Kim Jisoo, una chica de 20 años con una vida normal, cuenta con su trabajo en una cafetería, su propio departamento y con su mejor amiga Rose, aunque con una infancia trágica, quedando huérfana a tan solo 3 años de edad.
Kim Taehyung, un joven de 2...
Todo había sucedido tán rápido, a Jisoo ni le dió tiempo de procesar todo lo ocurrido en estos minutos, estaba tan asustada por Taehyung, por ella, por lo que ocurriría al irse con el peor enemigo de su novio, pero aquí estaba, sentada a un lado de él en los asientos traseros de una de las camionetas negras.
– ¡Taehyung, no! – gritaba Jisoo desconsoladamente mientras era retenida de ambos brazos por el hombre a su derecha. – ¡Suéltame! – jadeba en un intento de zafarse.
– Deja de gritar. – dijo Suho harto tomando y apretando la mandíbula de la pelinegra, quien solo jadeo por el dolor.
– Suho, te lo ruego, llevalo a un hospital, es lo único que pido. – suplicaba desesperada mirando a los ojos a su captor. – Me quedaré contigo y no te daré problemas, solo.. d-dejame salvarlo. – empezó a sollozar.
– Oww, ya no llores preciosa. – dijo acariciando el largo y sedoso cabello de Jisoo. – Lo digo en serio, cállate de una vez a menos que quieras que te ponga cinta en tu preciosa boquita.
Ante esto, Jisoo solo se encogió en su lugar, agacho su cabeza y mordía sus labios para tratar de callar sus sollozos, lágrimas gruesas y saladas bajaban por sus mejillas, hasta llegar a su mandíbula y cuello.
– Al fin, algo de silencio. – exclamó Suho satisfecho. – Y tú, date prisa que quiero llegar a casa a descansar. – le dijo al conductor.
– Sí señor. – le respondió.
Obedeciendo a su jefe, el piloto aumentó la velocidad de la camioneta para llegar más rápido a su destino.
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Yoongi iba conduciendo su Jeep verde militar, con Namjoon en el asiento de copiloto y en los asientos traseros estaban Jungkook y Hoseok. Ya estaban por llegar a la mansión Kim cuando de repente observan varias camionetas negras venir en el carril contrario, se le hizo muy extraño.
– ¿Pero que mierda...? – susurró Yoongi.
– ¡Todos, abajo! – gritó Namjoon.
Los demás, hasta Yoongi quien iba al volante, hicieron caso y se agacharon, justo en ese momento los hombres de las camionetas les dispararon mientras huían. Solo duró pocos segundos y se volvieron a reincorporar.
– ¿Están todos bien? – preguntó el moreno, a lo que todos asintieron. – Yoongi, hay que llegar rápido.
– Entendido. – dijo el pálido mientras aceleraba para llegar al portón principal.
En tan solo segundos llegaron y todos fruncieron el entrecejo cuando vieron un bulto tirado en la entrada, acercándose aún en el Jeep pudieron ver que se trataba de su amigo. Todos abrieron sus ojos en demasía y Yoongi rápidamente estacionó el auto para que se bajaran todos.
Jungkook al ser más rápido que los demás llegó primero a donde Taehyung yacía inconsciente, primeramente tomó su pulso en su muñeca, era muy débil pero seguía ahí, por lo que empezó a presionar la herida. Los demás llegaron y Namjoon ayudó a Jungkook a cargar al pelinegro, mientras que Hoseok y Yoongi se apresuraron a abrir las puertas.
