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"doble placer"

- Se ve bien - Dije mirando el plato de comida que había puesto el rubio frente a mí, era muy detallista con la forma en la que usaba comida para dar formas o hacer que se viera linda.

Había pasado casi un mes desde que los encuentros con Sanji y Zoro comenzaron, eran un poco frecuentes pero me daban el suficiente tiempo para poder reponer mis caderas y no terminar lisiada.

Hoy habíamos decidido cenar en mi apartamento, prefería estar unos días en casa después de mucha inseguridad en el país.

- _________, ¡me alegro que te agrade! - Se devolvió corriendo el rubio, casi como si tuviera corazones en los ojos.

- Cállate y déjala comer - Dijo Zoro dándole un bocado a la comida - Gracias a Dios no invitaste a Luffy, se hubiera terminado toda tu alacena.

- Analicé la situación - Respondí, era algo extraño tener a ambos en mi casa, se supone que no al tener tanta "cercanía".

El rubio terminó sirviendo su plato y sentándose en una de las sillas al lado mío.

- Por favor pruébala, este imbécil no sabe disfrutar - Dijo mientras me sonreía.

Sin tener que probarla sabía que la comida sabía deliciosa, amaba la comida de Sanji, tenía buena apariencia, olor y sabor siempre, era imposible que su comida llegase a saber mal.

- Como siempre, sabe perfecta - Le contesté después de dar un bocado a su comida, la sonrisa del rubio esparció su felicidad dejando que un pequeño sonrojo apareciera en sus mejillas.

- Gracias - Comenzó a comer.

...

Terminando la cena, pasamos a la sala, Sanji se quedó lavando los platos así que solo éramos Zoro y yo.

- Apaga la luz... - Dijo mientras se acurrucaba en el sillón, se planeaba dormir.

- No, siempre te duermes, nunca convives - Tomé el control de la TV y comencé a buscar alguna serie o película que ver.

Apareció Sanji secándose las manos.

- Creo que deberías poner una romántica - Se acercó hasta tomarme de la cintura y guiarme hasta el sillón.

- Conozco pocas películas románticas que sean buenas, unas se me hacen muy tontas, mejor una de terror.

- Como si la fueran a ver - Dijo Zoro casi inaudible.

No había pensado en ello hasta ese momento.

- Que te importa - Entré a Netflix para comenzar a buscar una película buena.

- Creo que a los tres nos importa - El rubio comenzó a acaricuar mi cabello.

Otros dos días con dolor de cadera.

Ambos acercaron su cara hacia mi cuello comenzando a besarlo, Zoro llevó una de mis manos a su entrepierna para que lo comience a calentar, instantáneamente hice lo mismo con Sanji. El rubio comenzó a tocar mis pechos mientras daba pequeños mordiscos, Roronoa dejaba chupetones al mismo tiempo que estimulaba mi centro con dos dedos.

POLIGAMIA 𖦹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora