Capítulo 6

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Juntos y soldados siberianos
Base de Hydra
(Siberia)
31 de diciembre de 2006

Narrador omnisciente:
En la madrugada del último día del año, en los fríos aires de Siberia, un jet negro surcaba los cielos con rumbo a una de las bases más clandestinas y peligrosas llevando consigo a la pelinegra de cinco años, se encontraba junto a un grupo de agentes que la escoltaban, así como al doctor responsable de su entrenamiento.

Dentro en lo más profundo de la bese, un pequeño niño rubio esperaba en la esquina de una celda. Hecho ovillo en el suelo esperando que fuera la razón por la que se encontraba ahí no fuera tan terrible como la había pasado todos y cada uno de los días desde que su hermana se había marchado. Estaba tan lastimado que ponerse de pie era tortuoso, respirar era molesto y moverse no era algo que quisiera hacer por gusto pues los moretones en su piel parecían doler más con siquiera pensar en hacerlo.

Estaba bastante asustado, más de lo normal, pues afuera no se podía escuchar nada solo se sentía un profundo silencio. No sabía si era por estar tan al fondo del lugar pues lo arrastraron por demasiados pasillos cuando lo trasladaron al lugar o si lo habían abandonado para morir ahí, pero sintió que no era el caso pues nadie se tomaría tantas molestias como para solo llevarlo a morir.

De repente como si las dudas en su mente fueran escuchadas pasos firmes se escuchaban afuera retumbar por el metal del suelo, supuso que eran soldados así que se abrazó más así mismo y cerró los ojos esperando que lo que fuera a pasar terminara rápido. La puerta se abrió para luego cerrarse y una voz que no había escuchado en meses rompió con el silencio que había en el lugar.

Narra Steve:

—S-Steve— abrí los ojos y la dueña de la voz que reconocería en cualquier lado estaba parada en medio de la habitación, viéndome con un alivio que entendía totalmente porque yo estaba igual de aliviado. Intente levantarme para ir hacia ella pero como siempre, mi hermanita es más rápida. Su cara se tornó en preocupación y vino corriendo hacia mi.

—Detente, déjame ayudarte— me ayudó a sentarme y ella se sentó a mi lado.

— Creí que no te volvería a ver — la voltee a ver,~ lucia más fuerte  que la última vez que la vi, me da miedo el solo pensar en lo que pasó para llegar hasta aquí~.

— Te preocupas por mi pero el que parece al borde de la muerte eres tú, que te pasó Steve?, que ocurrió mientras no estuve?— ~ahora lee mentes, y sin permiso~.

—Lo siento— ~claro que no lo sentía~ — Si lo siento, pero mi poder es más sensible que antes y tu mente es ruidosa—. Eso me hizo sonreír.

—Cuando te fuiste, los doctores creyeron que era buena idea intentar arreglarme, creyeron que podían hacer lo mismo que hicieron contigo en mi— trató de no hacer ninguna cara pero sabía que estaba molesta.

—De todos modos no tiene caso recordar eso, juntos o no ninguno hubiera podido hacer algo— No dijo nada dándome la razón. Lo más seguro es que ella hubiera intentado hacer algo pero eso hubiera provocado que nos castigaran a ambos.

Intente acomodarme en mi lugar pero mis brazos no dieron para mucho y golpee a Lena por accidente.

—Déjame ayudarte— dijo ignorando el empujón .Su magia recorrió todas mis heridas y sentí un gran alivio, golpes y moretones que hubieran tardado semanas en sanar desaparecían casi por completo. Era asombroso. 

 

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In The Dark: Echoes of the PastDonde viven las historias. Descúbrelo ahora