III.

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Capitulo 3: El tiburón Amarillo y el dios del rayo.

.... .... ....

"¿Me puedes decir de nuevo que hacemos por aquí?"-

Cuando honestamente le pregunto a Yamato sobre una posible persona, para tener en la tripulación, no se esperó que en realidad tuviese una.

Ya que habían estado en Grand Line por menos de dos días, un tiempo demasiado corto para siquiera obtener la suficiente información sobre personas poderosas que no han sido reclutadas para tripulaciones de piratas.

Pero.... Yamato siempre sorprendía bastante. Por las dos casi semanas que habían pasado juntos, desde su ataque en frenesí hacia la isla de Wano con respecto a Kaido, tuvieron el tiempo suficiente para hablar.

Aprendió que en realidad Yamato quería a su padre como un ídolo a seguir.

Al principio como cada rumor que se podía hacer crecer, no lo podía creer ya que muchas personas concordaban, que ella en realidad estaba jugando con eso, pero fue todo lo contrario.

Ella en realidad si pensaba de esa manera, e incluso, le había mostrado el diario de su padre que había encontrado rondando por ahí. Y si, ella en realidad si pensaba de esa manera.

"Buscamos al tiburón amarillo."

Como vice-capitana, ella había aceptado la misión de también buscar a gente que en realidad pudiese ser capaz de participar en la tripulación. Y ella había encontrado este nombre en las zonas más bajas de Grand Line.

Su apodo era el tiburón amarillo, o el tiburón con manada.

No entendía el contexto de ese apodo, pero podía entender algo del segundo título alternativo. Ella tenía gente acompañando a su persona, o personas que eran sus subordinados. Pero entendió algo de eso, ella era alguien que podía proteger a alguien.

Siempre el contexto de una manada de algo, significa que es un grupo de protección, y eso es lo que buscaban.

"Oye.... ¿Vas a estar con esa ropa todo el tiempo? Digo, hace un calor de mierda por esta zona."

Habían empezado a agarrar mucha confianza entre ellos dos, y ya empezaban a hablarse con menos respeto, ya que ellos no necesitaban ese tipo de respeto entre ellos. Eran compañero de tripulación, y ellos no necesitaban eso.

"Tienes razón, tengo que cambiarme esta ropa, pero no tengo dinero para comprarme ropa."

Sonrió de manera perversa al escuchar la palabra de dinero. El dinero aparte del cariño de la familia, eran las cosas más importantes para su persona. ¿Y por que era eso? Ya que el tenía una suerte del carajo. La riqueza siempre venía a el, y el nunca necesitaba preocuparse por estar pobre.

El tenía demasiado dinero guardado en sus bolsillos, para darle a quince aldeas completas para que puedan vivir más de diez años normalmente con todos los mejores lujos, y todavía tendría para cien años más.

Si. Uno de sus títulos chistosos que tenía debajo de la tripulación de su padre, era: "El bastardo suertudo del carajo del oro."

Sobrenombre realmente estupido, pero bastante gracioso en su opinión.

Volvió a mirar a Yamato, esta se estaba abanicando con un abanico de oro que el tenía, ya que las mayorías de sus propiedad eran de oro. No tenía nada que no fuese de oro, y aveces tenía cosas que usaba eran bastantes extrañas.

Esta movía el abanico por cada mano, ya que cuando la mano que usaba se cansaba, cambiaba de mano para seguir con el viento que le pegaba. ¿Como podían aver piratas que podían tener más quince kilos de roba encima?

La Estrella más BrillosaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora