Delirios De Un Amor [En Proceso].

Capitulo 7

🍁🍂Sigue tus sueños a pesar de las adversidades 🍂🍁

Tus sueños son los míos.

Al salir del baño luego de vomitar me lave la cara y las manos, estaba una chica que por más que echara cabeza no recordaba verla en la escuela. Tampoco es que era muy grande por ello se me hacía fácil recordar alguno que otros rostros pero, no le di importancia la verdad era que ya me quería ir del colegio.

—Lamento mucho lo que pasó.

Escuché decir mientras tomaba un poco de papel para sacarme las manos. Me hice la desentendida y solo la ignore. No se me hacía extraño que supiera lo que ocurrió pues, en este pueblo todo se sabe.

—Se lo que se siente perder a alguien cercano y sobretodo depender de ello.

Seguí sin decir nada e intentado de arreglar el desastre que tenía de bajo de mis ojos. El lápiz de ojos se había corrido un poco. Tenía que volver a clases.

La escuché suspirar—. Estoy en tu misma clase Valentina, y no pretendo burlarme de tu dolor.

¡Oh! Así que estudiábamos juntas. ¿Entonces por qué no la había visto antes?

—Empecé el mismo día que ocurrió todo—. Ella continuó hablando como si le hubiera preguntado—. Solo quiero que sepas que aquí tienes una amiga.

Deje los ojos en blanco un poco irritada.

—No me interesa tu lastima y tú intento barato de ser mi amiga. No lo necesito.

No dije nada más y salí del baño.

🍁🧡

Las horas de clases habían terminado. Por descuido choque con la mirada de la chica que estaba en la parte trasera del salón, me regaló una sonrisa la cual yo ignore de inmediato.

Al salir del aula, Dylan estaba esperando allí con la espalda pegada en uno de los casilleros.

—Te invito un helado — comentó con gran entusiasmo.

Yo solo me esforcé por sonreír. Estaba siendo un buen amigo y si me negaba luego me arrepentiría así que acepte.

Dylan, condujo en silencio pero no era incómodo. Él me entendía y sabía que en estos momentos aún seguía muy vulnerable.

— ¿Conoces a la chica nueva? — pregunté rompiendo el silencio.

— ¿La de tu clase? —. Yo asentí— Supongo—. Se encogió de hombros.

—Nadie empieza una nueva vida en otra escuela faltando solo unos meses para graduarse.

—Perdió a su gemela. Bueno, es lo que se rumoran por los pasillos. Sus padres decidieron mudarse de ciudad porque les hacía daño estar en el mundo de los recuerdos donde vivía su otra hija.

Asentí. —Empezar de cero.

Creo que... Ahora me sentía un poco culpable por haberla tratado tan mal.

Llegamos a una heladería y aunque no era fans de los helados esta vez necesitaba comer algo que me endulzará el día.

Yo pedí uno de vainilla con fresa, uno bien grande y Dylan uno de chocolate con más chocolate. Sí, era fan de ese sabor.

Dylan, me observó y ya conocía esa mirada.

—A ver, pregunta. No prometo contestar pero hazlo o te va a salir un grano en la frente.

Él rio.

— ¿Cómo sigues?

Desvíe la mirada— Bien—. Mentí.