Capítulo 3

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(Susan)

Martes 13 de agosto, 2013
8:15a.m.

Siempre que estoy en esta plaza, rodeada de naturaleza, me sorprendo por tal maravilla que creo Dios. Si me preguntan qué es lo que más amo de la creación, diría que es el cielo. Amo el cielo; siempre he admirado su gran belleza, amo las nubes blancas y esponjosas que en él se pasean cada día, el muy hermoso tanto de día como de noche.

Una de las razones por la cual Kiara y yo, decidimos estudiar Artes. Es porque amamos plasmar en esos lienzos la perfecta creación de Dios, somos dos artistas que tienen el sueño de crear cosas hermosas. Nuestro artista favorito es aquel que creo el universo y todo lo que en el habita. Algo que ambas tenemos en común es nuestra pasión por el arte y todo lo que la conforma.

Vuelvo a pasar mi lápiz con suma delicadeza en mi cuaderno de dibujos. Mi mejor amiga sigue en la misma posición de hace unos quince minutos; estoy dibujándola. Ella sigue recostada en el tronco del árbol que esta junto al lago. Alzo nuevamente mi vista hacia ella, la examino y vuelvo a mi cuaderno para continuar haciendo su nariz perfectamente perfilada.

-¿ya terminaste? -pregunta, se nota que ya se cansó de estar en esa posición.

Me vuelvo hacia ella- sabes que no Kia, pero falta poco tranquila.

Hace un puchero y finge estar llorando- me arrepiento de haberte dicho que me dibujaras.

-¿enserio Kia? -la miro seriamente, no es la primera vez que me hace esto- Deja de quejarte, solo me falta hacer tus labios y cabello.

Respira profundamente- bien, apúrate.

Vuelo a concentrarme en mi dibujo. Luego de diez minutos le hago saber que he terminado.

-ya era hora, mi trasero y espalda ya no aguantaban ni un minuto más.
No puedo evitar reírme- y me dicen dramática a mí.

Ella solo me mira con cara de pocos amigos y saca su celular de su bolsillo. Yo imito su acción y me sobresalto al notar que son las 8:37a.m.

-¡Oh por Dios! Debemos irnos.

Frunce las cejas confundida- ¿qué? ¿Porque?

-debí llegar al trabajo hace treinta minutos -tomo todas mis cosas desesperadamente y las meto en mi mochila- ¿en qué momento se hizo tarde?

-¿en el momento en el que decidiste dibujarme?

La miro- ¿enserio?
-¿Qué?

-deja tus juegos para luego y sube al auto.

Alza sus cejas- ok mamá, no te enojes.
Caminamos hacia mi auto y subimos rápidamente. Por suerte no estamos muy lejos del Café.

-oye Kia.

La mencionada despega su vista de su celular y me mira- ¿sí?

-¿te quedaras en el café hasta que termine mi turno?

Vuelve la vista a su teléfono- si tú quieres puedo esperarte, así aprovecho de estudiar -lo apaga y lo guarda en su bolso- Y tal vez vea a la señora Alice, me gustaría hablar un rato con ella.

-está bien. A ella también le dará gusto verte de nuevo.

Si, la señora Alice conoce a Kia. Se la presente un día cuando nos encontramos con ella en el Dr. Ronald McNair Park. Hablamos un rato, Kia y Alice se llevaron muy bien de inmediato. Casi todos los martes, cuando vengo al trabajo, Kia me acompaña, y si la señora Alice se encuentra en el café, se sienta junto a ella para hablar.

Luego de estacionar el auto en el mismo lugar de siempre, bajamos rápidamente. Kia camina detrás de mí de lo más tranquila, mientras que yo casi me caigo por no mirar al suelo. Entro por la parte de atrás y me dirijo a la cocina, Lily me ve cuando llego y deja a un lado los platos que acaba de secar.

De la mano de DiosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora