12//Al parecer todo ha sido una trampa

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El día llego, podría salir todo bien, o darse vuelta la tortilla y salir absolutamente todo mal. Es el quinto cigarrillo que prendo desde que Alejandro se fue a pasear con Uriel. Le pedí que me dejara sóla, pero no estaría sola. Mí hermana estaba a mí lado mordiéndose las uñas, más bien parecía comerse sus dedos. Se vino en taxi hasta acá hace media hora, le expliqué lo que pasaba con los Sardelli, y lo que pasó desde que fui hasta irme de España, ella no me dijo más que "fue una trampa para ambas". Tuve noticias de nuestro padre, él no sospecha nada, no aún.

El timbre de la casa sonó y me levanté del sofá para ir a abrir a la visita. Al abrir me encontré con todos lo que eran mis amigos y aún podría ser así, sin dudas eso me ponía más nerviosa.

Ya estando todos en el comedor, me senté en el lugar dónde dejé preparadas mis cosas, así podría sacarme las lentillas, el maquillaje, la disimulada nariz de silicona y la peluca carísima. Lucia y Melisa estaban sentadas a mí lado izquierdo, una pegada a la otra, mirándome con una expresión confusa. Gastón y Pato me observaban pensativos a mí derecha más alejados, ambos serios y con sus brazos cruzados sobre el pecho. Y Guido a mí lado, él solo me veía atento. Mí hermana no aparecería, ese fue el plan, a menos que no pueda manejar la situación, ahí ella aparecería sólo para explicar.

-Bien- aclaré la garganta. -Se que esto es muy confuso y no daré muchas vueltas- me temblaban las manos, las piernas, los labios. Abrí el estuche de mis lentillas y me las saque como cotidianamente lo hacía, mire a Guido y se me formó un nudo en la garganta al verlo sonreír.

-Qué bonito color- hablo bajito, pero con voz ronca que resonó en el silencio del comedor. Su sonrisa no se iba, la situación le parecía divertida.

Con mí mano temblorosa tomé las toallitas desmaquillantes, y quite todo rastro del exceso para resaltar otras facciones, tenía un pequeño espejo de mano, pero era suficiente para verme y que no tuviera nada de maquillaje. Esta vez mire a las chicas y Lu me miró detenidamente, no le di importancia a las demás miradas y me centre en quitarme la nariz falsa. Y por último la peluca de color negra, con un poco de crema limpie del poco pegamento sobre mí piel. Mí pelo está corto, así que solo me lo agite con mis dedos.

Volví.

Mí corazón latía a mil, sentía escucharlo en el silencio. Me levanté despacio de la silla y los mire, Lu se levantó de dónde estaba y se llevó las manos a su boca. Gastón relajo sus brazos y vi que quedó pasmado, Melisa se tiro sobre el respaldar de la silla y al igual que lulens se llevó sus manos tapando su boca. Pato me miró con una sonrisa, esa sonrisa cálida que me decía que todo está bien. Me costó tratar de mirar a Guido, pero lo hice. Su expresión era extraña, parecía darle un paro en silencio, no parecía respirar, creo que la des-traformación fue muy de golpe. Vi directo a sus ojos y se le formó una capa brillosa, abrió su boca para hablar, pero no dijo nada. Se paró de golpe y se le acercó a Pato, el pelinegro lo tomo de los hombros.

-Yo, no puedo- lo susurró, pero se escuchó. Intercambiaron miradas entre pato, luego con Gastón y los dos mayores me miraron a mí.

-Se los explicaré todo, lo juro- lo dije como si tuviera miedo. De pronto lo tenía a Guido frente a mí, él se me acercó tan rápido que no lo vi venir.

-Contar o jurar, a la mierda lo que quieras decir- me lo escupió con fastidió, su cara ya estaba roja y los ojos parecían desorbitados con lágrimas rodeando sus mejillas. -Cómo juraste nunca separate de mí? De mí familia? QUE FUE TU PUTA FAMILIA- salte en mí lugar, me sentía pequeña en ese momento, vulnerable también. Pero me tomé de valor.

-Yo me fui porqué- Guido golpeó la mesa con su palma derecha y saltaron mis cosas que estaban ahí. Su pecho subía y bajaba, su cuerpo se tenso, estaba enojado, y eso hizo que me quiebre. -Me fui por Uriel- me miró serio.

Te Extraño (Guido Sardelli Y Tú)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora