𝘠𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘔𝘪𝘯𝘦 - 𝘌𝘕𝘏𝘠𝘗𝘌𝘕 #𝘑𝘢𝘺𝘏𝘦𝘦𝘑𝘢𝘬𝘦

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Nota antes de leer: el nombre de K se cambio ya que prácticamente no se sabe cual es su nombre.

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Jay llegó al lugar de la ya acabada fiesta con el corazón desbocado, sintiendo que diez caballos galopaban enfurecidos en su pecho y causaban estragos en su estómago de los nervios que tenía.

Riki le había revelado que el cuerpo que él y Jake junto con otros dos chicos encontraron era el de K, el ex novio de Heeseung.

Él se bajo rápidamente del auto mal estacionado apreciando por un corto segundo las cuatro, no, cinco patrullas que habían llegado rápidamente al lugar junto con un pequeño equipo de peritos, luego se apresuró a la puerta del copiloto y la abrió, sosteniendo la mano de Heeseung, quién temblaba del miedo.

—Seung— dijo Jay mirando al omega a su lado y sosteniendo su mano en todo momento —E-Estoy aquí contigo.

Trató, juro que trató de sonar confiado y seguro de sí mismo, pero él mismo sentía que se desmoronaba y que pronto el pánico se haría cargo de su cuerpo mandando a la mierda a su temple de acero.

Heeseung lo miró y le dió una pequeña sonrisa que se asemejo más a una mueca triste y llena de miedo que se esforzaba por parecer una sonrisa, tratando con todo su ser de transmitirle paz al alfa, a su alfa.

Jungwon se acercó a ellos tan pronto los vio junto con Riki y Jake, quien se veía tan asustado como los otros tres nombrados, Jungwon temblaba notablemente asustado, Riki se mordía las uñas hasta que notaba que en cierto momento probaba el sabor metálico de la sangre, y Jake respiraba un poco agitado tratando de calmarse y de recuperar color en su rostro.

—¿Qué fue lo que pasó?— pregunto Heeseung en un susurro quebrado, un susurro que demostraba el tsunami de emociones desbocadas en su interior que amenazaban con destruirlo en cualquier segundo.

Porque en su estado actual, el tiempo era tan efímero que lo sentía escapar de sus manos cómo sí de granos de arena se tratase.

Riki habló, sacando su mano de su boca —No-Nosotros fuimos a la habi— trago duro tratando de calmar sus nervios y suspiró —A la habitación porque escuchamos unos rui-dos.

»No sabemos qué pasó— continuó el menor del grupo— Solo escuchamos como si estuvieran p-peleando en algún lugar y un gr-grupo se nos... Se nos acercó para preguntar— Riki tembló, demostrando cuanto miedo y odio sentía al relatar dicho suceso tan posiblemente traumático —Buscamos por la casa y de repente se comenzó a oler s-sangre, seguimos el olor y entramos a la habitación y...

El silencio que sumió al grupo por un segundo hizo que todo a su alrededor se sumiera en silencio, las sirenas no se escuchaban, los pasos, las voces los murmullos de los vecinos y los pocos presentes de la fiesta que se quedaron por morbo, incluso la brisa dejo de soplar. O así lo sintieron ellos.

—Y encontramos a K en el piso de la habitación— habló finalmente el japonés —Lleno de sangre, casi despedazado, con los ojos abiertos hasta más no poder— y el color abandonando la piel del más alto —E-Él tenía una expresión en su rostro que... Simplemente daba miedo. Era como si- como sí tuviera miedo incluso ya muerto, su-sus ojos estaban llenos de terror.

Heeseung perdió fuerza en sus piernas y se desplomó, aunque sin tocar el suelo gracias a Jay, quien lo sujetaba fuertemente contra sí mismo, casi temiendo que sí tocaba el piso se rompería en miles de pedazos.

—Parece que fue una pelea— habló Jungwon ahora, observando la expresión de confusión en el rostro de Heeseung —Uno de los que estaba en la habitación dijo que K provoco a uno de los que estaba en el cuarto y era un alfa con problemas de ira, y lo mató por ese comentario que hizo.

Sí hablamos de miedo, Jungwon no se quedaba atrás, pero hacía todo lo que podía para ser ese soporte que sus amigos necesitaban ahora más que nunca. Tomando la valentía y el coraje de contar algunos detalles que consideró importantes, como que el alfa que hizo ese horrible e inhumano acto era algún ex novio de Hyunjin y que K se había llegado a acostar con Hyunjin según lo que escucho.

