"Yo soy la princesa", le dice Louis, colocando una corona invisible sobre su propia cabeza.
Harry ya puede verla.
"Mis padres son los gobernantes de esta tierra. Deben protegerme de nuestros enemigos", explica Louis, frotando su barbilla. Luego jadea, sonríe, debe haber tenido la mejor idea.
"Y tú", dice, arrastrando sus manos sobre el pecho de Harry. "Tu trabajo es mantenerme a salvo, asegurarte de que nadie entre en mis aposentos y se aproveche de mí". Se detiene para parpadear ante él, deja escapar un pequeño suspiro y "sólo confío en ti". Añade, haciendo un puchero.
A Harry malditamente le encanta.
Mira un rato a su alrededor, revisa cada rincón de la habitación y "Alguien podría vernos". Le dice, manteniendo su voz baja. "Se supone que no debemos..."
No logra terminar la frase porque Louis ha saltado a sus brazos sin previo aviso, aferrándose a él como un maldito koala, besándolo desesperadamente.
"Tómame, Harry". Suplica, respirando contra sus labios hinchados. "Nadie se enterará".
Harry lo mira, dándose cuenta de lo metido que está ya Louis. Debe haber estado pensando en esto durante un tiempo.
"¿Sólo por esta vez?" Murmura, incapaz de dejar de besarlo mientras Louis asiente y empieza a mover las caderas.
"Sólo esta vez". Confirma, su voz se vuelve suave e inocente.
