Uno

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—Estás muerto, Tae. Seguro que te pedirá algo que ni siquiera él se atreve a hacer y solo con eso ya tengo mucho qué decir —Yoongi sonrió un tanto burlón mientras se cruzaba de brazos, ambos sentados desde una posición alejada del resto de los miembros del club que se mantenían ensayando la misma escena por la que había negociado con el omega hace unos días atrás.

Taehyung asintió, porque de hecho Yoongi tenía razón.

—Solo espero que me tenga piedad. Algo así como el beneficio de antigüedad —dijo con la mirada en la misma dirección que el alfa junto a él—. Después de todo somos amigos desde hace años. Tengo el derecho de no maleficencia.

Pero su subconsciente no parecía estar de acuerdo con ello, porque un instante después de que terminó de decir, sintió cómo un escalofrío le recorrió el cuerpo por completo, y Taehyung se negó a apartar los ojos cuando entraron en contacto con los grandes del omega, quien constantemente se giraba a sonreírle entre ratos, tal como estaba haciendo ahora.

Estaba de más decir que lo tenía preocupado.

—Pues yo creo que sacará el máximo provecho de ti. Y no digas más conceptos extraños si no los sabes utilizar —Yoongi se giró a mirarlo ceñudo pero con una pequeña sonrisa en el rostro, de alguna forma disfrutando que algo, o más bien alguien, finalmente generara una reacción lo suficientemente interesante en Taehyung.

Porque Yoongi no se lo diría si no se lo preguntaban, pero Taehyung usualmente era un poquito cuadrado en la mayoría de las cosas. Era del tipo que solo hacía aquello que se debía de hacer y evitaba a toda costa lo que no.

Una persona quizás demasiado recta que a veces caía en lo rutinario y en lo aburrido. A Yoongi por eso no le sorprendía cuando Taehyung se quejaba con él, fastidiado por siempre hacer lo mismo a tal punto que llegaba a ser abrumador y cansado.

Bueno... esperaba que esto lo entretuviera lo suficiente.

—Mira —creyó que podría obtener alguna otra reacción si le metía algo de nervios. Y Taehyung quizás era muy ingenuo, porque ni siquiera se lo cuestionaba—. Si lo ves con atención parece que se está esforzando demasiado en que esto le salga bien. Yo creo que lo está haciendo para equilibrar ambos lados del trato, así que debe ser algo denso, si me lo preguntas.

Por algo Taehyung no se lo preguntaba.

Su mirada se desvió por un momento a Yoongi y luego de regreso al frente, donde el omega estaba practicando las pocas líneas que tenía antes de su solo. El estómago se le revolvió en nervios por el vértigo que una sola persona le generaba y empezó a sentirse sudar entre el clima fresco del aire acondicionado porque era cierto, Jungkook estaba participando activamente con el resto del cast.

Bastante fuera de lugar, viniendo de él.

Porque el omega era bastante conocido por ser distante y ácido en las palabras, lo suficientemente intimidante como para querer alejarte de él, totalmente contrastante a su bonito aroma hipnotizante que era imposiblemente dulce incluso a la distancia.

Los demás decían que era algo así como un cebo falso, pues Jungkook era de todo, menos dulce.

Siempre evitaba la interacción social a toda costa y recurría a ella solo cuando necesitaba algo a cambio de los demás, así que Yoongi tenía razón.

Estaba perdido.

Estaba perdido

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