Prólogo

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Jimin no podía llegar tarde. No otra vez.

Después de salir de la universidad Jimin no podía conseguir un trabajo estable, el tiempo que duró más en un trabajo fue tres meses, pero ahora tenía una nueva oportunidad gracias a su amigo Hoseok.

—¿Por qué siempre llegas tarde? —se preguntó a sí mismo, negando.

Jimin estaba caminando y corriendo al mismo tiempo, la entrevista ya casi empezaba y a Jimin le faltaban unas calles para llegar.

Con sus pequeños botines negros caminaba rápido sin que se notara para que la gente de su alrededor no se diera cuenta que este iba con prisas. Jimin miró por un momento su celular cuando de pronto sintió mojado su pecho y se dio cuenta que tenía café en su sudadera blanca.

—Que-

Jimin quería quejarse, pero otra voz lo interrumpió primero.

—¿Qué te pasa? ¿No ves por donde caminas? —dijo la voz desconocida, Jimin volteó para ver de donde provenía y vio a un hombre un poco mayor que él, alto y con cabello café.

—¿Yo? Tu fuiste el que chocaste conmigo por mirar tu celular. —Jimin miró su sudadera con una cara de disgusto. —Por tu culpa voy a llegar tarde.

—¡Pero tú también estabas con el celular! —se quejó el otro.

—Yo iba a checar la hora. —atacó Jimin

—Y yo iba a contestar un mensaje. —contraatacó el otro.

—Por tu culpa voy a llegar todo mal. —se quejó e hizo un puchero.

—Ya no te quejes, enano. Ambos llegaremos tarde, ni modo. Te aguantas.

—¿Enano? —Jimin lo miró con disgusto —Se que no soy alto, gracias por recordarlo.

El otro sonrió satisfecho. —Sarcasmo, me gusta.

Jimin se hartó, le pegó en el pecho —¡Me tienes harto! Pobre de la persona que sea tu pareja, seguramente no te aguanta.

—No tengo pareja.

—Con mucha razón. —dijo Jimin dejando al hombre con la palabra en la boca detrás de él.

—Fue un gusto conocerte, enano. —susurró el joven misterioso para sí mismo con la misma sonrisa de hace rato y continuó con su camino.

#

Jimin por fin llegó a la empresa donde haría la entrevista y vio que mucha gente, con rapidez se registró con la chica que estaba ahí, al finalizar le pidió que esperara su turno en la sala de espera donde también estaban los demás.

Se sentó en el sofá donde había una persona leyendo el periódico. Jimin se preguntó quién lee el periódico en estos tiempos, levantó sus hombros y se sentó.

—Hey. —susurró la persona que estaba a lado de ver, pero no podía ver quien era porque tenía pegado el periódico en su cara.

—¿Quién eres? —preguntó confundido Jimin.

—Tu amigo, tonto. —su amigo dejó el periódico a lado de él y se juntó más a Jimin.

—¡Hoseok! -Jimin se alegró y lo abrazó. —¿Qué haces aquí?

—Te vine a dar ánimos. ¿No es obvio? —Jimin sonrió.

—Qué bueno porque necesito que me prestes tu sudadera.

—No la traigo.

—La traes puesta, imbécil.

—Tienes razón. —Hoseok río.

—¿Por qué estás manchado?

—Un estupido chocó conmigo y me manchó con su café. —Ambos chicos se quitaron sus sudaderas, se las intercambiaron aunque a Hoseok le quedaba pequeña y a Jimin un poco grande.

—Seguramente estabas pegado en el celular, ¿verdad? —preguntó obvio su amigo.

—¿Qué...? —resopló Jimin. —Claro que no. Yo iba caminando rápido para llegar aquí y de pronto sentí mi pecho mojado y me di cuenta que ese tipo chocó conmigo.

—No importa. —Hoseok cambió de tema. —El punto es que tienes que verte bien. —Hoseok río nervioso por lo último que dijo.

—¿Qué tienes? —le preguntó confundido.

—¿Estás nervioso? —Hoseok esquivó la pregunta.

Jimin lo miró raro. —¿Por qué tendría que ponerme nervioso? Es solo una simple entrevista. —Al decir eso, Hoseok no dijo nada e hizo que Jimin lo mirara mal. —¿Qué hiciste? —preguntó con sus brazos cruzados.

—Sabes que te quiero mucho, ¿verdad? —complementó nervioso.

—¿Qué quieres y porque dices eso? —Jimin sabía que cuando su amigo decía eso quería algo a cambio o le diría algo que no le agradaría.

—Veras...no es fácil de explicar yo-

—Park Jimin. —la voz de una recepcionista llamó su nombre indicando que era su turno de la entrevista.

—¿Hoseok, que hiciste? —Jimin le preguntó ansioso mientras se levantaba del sofá.

—Te quiero. —dijo rápido y se fue.

—Imbécil. —susurró, se paró de su asiento y se acercó con la chica de la recepción.

—Como el señor Jeon llegará tarde yo le haré la entrevista. —dijo ella.

Jimin asintió complacido. —Por mi que se quede en el tráfico. —susurró para él mismo.

—No creo que sea necesario, señor Park. —dijo una voz detrás de él y era el mismo hombre con el que había chocado.

Jimin se quedó sorprendido mientras veía a aquel chico del café agarrando los papeles que le había dado a la chica.

<<Te mataré, Hoseok.>>

—Gracias Amy, te puedes retirar yo con gusto le haré la entrevista. —Jungkook sonrió.

—Señor Jeon. —dijo la chica como despedida y se fue.

—Acompáñeme Park. —dijo el dueño de la empresa y con la palabra en la boca, Jimin lo siguió hasta entrar a una oficina pequeña.

Entraron y los nervios de Jimin solo aumentaron, ambos se sentaron en sus respectivos asientos y estaban en un silencio eterno.

—No esté nervioso. Recuerdo que no le dió nervios quejarse a un desconocido por tírale su café por accidente, pero ahora está nervioso. —Jimin no sabía cómo reaccionar, solo se le quedó mirándolo y Jungkook conectó su mirada con la de Jimin y lo examinó de abajo para arriba.

—Veo que cambió. —Jungkook cambió de tema.

—Vaya si ve. —Jimin rodó los ojos. —Jimin ya sabía que no iba a quedar, pero creyó que sería de mala educación salirse antes de hacer la entrevista.

—Señor Park, —Jungkook ignoró lo último y continuó: —¿Por qué quiere este trabajo?

—Para sobrevivir en la vida. —dijo con simpleza.

—Veo que se graduó en Estados Unidos.

—Pues usted ve bien, está en lo correcto.

—Y también dice que no ha conseguido trabajo en los últimos meses. —Jungkook seguía diciendo mientras miraba los papeles.

—Gracias por volverlo a decir, si no lo decía se me hubiera olvidado. —Jungkook al notar el sarcasmo en la voz del enano, sonrió.

—¿Sabe para qué puesto se está aplicando la entrevista, señor Park? —por segunda vez en la entrevista Jungkook y Jimin conectaron miserandas y Jungkook sonrió de lado.

Jimin en realidad no sabía, su amigo solo le había dicho que había un puesto y sin preguntar de que era aceptó.

—No.

—Para mi asistente. —Jimin tratando de analizar las palabras mientras que Jungkook se paró de su asiento y se acercó a Jimin, tanto que se agachó sosteniendo los brazos de la silla en dónde estaba Jimin, se acercó y le susurró: —Y vaya que nos divertiremos mucho.

Secret relationship || Kookmin ✔️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora