Straight | Tamen di gushi

Bad Dog: Unlikely Union

Qiu Tong se encontraba perdida en el bosque, y justo cuando un lobo está a punto de atacarla, un... o bueno, una chica saltó a su rescate.

Para Qiu Tong, el día parecía particularmente ordinario. El sol había salido como de costumbre, ligeros rayos entrando a través de las cortinas de su dormitorio. Había salido con cautela de su cama, empujando ligeramente la cortina a un lado para ver el sol. El calor le había bañado la piel y ella respiró hondo, como siempre lo hacía. Ahora se encontraba perdida en el bosque, demasiado preocupada como para preguntase cómo había terminado perdida en primer lugar. El sol se pondría pronto y esta vez no se detendría a admirarlo. Estaba oscuro. Se estaba asustando más a medida que pasaba el tiempo. Cualquier pequeño sonido a su alrededor la hacía sobresaltarse, hacía que su corazón saltara a su garganta, golpeando de miedo en su punto de pulso. Ella tragó grueso con otro chasquido de rama y se giró, esperando ser recibida con un asesino de gran hacha, pero vio cómo un pequeño animal corría de miedo. Suspiró.

No había más remedio que volver sobre sus pasos y encontrar el camino del que se había alejado. ¿Cómo hacer eso había sido una buena idea? No lo sabría. Seguramente los demás empezaban a preocuparse. Así que Qiu Tong se giró y se dirigió hacia donde había venido, o al menos, hacia donde pensaba que había venido. Después de un tiempo se dio cuenta de que acababa de caminar en un gran círculo y se apoyó en un árbol cercano para respirar. La corteza era dura y áspera, y se alejó de ella rápidamente para evitar cualquier daño a su suave chaqueta de algodón.

¿Dónde estoy?, se preguntaba. ¿Cómo volveré?

Intentar caminar por un camino recto parecía infructuoso ahora. Inclinarse fuertemente hacia un lado y hacer senderismo en círculo parecía inevitable, por lo que Qiu Tong no estaba interesada en volver a hacerlo. La única manera de saber realmente dónde estaba, se dio cuenta, era llegar a algún lugar alto y observar su entorno. Sabía que su campamento estaba en algún lugar de la zona, y como se estaba oscureciendo, tal vez podía ver el brillo de un fuego. Incluso si fuera el fuego de otras personas, ayudaría. Podría pedirles que la acompañaran de vuelta.

Decidiendo ese curso de acción, Qiu Tong escaneó la zona y eligió un árbol espeso. Tenía ramas grandes que comenzaban bastante bajas, por lo que no fue un gran esfuerzo subir. Al principio fue fácil, y Qiu Tong inclinó su cuerpo a lo largo de las ramas, resbalándose por aquí y allá, sumergiéndose y agachándose, tirando hacia arriba. Eventualmente se volvió agotador, y a mitad de camino tuvo que hacer una pausa para respirar profundamente. Sus pulmones ardían. Pero ya estaba cerca del fuerte anochecer, y Qiu Tong no quería quedarse atrapada ahí cuando la luna estaba llena en el cielo. Todavía quedaba un abrir y cerrar de ojos, y ella lo usaría.

Llegar a la cima llevó unos minutos, y luego mirar alrededor del bosque unos cuantos más. Qiu Tong no se dio cuenta inmediatamente de lo que estaba buscando, pero esperó y anticipó, con el corazón golpeando en su pecho. Finalmente lo vio: un resplandor naranja se levantó de repente de una rotura en los árboles, y Qiu Tong reconoció la zona. Estaba al este de su posición, por lo que rápidamente bajó por el árbol y luego se dirigió en dirección. Tendría que detenerse de vez en cuando para trepar a un árbol y corregir su dirección si se desviaba, por lo que volver llevaría más tiempo del preferido. Durante los primeros veinte minutos tuvo éxito, y Qiu Tong logró permanecer en dirección este, solo desviándose ligeramente hacia el norte durante un kilómetro más o menos. Pero entonces la noche cayó por completo, como una manta gruesa y negra, y apenas podía ver un árbol frente a ella.