La Obsesión Del Mafioso "#1" [Terminada/Sin Editar]

Extra:

{Etapas del embarazo}

[Clara]

—¿Estás embarazada?— me pregunta Sandra entrando a mi habitación. Me limpio mis lágrimas.

Cierto, olvide que Sandra no sabía nada, sobre el embarazo.

—Si, ahora tengo dos meses— susurro.

—¿Que? Dos meses— repite, sorprendida.

—Cuando me enteré tenía un mes— le expliqué.

—Y, no me querían decir a mi, ¿Acaso pensaban decirlo algún día? ¿Cuando se te viera más tu panza? ¿A tus 9 meses?— me cuestiona.

—No te hemos dicho nada es porque, no se lo voy a tener— musite.

—¿Cómo? Acaso tu no lo quieres tener— dice.

La miro con tristeza.

—¡No lo sé! Ok, tengo muchos problemas, como para que yo saliera embarazada— comienzo a llorar.

Y Sandra, hace algo que jamás creí que haría. Nunca. Abrazarme.

—Ey, no llores, apuesto que son las hormonas del embarazo—

—Ahora, que te dio por abrazarme— la miro raro.

—Eres mi hermana mayor, Clara— pone los ojos en blanco. — Necesitas apoyo, sé que no soy la mejor hermana, pero te quiero decir que.....—

—Te decepcioné— dije y ella negó.

—No, al contrario, te admiro hermana. Eres la mujer más fuerte, y guerra que pude conocer. Así como mamá, tu nos has podido sacar adelante sola, eres increíble. Aunque suene difícil de creer, te quiero Clara—

—Ay, me estás haciendo cosas bonitas y yo— lloriqueo más.

—Estas sensible, mujer—

—Bueno, pero, dime, solo subiste para decirme esto—

—Escuche a mi mamá, decir que estaba embarazada, y ahora que me dices que no sabes si tenerlo o no, me gustaria decirte que, no lo abortes Clara, es un bebé, mejor si quieres lo puedes dar en adopción. —

—Ya tengo algo del embarazo, avanzado y no será buen momento para que vaya y lo haga—

—Entonces, ¿piensas darlo en adopción?— en su mirada veo un brillo de tristeza.

—Aun no se que quiero— admito.

—Sé que para mí, es fácil decirlo, ya que no soy la qué tendré al bebé, pero, sabes que mi mamá está encantada con ser abuela y yo, pues si me gustaría ser tía—

—Pero, sería un gasto más—

—Bueno, eso sería por el momento, pero recuerda el dinero que nos dio el banco, por el grave error— oh si el dinero.—Estas por salir la Universidad, y terminando de graduarte, lo puedes reponer con tu trabajo— se encoge de hombros.

Ejem.

Cuando descubrí mi embarazo, a la semana, casi me da el paro cardíaco, al ver qué en mi cuenta bancaria, tenía una jugosa cantidad de dinero.

$800,000.

Lili me sostuvo al instante que casi me desmayé.

Nathaniel, me había dejado ese dinero, más una carta. La cual no he leído. Al principio no lo iba a aceptar pero Lili me convenció con quedarmelo por lo que hizo pasar y más estando embarazada, lo iba a necesitar.