Capitulo 1

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Oh it's what you do to me Oh it's what you do to me Oh it's what you do to me Oh it's what you do to me What you do to me .

Lorely escuchaba por los casquetes de sus auriculares. Mientras caminaba rumbo a la plaza más cercana a su casa, que quedaba alrededor de unas veinte cuadras, donde Lorely iba casi todas las tardes a leer sus libros o despejar su mente.
Ella disfrutaba leyendo en lugares abierto al aire libre, preferiría ir al paseo de independencia, pero le quedaba bastante lejos de su casa y cuando llegue allí ya seria de noche y tendría que volver, así que opto por ir a la plaza más cercana de su casa.
Al pisar el césped, se quitó los auriculares, cerro los ojos e inspiró el aroma a césped recien cortado, trato de omitir el ruido de los autos y los niños jugando para concentrarse en el canto de los pajaritos.
Se dirigió al roble más grande y antiguo en la plaza, se sentó bajo este, de su mochila saco el libro de hush hush, el cual se había comprado hace poco y se dedico a leer página tras página devorándose el libro. Unas risitas y gritos cerca de ella la distrajeron, llevo una mirada de odio hacia ese grupo de cuatro chicos que jugaban a la pelota. Ninguno de ellos la vio. Su miraba volvió a el libro y por más esfuerzo que hacia esos gritos y risas la desconcentraban.
—¡Cuidado!—gritó uno de esos chicos.
Lorely lo escucho pero no le dio importancia, hasta que la pelota golpeó fuertemente su cabeza. Ese golpe hizo que soltara el libro perdiendo la página por la cual iba. Se secó rápidamente esas lágrimas que calleron debido al golpe.
—Mierda, mierda, mierda.—susuraba mientras buscaba la pagina del libro.
Uno de aquellos chicos se acercaba a ella con la pelota en la mano.
—Disculpa, —dijo el chico castaño claro apoyando una mano en el hombro de Lorely.—¿Estas bien?—preguntó con una voz gruesa.
Lorely sabia que se trataba de uno de aquellos chicos se encontraba muy enfadada, la habían hecho perder la pagina de el libro.
—¡Me hicieron perder la pagina del libro!—espetó enfadada sin quitarle la vista al libro.
—Disculpa, no fue nuestra intención, es que mi amigo es medio manco para jugar.-se disculpa el chico en un tono sincero.
Lorely levanto la mirada con la intención de decirle que su disculpa no le interesaban y menos la de sus amigos. Pero al ver esos pilares azules intensos la dejaron sin aliento. Los vio por unos segundos, pero a ella le pareció que habían pasado una eternidad.
—E-e-esta b-bien. —tartamudio nerviosa.
El chico le respondió con una sonrisa, que le había parado el corazón. No solo tenia ojos hermosos si no que también su sonrisa lo era.
No le importo buscar la página del libro, se quedo sentada allí fingiendo leer, mientras que sus ojos miraban al chico por el bordillo del libro.
El cielo se estaba tiñendo de azul oscuro. Aquel grupo de chicos jutaban sus pertenencias para dejar  la plaza, Lorely supo que esa fue la ultima vez que vería aquellos ojos azules como el mar y esa sonrisa muy simpática que habían conquistado sus ojos. Ella se preguntaba si aquel chico fuera capaz de conquistar su corazón. Le resulto ridícula su pregunta, un chico así no se fijaría en ella y no tenia oportunidad de volver a verlo.
Camino devuelta a su casa abrazando el libro contra su pecho con mucha fuerza. Memorizando cada razgo de aquel chico en sus pensamiento. Busco entre aquellos recuerdos de libros ya leido alguno que le recordase este momento pero no se le cruzo ninguno.

«Solo fue una casualidad y una casualidad perfecta.» pensó.

Le resultaba nefasto en pensar millones de maneras en la que se podia cruzar con él y en las otras millones de como se empezaban hablar.
Lorely estaba mucho más que segura que para él no había sido nada importante.

« Para los demás solo soy un recuerdo borrozo y un nombre fácil de olvidar. ¿Por qué con él seria diferente? Ademas ni siquiera habíamos tenido una conversación. »

—Oh it's what you do to me— murmuró entre dientes.

Lorely entro a su casa gritando «Llegue» pero el único que la vino a recibir fue su perro Hank, que saltaba de alegría, ella se agachó para acariciar y jugar un rato con él. Subió a su habitación corriendo tratado de que Hank no la alcance pero fue inútil por que antes de que entre a su habitación Hank le mordía las zapatillas y le dificultaba caminar. Ella lo arrastro hasta el ropero donde busco algo cómodo para ponerse después que saliera de la ducha.
Terminó de ducharse justó, la cena ya estaba lista. Salio del baño con el pijama puesto sintiendo ese aroma tan peculiar a estofado que se repartía por toda la casa.
—Lorely, Harriet, ¡bajen ya esta la comida!
Harriet salió disparada de su habitación al escuchar que la comida ya estaba lista, Lorely se sorprendió al verla salir corriendo así. Bajo y se dirigió a la cocina. Se sentó en la mesa juto a su hermana mayor Harriet en la punta de la mesa se sentaba Tom su padre, y a su lado derecho Grace su madre.

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