K no era un Santo, y todos lo sabían. Kano Itō era hijo de un poderoso empresario japonés y su madre era sobrina de un miembro de la corona japonesa, con 18 años se fue a Seúl para estudiar el campo económico Surcoreano realizando un estudio de campo para saber qué tipo de negocio expandir en esa área.

Kano conocio a Heeseung cuando él tenía 19 y Heeseung 16, estando, por supuesto, en ondas muy diferentes. Mientras que Kano iba a fiestas 5 veces a la semana, faltaba a la Universidad, tenía sexo sin control, bebía, fumaba y a veces se drogaba o experimentaba en orgías siendo un alfa pasivo y activo, que a su vez era un "maldito ninfómano" Como le llamaba Heeseung por su obsesión con tener sexo todos los días, el menor tenía salidas inocentes con sus amigos a cafeterías, arcades, fiestas de pijamas en sus casas, una que otra fiesta de piscina y como mucho desvelarse jugando algún juego que le gustara mucho en ese momento.

Ambos se conocieron en una fiesta a la que fue el menor junto a sus amigos australiano y americano, Kano se le acercó sacándole conversación y diciéndole lo lindo que era, Heeseung, como un tonto que no veía que un raro chico de 19 años se le acercaba con intenciones más que obvias a un inocente Heeseung de 16 casi 17 años.

Heeseung recibía constantemente avisos de los amigos de Kano diciéndole que lo habían visto con alguna otra persona, un alfa hombre, una Omega mujer, una beta transexual, una alfa mujer, un beta hombre y demás, quien siempre aseguraba que eran amigos inocentes como él y Jake, aunque le enviaran fotos de ellos en ángulos comprometedores, Heeseung se negaba a creer que su lindo Kano era ese tipo de persona.

Sin embargo, un día, en una fiesta en la que casualmente coincidieron y en donde Heeseung desconocía por completo la presencia de Kano, lo encontró recibiendo sexo oral de uno de los que el japonés llamaba "Sus mejores amigos", Nicholas.

Luego, en otra fiesta, esta vez fue Jay quién lo descubrió teniendo sexo con una omega ebria estando el notablemente sobrio, y finalmente Heeseung lo encontró en al menos 2 orgías, dando por finalizada la relación.

Sin embargo, Kano jamás dejó en paz a Heeseung.

Itō busco como un lunático a su pequeño Bambi, buscándolo en redes sociales, cualquier número que encontrará, en escuelas, por amigos que en algún momento llegaron a ser en común, y cuando por fin dió con él, ni siquiera lo reconoció.

Heeseung tenía 18 años recién cumplidos cuando Kano lo vio, sin reconocerlo, el chico se había operado la nariz, los párpados, su cabello ahora era más largo y portaba un mullet de cabello castaño oscuro con los mechones del flequillo blancos, zarcillos en sus orejas y varios aretes en una de estas, junto con un pequeño arete en una de sus cosas nasales, dándole un aspecto rebelde que acomodaba muy bien con su camisa fuera del pantalón, corbata suelta y mangas de la camisa recogidas hasta los codos.

El chico había crecido, paso de medir 1.70 a 1.82 en menos de un año y se notaba su cuerpo más trabajado, sin embargo, algo que no cambió fue su hermosa mirada genuina llena de emoción y un poco de inseguridad, una mirada inocente que enamoraría a cualquiera que la viera al menos una vez en su vida por un segundo.

K descubrió que Heeseung era el más popular de su escuela, que no iba a fiestas desde más o menos el día que terminaron, que tenía nuevos amigos y que pertenecía a puestos importantes en su escuela, por ejemplo, era el presidente del Consejo Estudiantil, capitán del equipo de fútbol, primero de su clase y favorito de los profesores, y además daba tutorías a sus compañeros cuando no entendían nada.

Y sinceramente, Kano estaba orgulloso de su muchacho, porque sufrió, lloró, odió, amó y sin embargo ahí estaba, de pie, siendo la mejor versión de sí mismo y dando lo mejor de sí, superandose a él mismo y a las expectativas de los demás, siendo cada día que lo veía mejor que el anterior, contrario a él, quien se obsesionó con un hermoso adolescente, anhelando que volviera a dirigirle la palabra algún día.

Todos sabían las mierdas que había hecho K como adolescente, pero no sabían todo lo que había hecho para recuperar al que él creía que era el amor de su vida. Sin embargo ahí estaba ahora, en una camilla siendo metido en una bolsa negra, con fríos ojos que miraban la tela que lo cubría y anhelando que su omega le perdonará, incluso si ya no estaba ahí con él.

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