This Thing Called Love [Kookmin/Taegi AU]

FINAL PT I

—Jiminnie, hice un dibujo mira— el pequeño Taeyang llegó corriendo a la sala donde Jimin terminaba de escribir algo en su laptop— Encontré una foto tuya en el cuarto de papá y el me dijo que amabas usar aretes, asi que te dibuje varios— el niño le acercó la hoja de papel donde había dibujado.

Jimin no dudo en sonreír, era tan bonito e inocente, desde el hecho de que lo haya dibujado junto a él y su papá, hasta que haya querido saber más sobre él.

—Ven Taeyang— Park tomó al menor y lo colocó sobre sus piernas, haciendo de lado a la computadora que sostenía— El dibujo esta hermosísimo, tienes un gran talento para dibujar ¿Lo sabes? Un día podriamos dibujar algo juntos, si quieres.

—Llamemos a papá y dibujemos juntos. Me encanta cuando estamos los tres— al pequeño le brillaban los ojos, era totalmente sincero al hablar. Los momentos que tenian juntos se habían vuelto de sus favoritos.

—Yo también amo pasar tiempo con ustedes, me quedaría si eso fuera posible. Pero sabes que tu papá tiene obligaciones y yo igual.

—Pero un solo día más Jimin, voy a hablar con papá si es necesario— el menor hizo una mueca frunciendo los labios y el entrecejo, cruzando los brazos.

—¿Sobre qué tienes que hablarme?

Jeon apareció en la sala cargado su clásico maletín, mientras veía la escena que estaba ocurriendo.

—¡PAPÁ!— el pequeño corrió hasta él, donde JungKook lo esperaba con los brazos abiertos, dispuesto a alzarlo— Por fin llegaste, con Jiminnie te estuvimos esperando mucho.

—Eso es cierto, hasta te cocinamos un rico pudin— Park miró hacia la mesa central donde se hallaba una fuente de vidrio— pero terminamos comiéndolo mientras veíamos la televisión.

Jimin se levantó de su lugar, guardando su laptop en el bolso que cargaba siempre; y acercándose a JungKook para saludarlo.
Aunque éste lo tomó de un brazo y lo unió a un cálido abrazo junto a Taeyang

—Ya que estamos acá abrazados, Jimin puede quedarse en casa ¿No papá?— El pequeño puso esa cara que tanta debilidad le causaba a su padre, como si de un cachorro se tratara— A dormir, obviamente.

—Jimin puede quedarse todo lo que quiera, esta es como su casa ¿No?— Jeon alzó una ceja mientras miraba al mayor, que se encontraba desconcertado por aquella respuesta.

—Vamos Jiminnie, seremos como una familia— al que ahora le rogaban era a Park, que seguia sin responder

—Taeyang, vas a ayudarme a hacerme la cama en el sillón, ¿De acuerdo?

El menor sonreía de la alegría, pidiendole a su padre que lo bajara para ir a abrazar a Jimin, quien luego lo cargó en sus brazos, mientras le depositaba un pequeño beso en la cabeza.

—¿Viste papá? Yo sí logré convencerlo, lo hice mejor que ti— Jeon y Park comenzaron a reir por los comentarios tan espontáneos que tenía para su edad.

—Pequeño mocoso, ¿cómo te atreves a desafiarme?— Taeyang aún en brazos de Jimin se movió para que este lo dejara bajar, comenzando a correr— ¡Voy a atraparte Taeyang! No podrás escapar de tu padre.

Jimin se quedó un costado, mirándolos, aún sin poder procesar todo el cambio que había hecho su vida; lo importante e indispensable que se habían vuelto en ella.
Y cuestionándose, por qué razón las cosas no podrían haber sucedido antes. Tenerlos a ambos en momentos dificiles y formar parte de algo luego de tanto tiempo.

Sin darse cuenta, el pequeño se había escondido detras de sus piernas, aferrándose a estas, mientras JungKook recuperraba el aire y seguía buscándolo.

—Taeyang ¿Dónde estas pequeño? No seas cobarde, sal— Jeon estaba en la cocina caminando sigilosamente hacia la sala. Mientras Jimin se agachó a la par del pequeño.

—Cuando este aqui, yo lo distraigo y tu subes y te escondes en tu cuarto ¿si?— Taeyang asintió sin decir palabra mientras escuchaba los pasos de su padre.

—Jimin ¿Viste a Taeyang?— Jeon se acercó más de lo que ambos esperaban, por lo que Park aceleró sus planes.

Se acercó a él y lo abrazó fuertemente. Sigilosamente el pequeño se fue del lugar, pero JungKook siquiera lo había notado dado que solo pudo concentrarse en aquel abrazo.

Extrañaba abrazarlo, aunque ninguno lo admitiera, fue y seguía siendo su lugar favorito, el otro.

—¿Esto solo fue para distraerme o realmente querias hacerlo?— JungKook habló al oído de Jimin, sin separse del calido abrazo.

—Quise hacerlo desde que te vi entrar por esa puerta, y lo haría cada vez que te viera. Sin importar con quien y dónde estemos.

Ambos se miraron a los ojos, viendo más allá, mirándose realmente. Esas miradas que son capaces de ver hasta los más profundos miedos.

Quizás ni JungKook lo tenía planeado, pero un impuso interno lo llevó a depositar un beso sobre los labios de Jimin.
Uno pequeño, pero que encendió el alma de los dos.

—Pasaran los años, pero no me cansaré de esto Jimin, nunca.