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El cielo comenzaba a aclararse poco a poco, siendo ya las 5:40 de la mañana, el sol estaba comenzando a salir, haciendo ver el cielo en un tono azul índigo un poco claro.

Heeseung se encontraba acostado en la cama cubierto por la suave manta de Jay, usando una camisa y pantalón de pijama del alfa que se encontraba sentado a su lado observando el cielo.

Jay no logró dormir en toda la noche, velando por el bienestar de su omega, quién se negaba a dormir solo y el alfa tampoco se atrevía a dejarlo solo.

Durante toda la noche se dedicó a cantar en voz baja alguna canción al azar que le llegará a la mente, acariciar el cabello, rostro, brazos y espalda del mayor o de simplemente observar el cielo durante cortos períodos para luego volver a acostarse junto a su amado.

El omega se removió en su lugar un poco dándose la vuelta para quedar boca abajo aún estando dormido, Jay sonrió y se acostó junto al mayor nuevamente para comenzar a repartir delicadas caricias por el cabello del mayor para hacerlo dormir más fácilmente.

Cuando escucho la respiración más suavizada del omega se dedicó a acostarse a su lado y tratar de dormir, nuevamente, sin éxito.

Pasaron 20 minutos cuando trato de conciliar el sueño sin éxito alguno, por lo que solo se puso de pie con cuidado y colocó su almohada al lado del mayor para que no se asustara. Caminó hacia la cocina rascando su hombro por encima de la camisa y abrió el refrigerador para destapar una botella de agua y beber de ella.

Miró la hora en el reloj digital de la cocina, 6:03 de la mañana, el sol comenzaba a pintar el cielo de tonos amarillentos y rojizos.

Puso una cafetera con agua para calentarla ya que el omega no era fanático del café, prefería un té verde para el desayuno. Saco 4 huevos, champiñones, cebollín, pimienta, sal, tocino, pan y se dispuso a cocinar el desayuno para ambos.

Batió los cuatro huevos con la batidora de mano y espero unos segundos mientras le aplicaba la pimienta y la sal a los huevos. La apagó y añadió el cebollín y los champiñones previamente cortados a los huevos crudos para luego batir durante otros diez segundos.

Agregó la mantequilla al sartén y espero que se derritiera un momento para luego añadir la mitad de la mezcla de la tortilla, al añadirla, la tapó con una tapa de vidrio.

Mientras esperaba por la primera tortilla comenzó a freír el tocino y espero que las tres rodajas de pan del omega se tostaran.

Luego de servir el tocino, el pan y la taza de té verde el mayor, le dio vuelta a la tortilla y mientras esperaba que estuviera listo, se dispuso a encender el televisor y poner el canal que el omega siempre disfrutaba ver recién despertaba, un programa de caricaturas.

Heeseung se levantó pocos segundos después, despeinado, con un ojo medio cerrado del sueño y por el choque de luz y con su pantalón de pijama un poco volteado. Jay sonrió al verlo, siempre era una dicha ver a Heeseung recién levantado, pero para Jay verlo recién levantado y con su ropa era algo que pasaba cualquier límite. Sentía a su alfa rasguñando su interior al ver a su omega con su ropa, la cual dejaría una ligera marca de olor en el después, y a su vez él dejaría su marca de olor en ella.

En este momento, ¿A quién le podía rezar Jay? Digo, para hacerle un altar por permitirle esa bendición.

Heeseung le sonrió y se sentó en el mesón en el que Jay había dejado ambos platos, en el que sólo en uno faltaba la tortilla.

Buenos días— habló Jay con una sonrisa, Heeseung le respondió de igual forma pero con su voz más ronca, removiendo las entrañas de Jay —¿Dormiste bien?

𝘠𝘰𝘶'𝘳𝘦 𝘔𝘪𝘯𝘦 - 𝘌𝘕𝘏𝘠𝘗𝘌𝘕 #𝘑𝘢𝘺𝘏𝘦𝘦𝘑𝘢𝘬𝘦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora