Le hice el amor a sus demonios
Mientras pensaba en tu sonrisa
Que maldita esta vida mía
De tocar su piel
E imaginarme tu risa
Bese sus labios
Pero vi tus ojos
Tome sus manos
Pero vi las tuyas
A esta maldita rutina que aúlla
Que lleva tu nombre
Que aunque lo esconda entre suspiros
Rasguño su espalda
Nombrándote a ti.
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Del fondo del cajón
De Todotodos tenemos un cajón donde guardamos lo malo, lo bueno, lo que no queremos contar, lo que queremos guardar para siempre... un cajón lleno de intimidades.