𝐶𝑜𝑟𝑟𝑖𝑔𝑖𝑒𝑛𝑑𝑜 𝑎𝑙𝑔𝑢𝑎𝑛𝑎𝑠 𝑐𝑜𝑠𝑎𝑠 𝑒𝑛 𝑡𝑜𝑑𝑜𝑠 𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑎𝑝𝑖𝑡𝑢𝑙𝑜𝑠 𝑐𝑜𝑚𝑜 𝑙𝑜 𝑒𝑠 𝑙𝑎 𝑜𝑟𝑡𝑜𝑔𝑟𝑎𝑓𝑖𝑎, 𝑖𝑚𝑎𝑔𝑒𝑛𝑒𝑠, 𝑒𝑡𝑐. 𝐷𝑖𝑠𝑓𝑟𝑢𝑡𝑒𝑛.
Un multimillonario con una humildad gigante, un gran corazón y...
Estoy tan feliz de volver a Los Ángeles, mi hogar. Fue divertido vivir en Carolina, pero extrañaba ir de compras con mi mamá y salir con mi mejor amigo.
-¿Cómo te fue, nena? -dijo Chandler mientras manejaba.
-Muy bien, fue divertido y es súper lindo cuando nieva -respondí, mirando por la ventana.
-Sí, lo sé. Fue buena idea mandarte a estudiar al lugar donde me crié para que veas lo hermoso que es. ¿Y sigues dibujando?
Tengo un hobby, me encanta dibujar a lápiz, y tengo una libreta repleta de dibujos.
-Sí, claro que lo sigo haciendo. Eso hice en mis tiempos libres. Te hice un dibujo, te lo enseño luego.
-Gracias, enanita -dijo, tomando mi mano y besándola.
-De nada, Chan Chan.
Antes me ponía nerviosa que Chandler me abrazara por la cintura, me susurrara al oído, o me besara la mano o la frente, pero tanto tiempo siendo amigos me acostumbré y terminó siendo algo normal para mí.
-Oye, linda. ¿Quieres conocer a mis amigos? Ellos han querido conocerte desde que me enteré de que volvías. Les he hablado de ti todo este tiempo y quieren conocerte.
-¡Claro que sí! Me encantaría, solo dime cuándo.
-¿Mañana podrías?
-Sí, bueno, a no sr que salga con mi madre o con mi familia, pero sí, con mucho gusto.
-Si no puedes mañana, tal vez el viernes. No hay problema, nena.
-Sí, yo te aviso. Mándame un mensaje.
Llegando al establecimiento de comida rápida, Chandler pidió una Coca-Cola, puré de papa y tres piezas de pollo empanizado.
-¿Y tú, linda, qué vas a querer? Yo pago, no te preocupes.
-Quiero un ginger ale, una hamburguesa de pollo y puré de papa, por favor.
-Por supuesto, señorita, encinco minutos estará su comida. Si gustan, pueden sentarse.
-¡Gracias! -dijimos los dos y nos fuimos a sentar a una mesa cerca de la ventana.
-¿Me vas a enseñar el dibujo o no? -dijo con una cara pícara que daba risa.
-Claro, jajaja. Mira, son estos. El primero soy yo, el segundo es el perrito que tenía mi amiga con la que compartía cuarto, y por último mi favorito, ¡Chandler Hallow! -se lo entregué en su mano.
-¡A la mierda! ¡Quedó hermoso! Obvio soy yo, pero quedé hermoso en el dibujo. Gracias, linda -dijo, doblando la hoja y guardándola en su mochila.
-Jaja, de nada, Chan.
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Al Chandler lo hice con una aplicación, no encontré ningún dibujo de él jajaja.
