ªTodos los derechos reservadosª ¿Qué pasaria si después de la muerte toda al familia del sultán Süleiman e Ibrahim y el mismo se encontraran para resolver sus problema? Para volver a ser una familia. Si lo consiguen y se perdonan van al paraíso y si...
Aclaración: Nurbanu murió después de Mihrimah pero yo lo puse al revés
Narrador
- Tengo una idea- exclamó Mustáfa- ¿Pórque Hurrem Sultan, Ibrahim Pasha y su majestad tratan la muerte de Ibrahim ellos solos?
Narra Süleiman
Después de la propuesta todos (menos los mencionados) estuvieron de acuerdo por lo que los tres no fuimos a hablar a parte en una historia que se contara más adelante pero ahora se dejara en la imaginación del lector
Narrador
Mientras esos tres hablaban se creó un silencio no incomódo si no expectante que provocó que todos se miraran, con miradas unas más agradables y otras menos.
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- ¿Qué tal esta Murad?- preguntó Nurbanu con seguridad
- Muy bien- contestó con suficiencia Mihrimah- Es buen sultán
- ¿Y Safiye?- preguntó Nurbanu lo que provocó una sonrisa en Mihrimah
- Es la madre del heredero, ya lo sabes- contestó- Tiene un muy buen lugar en palacio y es una mujer muy elegante, muy capaz de ser Valide
- Una serpiente- susuró claramente
- La mejor Valide es una gran serpiente- sonrió la castanya
- Concretamente una víbora- también dijo la pelinegra- Como nosotras
- Como nosotras- confirmó y las dos se fijaron en Selim y Bayaceto que se daban la espalda literalmente y no se dirijían la mirada
- Su majestad- llamó Nurbanu a Selim lo que provocó desconcierto porque en ese grupo habían dos sultanes, por eso Nurbanu no continuó con su llamado
- Mihrimah- dijo Sha- En víboras, tu y tu madre sois las más expermimentadas
- Con orgullo pero nada comparada con ustedes, las hermanas de mi padre
- Somos tus tías, debes respetarnos- gritó Hatice
- Todo el respeto que ustedes me tienen a mi y mi madre-dijo con calma Mihrimah
- El respeto que merece tu madre- exclamo Mahidevran
- ¡Ella merece respeto igual que yo!- exclamó también Mihrimah
- ¡¿Acaso yo no merecía respeto?!- preguntó gritando Mahidevran- Acaso yo no merecía el mínimo de de consideración por no tener el amor del sultán. ¿Era culpa de la concubina rusa? No, con el paso de los años después de la muerte del sultán me di cuenta de que en parte no me comporté bien en todo pero eso jamás podrá justificar nada de lo que me hizo tu madre, bueno, quizá...
- Pues eso lo debes de decir delante de mi madre- la interrumpió Mihrimah - después de la muerte de mi madre descubrí que fue a verte y se disculpó y tu también lo hiciste
Mahidevran la miró recelosa (desconfiada) por la manera en lo que le dijo, se cerró de brazos y miró a otro lado en sentido literal
Después de un rato en el que volvieron al silencio los tres desterrados volvieron y se negaron a decir nada
