𝙊𝙉𝙀

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me encanta su carita de puta barata”

Mi relación con _________ era una montaña rusa en la que las bajadas era un romance tierno y suave, sentía como si un calor abrazara mi corazón, y las subidas era la pasión y exitación que me hacía sentir cada que estábamos solos

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Mi relación con _________ era una montaña rusa en la que las bajadas era un romance tierno y suave, sentía como si un calor abrazara mi corazón, y las subidas era la pasión y exitación que me hacía sentir cada que estábamos solos.

Amaba sus piernas, eran como almohadas que estaban para mí cada que yo estuviera cansado o decaído, también estaban para mí cuando quería sexo.

— Zoro... Para — La pelinegra me miró tratando de parar mi cuerpo con sus delicadas manos.

Detuve mis movimientos al verla tan agitada, me daba miedo lastimarla al tener un cuerpo tan frágil y delgado, era como una linda muñeca de porcelana.

—¿Que sucede? — Con una mano la tomé del rostro para poder calmarla en caso de algún dolor.

— Me siento muy rara, tengo mucho calor y siento raro mi vientre.

Otro factor, sus lindos ojos.

Esos lindos círculos negros, eran hermosos cuando ella estaba feliz, triste, excitada, brillaban como estrellas en la noche y la verdad me ponía tan caliente poder verla así cuando cogíamos.

— Estás caliente, muy caliente — Tomé sus piernas y las subí a mis hombros, mientras la acomodaba comencé a besar sus piernas, al lamerlas sentí como me apretó avisado un orgasmo.

Comencé a moverme nuevamente, rápido y fuerte, como a ella le gustaba, ser masoquista me convenía demasiado ya que no tenía que cuidarme tanto con ella.

Mi novia comenzó a gemir alto apretando las sábanas, parecía que las iba a romper, dando unas 5 estocadas se corrió, miré como salía y entraba mi verga para terminar de soltar mis fluidos, al ver las sábanas tuve otro placer.

Su orgasmo también era algo que me enamoraba de ella.

Al terminar ella me tomó de las caderas, quería más.

Le dí la vuelta y me metí nuevamente en ella, ver su espalda llena de marcas y mordidas era algo demasiado satisfactorio, su figura era la cosa las perfecta que podría llegar a ver en toda mi vida.

Ono _______, 19 años, 1.63 metros, 58 kg, las medidas de su cuerpo no me las sabía, pero sea lo que sea, su cuerpo era hermoso de cualquier forma, sus caderas eran como si hubieran sido hechas para ser sujetas por mis manos.

Mientras la embestía ella se inclinó más hacia adelante, su cabeza al estar en la cama se giró hacia aún lado permitiendo que vea su rostro.

Su lindo y hermoso rostro.

Abría la boca tratando de tomar aire que no duraba ni dos segundos en sus pulmones al salir por los gemidos que daba, su nariz y sus labios eran perfectos, amaba verla haciendo ese tipo de gestos.

Nuevamente la giré pero la obligué a levantarse sin salir de ella, llevándola a una pared donde la seguí cogiendo, dejándome ver su cara, el delineador lo tenía corrido y su corto cabello estaba alborotado, sus mejillas estaban rojas y sus pechos rebotaban de la forma más excitante posible.

Tomé uno de sus senos y lo comencé a chupar y morder escuchando como gemía la fémina, comencé a moverme más rápido escuchando como se comenzaba a mojar más y más, hasta que soltó un gemido alto, gemido que me hizo correr otra vez.

POLIGAMIA 𖦹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora