Lo que un día fuimos

Capítulo 7. Recuerdos

Maia

Me cruzo de brazos mientras lo observo con el ceño fruncido.

—No me veas así.
—Te veo como se me dé la gana Walker.

—Mai no quiero sacarte a la fuerza de esa habitación mientras lloras como una desquiciada- contesta alzando un poco la voz mientras señala la puerta entreabierta.

—Para tu información, ya no lloro como desquiciada- le respondo haciendo un puchero con los labios.

Da un suspiro demasiado largo y antes de que diga algo pone una de sus manos en mi hombro y otra la coloca en mi mejilla. -Entraras ahí cuando estes preparada y te sientas lista para hacerlo, ¿De acuerdo?

Antes de que se me callera la botella podría apostar que de los siete minutos que la tuve entre mis manos me tome más de la mitad, tenia mas de un año sin probar alguna gota de alcohol.

Estar en esta casa me trae demasiados recuerdos, que no puedo evitar que mis ojos se empañen haciendo que mi vista se vuelva borrosa, y sobre todo que esos ojos azules como las olas de mar me miren de esa manera tan profunda captando cada una de mis expresiones.

Chase me atrae a sus brazos mientras peina mi cabello con una de sus manos, no me gustan las muestras de afecto, pero los abrazos de los Walker es algo que nadie puede resistirse.

—Te quiero demasiado Bellota—susurra mientras deposita un beso en mi cabeza.

—También te quiero Mojo jojo— también susurro mientras una risita escapa de mí, había extrañado lo que se sentía estar de nuevo aquí.

Antes de que nos podamos separar una voz masculina interrumpe nuestro momento, haciendo que me separe rápidamente de Chase mientras seco con el dorso de mi mano las pocas lagrimas que derrame.

—¿Interrumpo algo?, todos te buscan allá abajo.

—Si, pero ya íbamos— responde cortantemente Chase mientras nos dirigimos hacia las escaleras.

Antes de que pueda continuar caminando me detiene agarrando mi brazo impidiendo que pueda seguir caminando.

—¿Podemos hablar?— pregunta mirándome a los ojos.

—No Monroe- se escucha la voz de Chase detrás de mí.

Ayer en el instituto no lo había visto, algo había comentado Ben de que se sentía mal y por eso no había ido, lo cual para mí fue un gran alivio.

—Mai, en verdad lo lamento... No quería terminar así.

—Pues tus acciones demostraron lo contrario— le recrimino haciendo que mi voz suene más dura de lo normal.— Así que ahora suéltame.

—No, déjame explicarte las cosas.

—Suéltala Monroe— replica Chase colocando una mano sobre el agarre de Daniel que mantiene en mi brazo.

Se adentran en una discusión la cual no le presto atención, no me duele lo que me hizo Daniel, ni si quiera había pensado en el todo el tiempo el que me fui, lo que me decepcionaba era el hecho de que yo creía en él.

Suelta su agarre de mi brazo por lo que lo miro directamente a los ojos.

—No quiero hablar contigo— contesto cortante.

Me dispongo a bajar las escaleras rápidamente con Chase detrás mío esquivando a todas las adolescentes hormonales que se encuentran dándose besos y metiéndose mano hasta los intestinos.

No dejo de atravesar a personas que están bailando en medio de la sala hasta que una mano me jala pegándome a su cuerpo. Claramente Madison y esta de pasada de copas y decir demasiado es poco.