↬ 𝚝𝚠𝚎𝚗𝚝𝚢

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¿Qué importaba si estaba yendo lejos? Al parecer le gustaba, y lo tenía más que claro, pues su hyung soltaba varios gemidos graves mientras le sostenía con fuerza de los muslos, algunas veces lo ayudaba a moverse, Jeno era muy brusco, le asustaba un poco, pero debía de admitir que le gustaba, mucho.

Sintió los labios y la pesada respiración de su hyung cerca de su oído.

—No sabes en que te estás metiendo, Hyuck, te advierto que te detengas. —Su voz ronca lo hizo estremecerse, ahogó un gemido y escondió su rostro en el cuello de su mayor.

—No, quiero. —Susurró y tomó entre sus dientes la piel de su hyung, deseando dejar marcas por todo su pecho.

Se relamió los labios al sentir la dureza de su hyung bajo su cuerpo, ¿por qué le gustaba tanto sentirlo?

Continuó moviendo sus caderas mientras acariciaba el abdomen y besaba el cuello de su hyung, quien se encontraba delirando y conteniendo sus instintos, no quería asustar a Donghyuck, pero estaba llegando a su límite de paciencia. Lo tomó de las caderas y levantó su pelvis con fuerza, simulando estocadas. El pelinegro se aferró con fuerza a su cuerpo y gimió de sorpresa.

—¿Q-qué? Hyu- ¡Oh! —Otra estocada lo hizo gemir con fuerza, se sentía agobiado, por lo que solo se aferró a su hyung, mientras lo sentía restregarse contra su cuerpo con fuerza.

Los movimientos se detuvieron y sintió unas manos adentrarse por debajo de su ropa interior.

—¡Hyung! ¡N-no! —Gimió al sentir una mano masturbar su erección, y la otra masajear sus glúteos con deseo.

Jeno sacó la mano de su ropa interior y dirigió tres de sus dedos hacia su boca, apreciando la mirada de confusión que le dedicaba Donghyuck.

—Va a doler, amor, pero te gustará. —Se mordió el labio al entender a que se refería.

—¡Hyung! Hyung, es-espera. —Lo miró suplicante, con sus ojitos destellando terror, cuando Jeno lo miró, volvió a hablar. —¿Puede ser poco a poco? —Jeno asintió.

Lubrico bien sus tres dedos. Y los dirigió hacia la entrada de Donghyuck, quien se aferró a su espalda. La delineó lentamente, haciendo suspirar al pequeño. Jugó un poco y adentró lentamente su dedo índice, escuchando sus quejidos de dolor.

Dejó varios besos en su sien y movió la mano que envolvía el pene impropio, buscando distraerlo del dolor. Cuando creyó que era el momento perfecto, lo movió lentamente, sintiendo a Donghyuck removerse inquieto, escuchando sus pequeños gemidos que querían salir con fuerza.

El peliazul no podía mover sus manos con libertad, por lo que bajó rápidamente los pantalones y la ropa interior del pequeño, sobresaltándolo, iba a reprochar, pero dos dedos fueron insertados en su interior lentamente, gimiendo se abrazó al cuerpo de su hyung fuertemente.

—Du-duele hyung. —Se quejó entre gemidos, pero no estaba seguro de si le dolía o le gustaba.

Jeno iba a parar, pero sintió las caderas de Donghyuck moviéndose, buscando más, sonrió y comenzó a embestirlo lentamente, al verlo acostumbrarse introdujo el tercer dedo, Donghyuck lo estaba tomando bien, aumentó la velocidad y los gemidos del pelinegro no tardaron en escucharse.

—¡Ahí, si, si, ahí! —Gemía bajito en el oído de su hyung, quien rozaba con sus dedos ligeramente su punto dulce

Sonrió al encontrarlo y duramente golpeaba el punto dulce de Donghyuck, quien se encontraba delirando. Sus gemidos aumentaron y supo que se iba a correr, por lo que detuvo su mano abruptamente.

—¡Hyung! —Reprocho y lo miró con un puchero.

Mordió sus labios al verlo en ése estado, sonrojado, sus labios brillosos, despeinado y con los ojos llorosos, era precioso.

—Tranquilo, ya estas preparado para la mejor parte. —Lo tomó de las caderas

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𝗜𝗡𝗡𝗢𝗖𝗘𝗡𝗧 ;; 𝘯𝘰𝘩𝘺𝘶𝘤𝘬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora