Prólogo ~Machiavellian~

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De no ser por esas veces en que cometo la gran
Barbaridad de ponerme a pensar
O por esas otras veces que cometo la gran
Estupidez de no olvidar
De meditar mirando al techo al despertar
De imaginar, cualquier cosa...
De no ser por esas veces en que suelo respirar
Podría jurar que no te recuerdo nada

Y lo peor es que yo te conozco tanto
Que podría recordarte quien eres por si lo olvidas
Y lo peor del caso es que de ti se tanto
Que podría dictar clases intensivas de tu vida
Por eso casi se cuando me estas pensando
Por eso creo saber cuando de mi te olvidas
Y sé que como yo quisieras poder solo parpadear
Echar al tiempo atrás en nuestras vidas...

-Maquiavélico, Canserbero.

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Era por fin el día. Kendall se levantaba de la cama mientras tallaba su par de ojos verdes para retirar el sueño de los mismos. Un rayo de sol entró por su ventaba e iluminó su rostro. La noche anterior su cabeza había dado vueltas, y había jurado que entabló una conversación con su difunto amigo; Johan.

Se levantó dando un estirón mientras soltaba un bostezo largo.

Se recogió su largo cabello con una liga y bajó al piso de abajo de aquel departamento dónde residía. Pasó un par de puertas hasta encontrarse con la cocina, dónde se encontraba su compañero de hogar preparando un café.

-Es bastante tarde, bastardo. ¿Por qué te has quedado dormido tanto tiempo?.- preguntó cariñosamente aquel compañero.

Los ojos verde esmeralda de Kendall brillaron tenuemente. Movió su cabello castaño claro con un cierto tono anaranjado en las luces, y se lo retiró suavemente de la cara.

-Ésta noche fue muy grata. Parece que al amo le ha gustado mi sacrificio. Tanto así que me ha dejado hablar con Johan.- Respondió atenuante ante la pregunta se su compañero, disminuyendo el significado de aquella palabra: "Sacrificio".

Hubo un silencio bastante largo entre ambos. Kendall le tenía una gran confianza a Logran cómo para contarle su mayor e increíble secreto; él no era humano.

-Ken, sé que es difícil para ti, pero creo que es mejor que busques otra manera.- Mascullo su compañero.

-No sé a que te refieres, Logan.- Kendall se cruzó de brazos de manera estrepitosa.

-Sabes perfectamente a que me refiero. Eliminar tu energía tal vez. Quizá eso es lo que atrae a tu creador para atormentarte.-

Logan le sonrió a su compañero. Kendall, por su parte, sintió como un frío le recorría su espalda. Se puso de pie y golpeó la mesa.

-Ya lo he tratado. Es imposible, Logan.-/Respondió a la par que se dirigía por una taza de café.

Tomó la taza y la cargó con azúcar. Le agregó un poco de miel y se dirigió a beber en su habitación. Logan agachó su mirada y se tocó la frente. Cada vez era más difícil soportar el hecho de que su actual mejor amigo hubiese asesinado a tanta gente con un poder extraordinario.

Mientras tanto, la joven Walker se encontraba en algún lugar del bosque caminando con su hermano.

Llevaban en unas bolsas un par de cadáveres a un acantilado a dónde sef aventados. Ambos, empapados en la dulce sangre de un par de inocentes sonreían al cruzar miradas los unos con los otros. Por un momento se perdieron en las sonrisas que no se dieron cuenta del que lugar que buscaban ya estaba frente a ellos.

Y ahí, sacaron los cadáveres de sus bolsas. Angie, fue la primera en lanzar el cuerpo, no sin antes lamer de nuevo la sangre que cubría la jugosa mano de la fallecida joven que pretendía aventar.

-¿Te gusta, Hermana?.- Preguntó Jerson mientras sonreía pícaramente.

-Bastante.- Respondió la joven mientras una gota de sangre caía por sobre su labio.

Jerson amplió la sonrisa aún más al notar esas gotas bajar por la barbilla de su gemela.

-No te asustes, pequeña.- Murmuró mientras se acercaba a la cara de su hermana para lamer tranquilamente la sangre que caía por donde su boca.

Angie ni pío llegó a decir. Ese comportamiento era nornan entre los gemelos, por lo que no le importaba en lo absoluto que Jerson se comportase así, para Angie, era completamente normal.

Pero por otro lado, Mientras Jerson retiraba con su lenga la sangre de la barbilla de su hermana, imaginaba como lentamente con su lengua subía hasta introducirla en la boca de su hermana, para así tocar sus labios y comenzar con un beso apasionado en medio del bosque.
Pero Jerson nunca había sido lo suficientemente valiente como para demostrarle a Angie que quería ser mucho más que su hermano.

Jerson acabó con su tarea y se retiró lentamente de la cara de su hermana. La joven le sonrió y le dio un leve golpe en su hombro.

-Recuerda que ésta noche saldremos al bar. Me debes una bebida por haberte ganado a hacer el desayuno ésta mañana.

Los ojos de Jerson brillaron tenuemente.

-Lo sé, Hermanita.- Respondió acariciando el negro cabello de su hermana.

Angie esbozó una sonrisa.

-Regresemos a casa, tonto.- Murmuró.

Jerson soltó una risa aliviada. De lado de su hermana se fueron recorriendo el bosque.

-¡el último que llegue es un troll!.- exclamó Angie de manera infantil mientras se echaba a correr.

Su hermano la siguió riendo torpemente.

Al llegar a la vieja cabaña dónde se refugiaban los gemelos, Jerson dejó a Angie en la habitación y se fue a preparar algo para almorzar. La joven se recostó en la cama mientras observaba el techo, no dudó ni por un segundo en tomar una larga siesta.

Y ahí durmió.

Su sueño fue algo bastante raro para la hermosa joven.
Imágenes pasaban por sus ojos, empezando por la de un joven escurriendo sangre por su boca mientras ella acariciaba su cabello.
Seguida por una imagen de ella misma mirando a ése joven llorar mientras la sostenía con fuerza e imploraba que se arreglara cualquier fuera su temor.
La siguiente imagen fue la de ella misma de nuevo frente a aquel joven. De improvisto, él se adelanto al rostro de la joven para besarla, más la imagen se cortó al sonido de la voz de Jers llamando a Angie.

-¡Ya casi está listo, Angie!.- Decía.

Angie se puso de pie y observó como una estraña marca se formaba en su dedo meñique. Por un segundo creyó haberla visto color rojo, pero al mismo tiempo que la observó desapareció, así que lo atribuyó a una imaginación más.

Se puso de pie y escuchó como una voz repetía algo en su oído, mas no podía descifrar exactamente que era, pero podía jurar haber escuchado...

Maquiavélico hombre. ¡Encuentralo!.

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Angie Walker es creación 100% de Angiethekiller01.

Dedicado a ti hermosa

Kendall es 100% de mi propiedad, pueden encontrar su historia en el libro de creepypastas creadas por mi que he subido recientemente.

¡Gracias por leer!

Machiavellian.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora