Straight | Tamen di gushi

Noticing Her

Ningún cumpleaños estaría completo sin uno de los pasteles caseros de Qiu Tong.

Sun Jing se sacó el cabello de la cara, con la barbilla apoyada sobre sus brazos cruzados mientras miraba por la ventana del aula. Fuera del invierno, el sol brillaba alegremente mientras los pájaros cantaban. La voz de su profesor de matemáticas hablaba sobre la ecuación diferencial.

Sun Jing no podía prestar atención.

¡Y, por supuesto, no podía! Anoche, ese momento en el puente...

¿Y ahora aquí estaba, viéndose obligada a pasar por el cálculo del tercer período como si el mundo no hubiera cambiado sobre su eje hace solo doce horas? Pfft.

— Y si todos abren sus libros al capítulo cinco, podrán seguirlas — dijo el profesor mientras escribía una ecuación en la pizarra.

La bolsa de Sun Jing vibró. Ella se tensó por ello.

En la parte delantera de la clase, la tiza se detuvo — Sun Jing, ¿tienes algo que compartir con el resto de nosotros?

Levantó la vista, con la mano cerrando alrededor del teléfono en el bolsillo delantero — ¡No es nada profesor!

Parecía totalmente des convencido — Si lo dices. Por favor, no interrumpas de nuevo.

— Sí, profesor.

Una vez que él se dio la vuelta, los ojos de Sun Jing corrieron alrededor del aula, asegurándose de que nadie mirara antes de que ella abriera su teléfono con un clic.

Hubo una notificación de un mensaje. Jadeó. Era un texto de Qiu Tong. Cerró los ojos, agradeciendo a sus estrellas de la suerte antes de hacer clic para leerlo.

"¿A Qi Fang le gusta el pastel?"

Sun Jing miró fijamente. No era el mensaje que esperaba.

Ella miró a Qi Fang, con resaca de su fiesta de cumpleaños anoche y babeando en su mano donde se había plantado en su escritorio hace media hora. Luego lanzó sus ojos hacia el profesor que, de espaldas a ellos, estaba escribiendo más cadenas de números y símbolos en la pizarra. Sun Jing escribió un rápido, "Sí".

Pasaron cinco minutos antes del siguiente texto. Después de todo, Qiu Tong también estaba en clase. Sun Jing esperó la respuesta, tocando el escritorio con su bolígrafo con impaciencia, hasta que el presidente de la clase se volvió para mirarla. Parpadeó inocentemente y luego sonrió a su teléfono cuando volvió a vibrar.

"No le di un regalo a Qi Fang"
"¿Me ayudas a hornearle un pastel?"

Antes de que Sun Jing pudiera responder, llegó otro texto.

"Mi cocina está en proceso de renovación, así que ¿tal vez podríamos hacerlo en la tuya?"

Qiu Tong no la estaba evitando, ¡sino que quería venir! ¡A la casa de Sun Jing!