojandolo. La risa de Jin a lo lejos sumado a la reacción de Yoon hizo que todos estallaramos de la risa. Ambas parejas fueron al agua y nos quedamos solos con Jungkook.
—Koo ¿querés tomar algo?
—no gracias Tae, capaz más tarde, tomé mucho anoche—dijo sonriendo— ¿jugamos al tejo?
—Dale juguemos—
—el ganador elije el premio—mira hacia donde estaba el resto que por suerte se hallaban en el agua, y se acerca a susurrarme—puede ser cualquier cosa—dijo mordiendo su labio
—Pervertido, ¿ya querés más?— dije con sorna— igual no me molesta, ya que yo si—dije guiñandole el ojo
Así nos pusimos a jugar. Después de un rato jugando Jungkook se consagró el ganador.
—voy a pensar bien mi premio y luego te lo digo, ahora vamos al agua con el resto
—Dale, espero con ansias darte el premio. Vamos, hago lo que diga mi pilotito.
—me da risa que me digas así
Al llegar al agua, él se iba metiendo despacio, yo iba detrás, les hice señas al resto y entre los 5 empezamos a tirarle agua. Jungkook nos maldijo en setenta idiomas, pero no importaba.
Comencé a reírme sin parar,  verlo así mojado con su carita reprochando era muy tierno.
El día estaba hermoso, las olas bailaban sobre el mar y nos elevaban a su paso. Una tras otra como si de una coreografía se tratara.
Luego de haber disfrutado del mar, los seis salimos y nos dirigimos hacia nuestras reposeras. La tarde pasó rodeada de risas, y ya al anochecer, nos despedimos de los recién casados ya que esa noche su vuelo partía... y también de Jisoo y Jin dado que debían volver al trabajo pues habían llegado una semana antes que nosotros a la isla así que sus vacaciones habían finalizado. Y Rosé y Hobi, no sé que harán ellos. que con Jungkook decidimos ir a jugar videojuegos a mi habitación. Yo aún tenía esta semana de vacaciones.
—Jungkookie ¿hasta cuando tenes vacaciones?
—esta semana, el viernes ya tengo que volver a Madrid. ¿Por?
—buenisimo, yo también me quedo hasta el viernes.

Ya habían pasado como tres horas que estábamos jugando y ambos empezamos a bostezar, es que habíamos estado todo el día en la playa y eso cansa bastante.
—Tae, me voy así me baño y me acuesto ya que estoy un poco cansado, no te molesta ¿no?
—obvio que no kookie, ¿querés... em dormir acá? Obvio que vamos a dormir, nada más—me atajé antes que diga algo
—mmm bueno dale, me baño, me pongo el pijama y vuelvo
—Dale, mientras yo también me baño... ah y llevate la otra tarjeta así entras directo.
Y así tomó la tarjeta y salió de la habitación e inmediatamente fui a bañarme.

Una vez listo, también me puse el pijama y me metí a la cama a ver tele. Al cabo de un rato, Jungkook apareció por la puerta. Aún tenía su cabello mojado.
—Eh te vas a enfermar, vení que te seco el pelo—desde pequeño fui de resfriarme seguido así que mamá me tenía penado con acostarme con el pelo húmedo, y esa costumbre aún la tengo.
Se acercó a la cama, yo busqué el secador y comencé a secarlo.
—Listo, ahora si, no iba a dejar que duermas con el pelo húmedo y amanezcas resfriado.
—pareces mi mamá—dijo riendo—igual gracias
—bueno, vamos a acostarnos.
Jungkook se acomodó sobre mi pecho y nos abrazamos. Esa iba a ser buena noche de descanso.

Esos días nos la pasamos juntos disfrutando de ese hermoso lugar, conociendo las distintas playas, el centro arqueológico de la isla, la ciudad de Santa Gertrudis y el mercado de  Es Canar donde esta lleno de artesanos, ahí compré unas pulseras para que tengamos con Jungkook, me compré un llavero ya que colecciono llaveros de todos los lugares a los que visito un collarcito de ostras a Tannie y tambien regalos para mi familia y amigos, también un par de regalitos que Jungkook veía con admiración.
Hoy es nuestro último día ya que mañana por la tarde ambos partimos fe regreso a Madrid. Así que nos levamos bien temprano y viajamos a Formentera que es una isla a 25 minutos de viaje saliendo desde el puerto.

—Jungkookie ¿ya estás listo?
—sip, busco el protector solar y listo.— dijo mientras iba al baño en su búsqueda—¡Ahora si, vamos! Que ya quiero llegar, dicen que es un paraíso
—eso dicen, igual Ibiza ya me pareció uno.
—si, es hermoso este mar. El agua tan cristalina

Fuimos charlando hasta el hall del hotel donde allí nos esperaba un taxi que nos iba a llevar al puerto. Por suerte no estábamos lejos. Llegamos, presentamos los boletos que ya habíamos comprado y nos embarcamos rumbo la isla. La pequeña luz de la mañana reflejada en esas aguas y la presencia de Jungkook hacía que me sintiera de verdad en el paraíso. Él parecía un niño, observaba el paisaje con tal admiración que sus ojos se habían triplicado del tamaño.
Después de esos 25 minutos navegando desembarcamos en la isla. Verdaderamente es maravillosa. Lo primero que hicimos fue dirigirnos al hotel que habíamos alquilado por esa noche, esta vez pedimos una sola habitación ya que en Ibiza después de habernos conocido compartimos siempre, si no hubiesen estado ya pagas nos habríamos ahorrado una. Los dos no aguantabamos la risa ya que la del hotel al vernos, pensó que éramos recién casados así que nos dio la Suite, y nos pidió que dejásemos las valijas y que salgamos a conocer, que pronto nos organizarían nuestra habitación. Así que ambos nos metimos en el papel de recién casados y salimos de la mano a recorrer. Creo que llené la memoria de mi cámara de fotos con Jungkook y sólo del él con el paisaje de fondo. Descansamos en la playa, nos zambullimos en el mar, y desayunamos unos churros que compramos por ahí.
Al volver al hotel, nuestra habitación estaba decorada con pétalos de rosas, copas de vino y varias botellas, también nos habían dejado chocolates y...
—¡¡oh por dior Tae!! Tenemos Jacuzzi—el gritito que pegó Jungkook hizo que me asustara, fui hasta donde se encontraba y  ya estaba abriendo la canilla para llenarlo.
—Metamosno porfiii—dijo con sus ojitos compradores. Acorté la distancia entre ambos, lo tomé de la cintura y sobre sus labios le susurré
—me estás provocando pilotito—y uní nuestros labios. Jungkook saltó sobre mi y se aferró con sus piernas como si temiese caerse. En medio de nuestro beso golpean la puerta. Maldecía a la persona que osaba interrumpirnos. Dejo a Jungkookie en el suelo y me dirijo hacia la puerta. Al abrir había un carro con flores,un par de regalos y un almuerzo preparado, todo cortesía del hotel. Me sentía un poco mal por la mentira, pero era agradable hacer esa travesura juntos