La corona es mía

CAPITULO 6

CAPITULO 6

La princesa Amira se acercó al despacho se su padre después de dejar a la familia real de Wilfrund en su palacio, llegó a la puerta y anunciaron su llegada.

-Su majestad, la princesa Amira lo está esperando –comunicó Glen al rey.

-Déjenla pasar y tráeme una bandeja de galletas con té –ordeno el rey.

Glen hizo una reverencia, abrió la puerta para que la princesa entrara y se retiró.

-Su majestad... Lo he estado pensando y solicito una sirvienta personal -dijo Amira, viendo directamente a su padre, la razón por la cual hacía esta solicitud era porque en algunas ocasiones se sentía sola, nana Paulet siempre la acompañaba, pero no podía estar todo el tiempo con ella, las obligaciones de nana Paulet incrementaban a medida que Amira crecía y deambular sola por el inmenso palacio podría parecer solitario.

-Esto es muy repentino cariño... Tu sirvienta personal estaba previsto cuando cumplieras los 12 años... Pero entiendo el porqué de tu solicitud... O eso quiero pensar... - el rey dio un pequeño suspiro y reposo su cabeza en la mano izquierda - dame 5 meses para encontrar a una persona adecuada, no te preocupes por eso... bien dejemos esto de lado y tomemos el té, pronto Glen llegará con la bandeja, siéntate y conversemos antes de que comience el banquete de bienvenida.

El banquete de bienvenida una tradición dentro de la ceremonia del Acuerdo de Paz entre los reinos, era uno de los primeros eventos que sucedían, luego vendría el baile conmemorativo y una pequeña competencia de caza antes de que las 2 delegaciones partan a sus reinos.
Sin duda las siguientes 2 semanas serian extenuantes para todos, obviamente sin contar con la reunión privada que tendrán los 3 reyes. En esta reunión tocaran temas de los impuestos, temas de estado y un poco de la situación actual de cada reino para al final volver a rectificar el acuerdo de paz entre estos.

El rey le explico a la princesa como se debía de desenvolver en frente de las familias reales, siempre con la cabeza en alto y con una agradable pero fuerte sonrisa, también le explico que en el banquete ella se sentaría a su lado derecho, a su vez Amira le informo que tendría una reunión con la princesa Esmerald después del banquete.

-Es agradable saber que te llevas bien con la princesa de Wilfrund, si su padre aprendiera un poco más de ella... bueno eso no es lo importante ahora. Por cierto, princesa, el día del baile estarás acompañada por Dominique Marrionett y su hermana Carmina, es importante que los otros gobernantes sepan que la familia real y la familia más poderosa del reino sean muy cercanos, creo que dará una buena imagen al reino.

-Está bien padre, de igual manera quería presentar a Dominique y Carmina a Esmerald, quiero que todos mis amigos se lleven bien.

-No sabía que la princesa se llevase bien con los hijos del duque –dijo el rey con una sonrisa –es bueno saber eso...

Sus pensamientos se quedaron en el vacío, sabía que esta estrecha relación entre ellos sería la más adecuada para Amira en el futuro.

La conversación no se extendió mucho, ya que era la hora de que Amira se cambiase para el banquete de bienvenida.

Todo transcurrió tal y como el rey Fernando lo había organizado y no solo el banquete, sino también el baile, todos quedaron ensimismados con la hermosa decoración del salón de los cristales.

La luna había alcanzado su máximo fulgor encima del salón y su luz rebotaba por todas partes dentro de este, los más hermosos candelabros colgaban de los altos techos, la luz de la luna también se reflejaba en los alrededores y por supuesto que los que estaban adentros podían visualizarlo, ya que las paredes estaban hechas de cristal. Definitivamente supero el anterior baile conmemorativo y la envidia en los ojos del rey Harld se hacía notar.