Unstoppable

Miedos

Advertencia: leve mención al bullying  y homofobia 

Chifuyu estaba poniéndose el uniforme de la escuela mientras se replanteaba la idea de no ir a clases. Le asustaba mucho estar en una nueva escuela. No era bueno socializando y Hinata ya no iba a estar ahí con el. 

     —¿Ya estas listo? —Dijo su mamá entrando a su cuarto

     —¿Enserio tengo que ir? —se miró en el espejo con su uniforme puesto—. Sería mejor contratar un tutor que me pueda dar clases desde casa. 

     —¿Tu crees que somos ricos? ¿De dónde voy a sacar el dinero para contratar un tutor privado? —Lo miró enojada. Chifuyu se sintió culpable, sabía que lo que pedía era absurdo—. Escucha, sé que es difícil para ti pero  necesitas retomar tu vida de antes. No puedes pasarte toda la vida huyendo de tus miedos —Suspiró al no escuchar una respuesta—. Hablé con un psicólogo y creo que deberías ir con el. 

    —No, absolutamente no —Chifuyu miró horrorizado a su madre. El ya había ido con un psicólogo antes y no fue lo que esperaba. 

     —Muy bien Chifuyu dime ¿Por qué estas aquí? —. dijo el señor frente a él, era un señor canoso, ya mayor, Usaba un pantalón de mezclilla y una camisa de cuadros. Estaba moviendo con impaciencia un lapicero.

     —Últimamente no me he sentido bien —Chifuyu se quedó pensando unos segundos que más decir—. No he podido salir de la cama, ya no me puedo relacionar con las personas como antes, tengo miedo. 

      —¿Miedo de qué? ¿A qué crees que se deba todo esto? —dijo viéndolo fijamente

     —En la escuela me molestaban por ser afeminado según ellos —. Se removía en su silla con incomodidad, recordar todo eso le hacía sentir incomodo.

Chifuyu alzó su mirada, el psicólogo lo miraba pero no de la manera que el esperaba. Lo miraba con una seriedad que le hizo sentir incomodo. El señor solo bajó su mirada y comenzó a escribir en su libreta. 

       —¿Hiciste algo para provocarlos? —Volvió a mirarlo.

       —¿Perdón? —Esa pregunta tomó a Chifuyu desprevenido, no sabía a que se refería. 

      —Si niño, no creo que te hayan llamado así por nada ¿Hiciste algo para provocar esos insultos? —El señor lo miraba con impaciencia, como si fuera un tonto.

     —Supongo que porque soy gay pero no entiendo eso que tiene que ver, yo...

     —Y como esperas que no te digan algo si no mantienes esas cosas de forma privada —Rodó los ojos mirando con desesperación a Chifuyu—. Dices que dejaste de relacionarte con las personas y que tienes miedo ¿no? —Miró a Chifuyu en busca de una respuesta pero no dijo nada, solo se limitó a asentir—. Pues  sal de tu casa, ponte a hacer algo. Cómo esperas mejorar si no haces nada y te la pasas acostado como un flojo.

En ese momento Chifuyu no pudo más y comenzó a llorar pero no porque hablar de sus problemas le doliera, lloró por la impotencia, lloró por sentirse culpable y como un tonto. No toleraba la mirada que le daba el psicólogo, lo miraba como si fuera un niño tonto exagerando todo, como si sus problemas fueran tontos. 

     —¿Has pensado en acercarte a dios? Muchas veces eso ayuda a aliviar el dolor.

Chifuyu no dijo nada, ni siquiera le dijo que él no creía en dios. Siguió llorando hasta que acabó la sesión. En casa le contó todo a su mamá y ya no volvieron a ir, su mamá insistió en buscar otro psicólogo pero él  se negó  alegando que podía recuperarse solo.