-Draco estás seguro que esto es todo?- Preguntaba Harry observabando solo una guitarra desgastada, una libreta vieja y unas pocas prendas de ropa.
-Sip, muy seguro- El ojiplata cerró la cajuela del auto después de poner sus pertenencias bien acomodadas. Se le notaba que estaba un tanto nervioso, pero Potter prefería no hacerle sentir peor.
-Estás listo?- Harry lo miraba ya dentro del auto, no había vuelta atrás, no quería arrepentimientos. -Sabes q...-
-Estoy listo- Black sonrió levemente para apasiguar a Potter. -No me hagas querer salir corriendo, anda vamonos, tengo muchas ganas de ver a mamá.- mientras hablaba los dedos de sus manos que ahora se encontraban en su pierna derecha danzaban al ritmo de una melodía de cuna que le cantaban cuándo era bebé. Esa simple pero linda tonada siempre lograba calmarlo.
-La verás, yo me encargaré de eso.- antes de encender el auto el pelinegro le dio una pequeña caricia en la mejilla al peliplata. Éste reaccionó un poco extrañado por la cercanía haciéndose atrás, Harry solo soltó una risita para luego avanzar.
El tiempo que pasaron en el hospital de nombre "Greanger Coast" fue agradable, Black imaginaba un buen lugar, y para simplificarlo, joder, había superado por mucho sus expectativas, predominaba el color blanco y el aroma a cloro con fabuloso morado.
Duraron en la estancia algunas horas, ya que los doctores debían asegurar que la paciente tuviese un correcto descanso, al irse Harry se despidió de una chica de cabellos dorados y un tanto alborotados. Draco pensó que la nariz de la chica era muy bonita, pequeña y respingada, casi cómo la suya.
Las calles estaban repletas de gente, si en dónde vivía ya creía que eran un buen montón de personas, la zona de la casa de Harry era fácilmente 10 veces mayor en población.
Entre más avanzaban Draco más casas lujosas veía, parecían ese tipo de las que solo aparecen en películas de gangsters, tan grandes que compartían parentezco con mansiones, así de enormes, todas contaban con piscinas y hermosos decorados, por Dios, hasta las macetas en sus jardines parecían tener incrustaciones de oro, tanta superficialidad no le cabía en la moral.
Entre tantas, una captó su atención, ya que ésta estaba rodeada de una gran muralla de concreto, para que su interior no sea visto. Al pasar frente a esa residencia en específico, Harry movió el volante dorigiendose al enorme portón que dejaba dislumbrar algo que parecía ser un palacio de ensueño.
Era una casa antigua estilo victoriana, algo cómo eso en un barrio tan moderno era indescriptible, sumamente excéntrico, emanaba respeto a su propietario de una forma elegante.
Las puertas se abrieron dejándolos pasar, Potter aparcó su auto frente de la gran y ostentosa puerta.
-Ésta es tu casa?- los ojos del rubio brillaban de emoción y curisidad, era sorprendente, no sabía que analizar primero, si el jardín lleno de rosas rojas o los detalles que todo su alrededor denotaba.
-No, mi pequeño Dragón. Ésta desde ahora es nuestra casa- el ojiverde se sentía enternecido por el comportamiento de su rubio, era como un niño que va a un parque de diversiones por primera vez... Aunque bueno para Draco posiblemente aplicaba ese comentario literalmente.
-Joder esque, esque wooow, es enorme-
-Lo sé, eso dicen todas-
-Eh?-
-Nada, entremos, así te doy un pequeño tour para que no te pierdas.- Potter abrió dejando pasar a Black para posteriormente entrar él y cerrar tras de sí. -Mira por allá- apunta con la mano abierta a la derecha -Está la cocina- dio unos pasos y volvió a apuntar a otro lado. -Por allá está en baño de la planta baja, no cuenta con ducha, por allá la sala, y allí está la sala del televisor-. Señalando a las ecaleras le dijo. -Por allá están mi cuarto, gimnasio, cuarto de lavado. Y la terraza- apuntó arriba ahora -Ésta allá arriba.- terminó de explicar con una sonrisa.
ESTÁS LEYENDO
🍬Daddy's good boy🍬 [ Harco ]
FanficEl empresario Harry J. Potter tenía todo, poder, dinero, prestigio, todo, excepto a Draco Black.