3._Visita

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-Avisame cuando esté lista- le gritó Mary desde el otro lado de la puerta.

-Bien- le respondió en voz baja y no muy convencido de tenerse que bañar en semejante cantidad de agua, aunque eso de oler a basura no le agradaba nada.

Bills estaba sentado en el borde de la bañera viendo como se iba llenando lentamente de agua. Tenía una expresión medio traviesa y movía la cola de un lado a otro. Vio a Mary ponerle algo al agua que provocó un vapor abundante y aromático que le causaba un poco de comezón en la nariz. Después de un rato y como si estuviera jugando se levantó un poco para intentar atrapar la espuma con la pata. Cuando Mary abrió la puerta lo vio caer al interior de la tina. Ahí quedó Bills, luchando desesperadamente por no ahogarse. En ese cuerpo perdió la capacidad de nadar. Lo peor era que sus garras no servían para aferrarse a la superficie de la tina, por lo que sus frenéticos movimientos por intentar salir de esa trampa mortal, eran un tanto patéticos. Por suerte para él, Mary lo rescató tomándolo de la piel que le sobraba en la nuca para levantarlo un poco y luego ponerlo sobre sus piernas. Producto del susto Bills tardo en notar que la mujer se había metido en la tina y él estaba enterrando sus garras en su piel.

-Calmate. No dejaré que te ahogues- le dijo ella haciéndole una caricia en la cabeza.

Cuando Bills volteó a verla, lo hizo con cierta incomodidad y todavía un poco alterado por su caída a la tina.

-¿Se puede saber qué  haces desnuda aquí conmigo?- exclamó un tanto escándalizado.

-Bañarme- fue la lacónica respuesta de la muchacha, que estaba poniendo un poco de jabón en su mano- Hoy en día existe una gran escases hídrica en el planeta. No puedo desaprovechar el agua... Tampoco es como si nunca me hubieras visto desnuda, exagerado- agregó cuando le puso las manos con jabón en la espalda.

-¡Pero no es lo mismo!- replicó- ¡Por si no lo has notado sigo siendo yo en este cuerpo inútil e insignificante!- agregó y volteó al frente como para evitar que le viera a la cara.

-Esta cierto punto es lindo que te exites conmigo, pero deberías controlar tus pensamientos, Bills. Sólo estamos tomando un baño- le dijo ella con toda la naturalidad del mundo, logrando avergonzarlo sin proponérselo.

El dios la miró de reojo sin decir una sola palabra e intentando no tener más pensamientos de esa índole, pero la suerte de masaje que ella le estaba haciendo no le hacían la tarea sencilla, aunque acabó relajándose y disfrutando del agua caliente. Después de media hora, la muchacha lo llevó al cuarto donde se sentó en la cama con él en las piernas para frotarlo con una toalla.

-Quedate quieto. Tu piel tiene demasiados pliegues y tengo que secarte bien- le advirtió Mary.

-Lo haces muy fuerte, mujer- protestó Bills.

-¿Sí? Bueno, lo siento mucho- se disculpó y comenzó a hacer todo más lento, más suave.

Bills se quedó quieto hasta que experimentó algo extraño. Una resonancia en la zona de sus cuerdas vocales que lo hizo llevarse la pata al cuello un tanto preocupado.

-Oye, Mary ¿Escuchas ese extraño sonido?- le preguntó y la muchacha apartó la toalla de él, para poder mirarlo. En seguida soltó una carcajada.

-Estas ronroneando- le señaló Mary cuya bata blanca la hacía ver cómo una dama fantasmagórica.

-¿Ronroneando y eso por qué?

-Es algo que hacen los gatos cuando están a gusto, cuando están estresados, cuando se suben a tu espalda y te usan de colchón, cuán quieren comida o cuando se les da la gana... Incluso antes de morir ronronean también- le dijo Mary.

Novio guión mascota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora