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Deneb.

Estábamos de regreso al castillo, me había transformado para ir más cómodamente y así vigilar mejor a Pettigrew.

-Un paso en falso, Peter; y... -dijo Remus, amenazador; apuntando con la varita al pecho de Pettigrew.

Atravesamos los terrenos del colegio en silencio, con pesadez. Las luces del castillo se dilataban poco a poco. Snape seguía inconsciente, fantasmalmente transportado por Sirius, la barbilla rebotándole en el pecho. Y entonces... Una nube se desplazó. De repente, aparecieron en el suelo unas sombras oscuras. La luz de la luna caía sobre el grupo. Snape tropezó con Lupin, Pettigrew y Ron, que se habían detenido derepente. Sirius y yo nos quedamos inmóviles, compartimos una mirada. Sirius con un brazo indicó a Harry y a Hermione que no avanzaran. 

-¡Dios mío! -dijo Hermione con voz entrecortada-. ¡No se ha tomado la poción esta noche! ¡Es peligroso!

-Corred -gritó Sirius-. ¡Corred! ¡Ya!

-Sirius ve con ellos -dije.

-¡Estás loca!

-Ve asegúrate de que Pettigrew obtenga su merecido, yo voy con Remus -vi que iba aprotestar-, soy más grande que tú lo detendré para que se vayan, cuando termines con Pettigrew regresas.

Parecía dudoso y muy a su pesar asintió.

-Dejádmelo a mí. ¡CORRED! -grité

Oimos un terrible gruñido. La cabeza de Remus se alargaba, igual que su cuerpo. Los hombros le sobresalían. El pelo le brotaba en el rostro y las manos, que se retorcían hasta convertirse en garras. Retrocedió. Mientras el licántropo retrocedía, abriendo y cerrando las fauces, me transformé. Salté delante de Harry, Hermione y Sirius. Cuando el licántropo se liberó de las esposas que lo sujetaban, me lancé contra él, lo atrapé por el cuello y lo arrastré hacia atrás, alejándolo de Ron y de Pettigrew. 

Peleando, mandíbula con mandíbula, rasgándonos el uno al otro con las zarpas. Giramos en el piso, alzó sus garras y las lanzó contra mi, pude esquivarlas o al menos eso creí, una de sus garras había dado contra la parte lateral izquierda, la cortada iba desde el pómulo hasta el inicio del hombro, gruñí de dolor e intenté ponerme de pie cuando escuché:

-Sirius, ha escapado. ¡Pettigrew se ha transformado! -gritó Harry.

Sangraba. Tenía heridas en el hocico y en la espalda, pero al oír las palabras de Harry giré mi cabeza para ver lo que ocurría. Grave error.

Remus me había mordido por la espalda, me levantó y me arrojó, caí a pies de Harry, Hermione y Ron, me transformé contra mi voluntad. Hermione soltó un grito. No esperé nada y me volví a lanzar contra Remus que se había estado acercando, escuchaba los sollozos de Hermione, eso no me ayudaba.

De la nada Sirius se metió en la pelea, entre los dos sometimos a Remus y pudimos llevarlo al bosque. Me detuve un momento, tomé impulso y lo derribé cuando lanzó a Sirius contra un árbol, eso pareció dejarlo inconciente por que se volvió a transformar en su forma humana, como pude logré alejar de ahí a Remus.

El resto de la noche me sentí débil, sin fuerza, estaba conciente de que a cada segundo perdía sangre, debido a la pelea el lobo parecío desconfiar de mi, tardé horas en volver a ganarme su confianza, ambos estábamos agotados por la pelea, cada uno con sus respectivas heridas, que (aunque las sullas eran más) no parecían dolerle tanto, sin embargo, se estaban cerrando.

Hubo un momento en el que al lobo le dió por querer jugar, me correteaba y me atrpaba rápidamente (más rápido que de costumbre), nos quedamos tumbados en el pasto, sabía que no estábamos muy lejos del castillo.

Harry, Deneb Y El Prisionero De AzkabanDonde viven las historias. Descúbrelo ahora