Capítulo 1

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La mirada de Wonyoung se dirigió rápidamente hacía la mayor de cabellos azabaches, quien se encontraba sentada en uno de los últimos lugares del salón, la castaña ni siquiera se hubiera enterado que compartía clase con aquella insolente chica de no ser porque la profesora a cargo la asigno como su compañera en el siguiente trabajo grupal que deberían entregar en dos semanas, de todas las personas ¿porqué tenía que tocarle la insolente chica de labios pomposos?

— ¡Hey! ¿Siquiera prestas atención en clases? Da igual, te espero a la salida para ir a mi casa y terminar rápido el maldito trabajo que nos dio la profesora. — Yujin dirigió su mirada con confusión ante la castaña frente a ella, para empezar, ¿desde cuando la princesa se acercaba a ella? Ni siquiera había estado atenta a la clase como para entender a que se estaba refiriendo.

— ¡Ugh! Olvidalo, le diré a Liz y Rei que haremos el trabajo entre las tres, no tienes que hacer nada, tendrás sobresaliente gratis

Yujin parpadeó unos segundos antes de entender las palabras de la princesa Wonyoung, dedicándole una mirada de molestia por lo que había insinuado ¿acaso esa estúpida princesita creía que ella no podía hacer su parte en un trabajo grupal de música? ¡por favor! Si era la mejor en esa clase, por algo la maestra no le decía nada cuando se quedaba mirando toda la hora por la ventana o durmiendo.

— ¿Me acabas de llamar estúpida? ¡Como si
pudieras escribir una canción en menos de 24
horas! — Exclamó la mayor, sorprendiendo a la
rubia por el fuerte golpe que había dado al
escritorio solo para hacerle saber su punto de vista
a la castaña.

— ¡Claro que puedo! De hecho, la primera canción que escribí fue cuando tenía dos años — Yujin rió. Si le pidieran ser sincera, no tenía ningún problema si Wonyoung la superaba en algún que otro ramo, pero le molestaba el simple hecho que la menor fuera tan egocéntrica en cualquier situación, odiaba como Wonyoung solo hacía cada vez más grande su ego con cosas sin sentido, incluso había escuchado que solía despreciar a algunas de sus amigas durante el primer ciclo escolar. — ¡Ya! ¿Me estás escuchando? ¡Hey! ¡Ya, An Yujin!

— ¿No te enseñaron que es de mala educación gritarle a los demás? ¡Ah! Es cierto, te criaron como una princesa que solo piensa en si misma y adora denigrar a los demás. — Aquellas palabras lograron que la castaña se molestara bastante, ¿quién rayos se creía esa insolente chica para decirle tal cosa si ni siquiera sabía de su vida?

— ¿¡Quién mierda te crees que eres para hablar así de mi!? ¿¡Acaso me haz visto tratar mal a mis amigas!? ¡Ni siquiera me conoces para hablar así de mi! — Exclamó la menor, acercándose de forma amenazante a la contraria, quien se mantuvo calmada durante todo el tiempo en que la castaña comenzó a gritarle, después de todo Wonyoung no la intimidaba ni la mitad de lo que ella solía provocar en sus compañeros con sólo dirigirles la mirada.

— ¿Terminó de quejarse, princesa? Tengo una clase a la cual asistir ahora, y no quiero llegar tarde por su culpa. — Yujin dijo aquello mientras se dirigía hasta la puerta del salón, dejando a la menor con las palabras en el aire una vez más.

— ¡Jinnie, ya bajate de ahí! — Exclamaba la pequeña castaña de nueve años a la chica de cabellos azabache, quien ya se encontraba en lo alto de aquel árbol.

— ¡Sube conmigo, Princesa! Prometo que no dejaré que te pase nada! — La menor negó. Aun si su única amiga se lo pedía, no iba a subirse a un árbol utilizando un vestido, ni siquiera podía imaginarse trepando hasta la cima de aquel gran árbol.

— ¡Sube! ¿No confías en mi? No te va a pasar nada si estás conmigo, ¡lo prometo!

Wonyoung lo pensó durante unos minutos antes de agarrarse del árbol y comenzar a trepar con sumo cuidado, nunca en su vida había trepado un árbol, si alguien le hubiera dicho que lo haría solo por aquella niña de nueve años, quien a diferencia del resto de niños de su edad, la trataba como una chica normal y no la trataba como los otros niños a los que sus padres llevaban para que jugaran con ella. Jinnie era diferente al resto de niños, si iba a verla lo primero que hacía era agarrarla de la mano y comenzar a correr hasta el jardín del hogar de la menor, al llegar ambas hablaban de cualquier cosa e incluso, en ocasiones la mayor se subía hasta lo más alto de la copa de algún árbol y trataba de hacer que su castaña amiga subiera con ella.

— ¿Ves? Te dije que no te iba a pasar nada. Tienes que confiar más en tu príncipe, princesa. — La pequeña Wonyoung se sonrojó ante las palabras de Jinnie, realmente le agradaba la mayor, incluso se podría decir que le gustaba cuando esta se hacia llamar así misma su príncipe, era como su propio cuento de hadas.

— Jinnie. Cuándo me convierta en una verdadera princesa, ¿seguirás queriendo ser mi príncipe? — Antes de conseguir una respuesta, la mencionada depositó un casto e inocente beso en los labios de Wonyoung.

Wonyoung se despertó antes de que aquel sueño de ella y su única amiga de la infancia terminara, siempre ocurría lo mismo, se dormía y aquel recuerdo venía a ella en sus sueños; sin embargo, siempre se despertaba con la sensación de unos dulces labios sabor a vainilla sobre los suyos, pero el rostro de la chica que le había dado su primer beso a los ocho años era completamente desconocido, lo único que conseguía recordar era su apodo y lo mucho que solía subir a los árboles con ella después de un tiempo.

— Wonyoung, ¿estás despierta? — Gyuri, la prima de la castaña, preguntó aquello mientras se adentraba en la habitación de la menor para verificar que estuviera lista para ir a sus clases extras.

— ¿Otra vez el sueño con la tal Jinnie?

— Gyuri, ya van dos días que sueño lo mismo, y ni siquiera consigo recordar el rostro de la única amiga de verdad que mis padres no me han comprado. — La joven de cabello negro abrazó a su prima, haciendo círculos en la espalda de esta para que se calmara, después de todo ella había estado presente cuando la castaña tuvo aquel accidente a los nueve años, pero ella no había tenido el placer de conocer a esta tal Jinnie y no podía ayudar a su prima a encontrarla.

— La recordarás. Tu médico lo dijo ¿recuerdas? Que ibas a ir recordando paso a paso, Wonyoungie, cuando ocurrió el accidente en ese viaje escolar estuviste varios días en el hospital, no te fuerces a recordar, tenías nueve años y un suceso así no es algo que deberías recordar. — Wonyoung negó. No era el accidente lo que quería recordar, ella solo quería aunque sea recordar el rostro de su amiga de la infancia, quería responderle a la pregunta que
nunca le había respondido.

 No era el accidente lo que quería recordar, ella solo quería aunque sea recordar el rostro de su amiga de la infancia, quería responderle a la pregunta quenunca le había respondido

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