Princess ៹𖤐

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Hey, Wonyoung .
Si fueras una princesa,
¿me dejarías ser tu príncipe?

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Yujin cerró rápidamente su cuaderno en cuanto sintió la mirada del profesor a cargo sobre ella, algo realmente raro pues nunca había sido el tipo de alumna que destacaba fácilmente entre los profesores, por lo que la joven de cabellos azabache se puso de pie con su bolso en mano y procedió a salir del salón lo más rápido que sus pies se lo hacían posible.

— ¡Fíjate por donde vas, imbécil! — Exclamó la chica, a quien Yujin por ir a paso rápido no se dio cuenta por donde iba y terminó chocando con la castaña arrogante en palabras de la joven de cabellos azabache.

— ¡Hey! ¿Me estás ignorando? ¿Acaso no sabes quien soy?

— Jang Wonyoung. Segundo año de preparatoria, te trasladaste en mayo por el trabajo de tu padre, no tuviste problemas para adaptarte. Una de las chicas más populares entre los chicos y las chicas de segundo año, así como también para algunos de primero y tercero. — Yujin trató de ser lo más precisa posible con la información de la castaña ante ella, después de todo tenía sus ventajas ser la hermana menor de la presidenta del consejo estudiantil. — Aunque si me dejas decirlo, solo eres una estudiante más aquí, no tienes nada de interesante a excepción del tamaño de tu ego para creerte que eres la princesa de este colegio.

— ¡Tú...! — Antes de que Wonyoung pudiera formular una respuesta, la de cabellos azabache ya había retomado su camino hasta la sala del consejo estudiantil, dejando a aquella castaña molesta con las palabras en el aire.

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— ¡Juro que si la vuelvo a ver! — Wonyoung se encontraba ahora con su pequeño grupo de amigas relatándole todo el acontecimiento sucedido hace unos minutos con la insolente chica de labios pomposos.

— Sí. Wonyo, ya entendimos que estás furiosa por la actitud que tuvo esa chica contigo, pero ¿no crees que estás exagerando un poco? — Expresó la chica de cabellos castaños, Minju, quien no se había molestado en interrumpir a su mejor amiga después de estarla escuchando quejarse de una chica.

— ¿¡Estoy exagerando Minju!? ¡Esa insolente me trató como si fuera cualquiera! Todos, absolutamente todos en este colegio me tratan como si fuera de la realeza. ¿Y ella viene y me trata como una cualquiera? ¿¡Quien se cree que es!? — La mencionada simplemente dirigió su mirada a sus pies mientras se cruzaba de brazos y negaba con la cabeza ante las palabras de su amiga.

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Yujin salía de la sala del consejo tal y como solía hacer cada jueves al terminar las clases, su hermana no había podido quedarse con el resto de las chicas por lo que le había pedido que se diese una vuelta y le entregara una carpeta a la vicepresidenta, Kim Gaeul, después de todo la de cabellos azabache se llevaba bastante bien con todas las miembros del consejo, después de todo ya formaban parte de su pequeño círculo de amigas, en especial Chaewon, quien hace unos meses se había comprometido con la hermana de la menor.

— ¡Yujin, espera! — La mencionada se volteó en cuanto escuchó su nombre salir de los labios de su cuñada, quien al parecer se veía bastante preocupada por algo en específico.

— ¿Le puedes decir a Minju que venga a mi departamento más tarde? Hay algo de lo que tengo que hablar con ella.

— Claro. ¿Es lo que estoy pensando que es? — La mayor agachó la mirada dejando que el rubor en sus mejillas hablara por si solo, después de todo Yujin había acertado al insinuar aquello por lo que su futura cuñada quería reunirse con su hermana. — No trates de buscar una aguja en un pajar. Mi hermana podrá ser una idiota, pero ella te ama, por algo te pidió matrimonio ¿no?

Una vez dicho aquello, y la mayor se quedó más calmada con las palabras de su futura cuñada, Yujin retomó su camino hasta la parada del autobús para poder regresar al departamento que compartía con su hermana y lanzarse sobre su cama o tal vez jugar algún que otro de sus juegos en la consola.

— ¿Es que acaso no piensas fijarte por dónde caminas, estúpida?

Yujin reconoció al instante la voz de aquella castaña, quien con solo aparecerse lograba que su humor se fuera por el drenaje. ¿Por qué? Yujin no tenía idea, de lo único que estaba segura era que la presencia de esa princesa la ponía de los nervios.

— Ahora tampoco hablas. ¿No te enseñaron que es de mala educación no responder cuando alguien te hace una pregunta?

— Mira quien habla de ser educada, la princesita de papá, la niña mimada que cree que por estar rodeada de todos en el colegio tienen que tratarla como si fuera de la realeza. ¿No deberías disculparte tu conmigo? Después de todo fuiste tu la que chocó conmigo ahora, no al revés. — La castaña bufó, ignorando las palabras de la mayor y pasando por el lado de esta empujándola levemente, provocando que Yujin se chocase con el banco detrás de ella, lo cual generó una risita por parte de la menor.