One-Shots de Tamen di Gushi
Tal vez haya lemmon
Créditos a todos los dueños de los fanarts y a la creadora del manhwa
Empezada: 01/06/22
Terminada: ??/??/??
Nota de la autora: Casi no hay (o casi no he visto) fanfics de Tamen di gushi, por eso hice este libro. Además, también lo hice porque cuando vi la historia, me gustó mucho, es muy linda :>
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La enfermedad de Hanahaki.
La enfermedad de Hanahaki hace que la víctima tosa pétalos de flores cuando sufren de amor no correspondido. Se puede curar mediante la extirpación quirúrgica, pero cuando se elimina la infección, los sentimientos románticos de la víctima por su amor también desaparecen.
Sun Jing ha visto a muchos de sus amigos sufrir la enfermedad de Hanahaki, una situación desafortunada que ocurrió solo porque la otra persona simplemente no correspondía sus sentimientos. Incluso Qi Fang lo tuvo una vez, durante dos meses, incluso, porque era muy reacio a arrancar sus sentimientos románticos por alguna chica. Pero después de una noche, cuando Qi Fang había tosido pétalos salpicados de sangre, fue entonces cuando fue llevado a cirugía inmediatamente. Fue rápido e indoloro.
Lo que más molestó a Sun Jing fue cómo tanta gente era tan reacia a eliminar sus sentimientos por ese alguien ajeno. Ella no sabía cómo se sentía, estar tan apegado a alguien que incluso pondrías en riesgo tu salud. Y era un caso común que las personas también ocultaran la enfermedad a sus amigos y familiares. Sun Jing sabía a ciencia cierta que era porque no querían deshacerse de esos sentimientos, y le pareció tan extraño que no quisieran curarse de inmediato. No hubo pérdida. Seguían tosiendo flores, y a esa persona todavía no le gustaría que volvieras.
Hasta ese día.
Fue una tontería. Los cielos estaban despejados y prístinos, brillando con la luz del sol de última hora de la tarde. Sun Jing sintió que se estaba quedando sin bebidas, así que salió y caminó hasta la tienda de conveniencia más cercana. El clima también era genial, soleado, sin un toque de nubes que se vieran en el cielo.
Oh, estaba equivocada. Estaba tan, tan equivocada.
¡Había dado pocos pasos! Tal vez tres o más. Poner su pie frente a la tienda, y todo lo que le había llevado caer en maldición a esa maldita enfermedad era chocar contra ella.
Y empezó a reírse.
A reírse.
Era casi como un timbre, suave, melódico, angelical, y eso fue todo lo que se necesitó para que Sun Jing se enamorara de Qiu Tong.
******
Fue durante la práctica de baloncesto.
Qi Fang estaba peleando con Sun Jing, uno a uno, con las manos regateando a izquierda y derecha. Sun Jing sonrió, casi con un toque de confianza, mientras estiraba rápidamente su mano para robar la pelota. Y mientras lo hacía, algo retumbaba en su cuerpo, señaló que estaba en algún lugar de sus pulmones, algo que parecía hacerle cosquillas en la garganta, y tosió.
