Capítulo 3

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Y   U   J   I   N

¡Jinnie no me sueltes!
¡No me sueltes, Jinnie, por favor no me sueltes!
¡Jinnie!

Otra vez. Otra vez ese sueño, ¿por qué me sigues atormentando con eso, eh? Tenia solo nueve años cuando eso sucedió, no fue mi culpa, yo no quería soltar su mano, de verdad que no quería hacerlo.

¡Jinnie!

Basta. Por favor ya basta. Ya no quiero seguir recordando ese momento sin sentirme culpable de lo que sucedió ese día con mi princesa, ¿acaso no es suficiente el haberme alejado todo este tiempo de ella? ¿qué mas se supone que haga? ¡Era una niña! Ni yo, ni ella sabíamos que aquel viaje escolar iba a terminar siendo uno de nuestros recuerdos más traumáticos y dolorosos de nuestras vidas.

— Yujin~ah, ¿Quieres... ¿Yujin, hermanita, qué pasó? ¿por qué estas llorando? — ¿Eh? Oh, tontas lágrimas, no debería estar llorando ahora, se supone que ya estoy mejor, se suponía que si ese recuerdo regresaba no me iba a afectar, entonces ¿por qué? ¿por qué estoy llorando ahora? Ella tiene que estar bien, está con su familia, estoy segura que está bien y mejor que nunca. — Yujin, ¿quieres que te traiga algo de beber o prefieres que me quede aquí y te haga compañía?

— No, Minju, estoy bien — Traté de sonar lo más relajada posible, no quiero preocupar a mi hermana, y a la única persona que tengo, justo ahora, al menos no quiero que se preocupe por algo del pasado.

— ¿Segura? Sabes que puedes confiar en mi, soy tu hermana mayor y, te lo dije esa vez ¿recuerdas? Que siempre, sin importar lo que dijeran los demás, te iba a proteger, Yujin no me mientas si te pasa algo — Asiento levemente ante sus palabras, entiendo a lo que Minju unnie se esta refiriendo, siempre hemos sido nosotras dos desde que nuestros padres fallecieron, pero tampoco quiero ser una carga para ella, a ver que dentro de unos meses se casa con Chaewon, no quiero que hasta ese entonces ella siga preocupándose por mi.

— Estoy bien. De verdad, unnie, solo tuve un mal sueño — Una vez le digo aquello, noto como su expresión cambia y vuelve a abrazarme, pero esta vez como si fuera una niña pequeña igual que en ese tiempo.

— Vamos, creo que te hará bien tomar un poco de aire — Aunque intento negarme a ir con ella, es en vano, pues ya estamos ambas afuera de nuestra casa y, en cuanto mi hermana me indica que suba al coche, no me niego y decido hacerle caso, después de todo cuando Minju tiene algo en mente no puedes negarte.

Reconozco inmediatamente el lugar en donde estamos ahora. ¿cómo podría olvidarlo? Esta solía ser mi casa cuando era pequeña, en ese entonces nuestros padres ya no estaban con nosotras y yo, bueno yo estaba al cuidado de mi tía mientras que Minju se había ido con la abuela, solo nos veíamos para mi cumpleaños y era mi hermana quien siempre me decía que no me preocupara, cuando ella tuviera la edad suficiente vendría a buscarme y viviríamos juntas, tal y como querían nuestros padres.

— ¿Recuerdas el juego que inventamos cuando cumpliste cinco? — Claro que lo recuerdo, ¿como iba a olvidarlo si Minju siempre me dejaba ganar? O tal vez si era terrible jugando contra mi.

— Estaba pensando en que podríamos tener la revancha, aquí y ahora.

— ¿Enserio? Recuerdo que siempre te ganaba — Le digo con una sonrisa traviesa mientras agarro la pelota de fútbol que, si bien el lugar estaba prácticamente abandonado, se notaba que alguien había estado limpiando algunas cosas, incluso la pelota en mis manos estaba un tanto desgastada.

Princess ៹𖤐Donde viven las historias. Descúbrelo ahora