Su Terapia

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Y recordaba como mis pies andaban por ese césped tan peculiar. Tan verde, tan suave y tan bien cuidado. Mi padre siempre se esforzó en tener toda mi vida organizada, estructurada, bien puesta y siempre quería que la tuviera igual que los demás, que no echará de menos cosas que tuve pero ya no. Se esforzó mucho él solo para lograr mi felicidad, siempre quiso que estuviera a su vera. No quería perderme como perdió a mi madre, por mucho que no la quisiera, llego un momento en su vida que dejo de sentir lo mismo hacia mi madre. No me dijo la razón ni yo quise insistir, pero un día pasó, sin más. Pero también me cuenta su historia con ella, fue la única persona a la que amó. Y cuando llegué al mundo, mis ojos, mis manos, mi manera en que movía la boca, hizo que su mundo cambiara, se paró y pensó, razonó sobre lo que tenía delante, se dio cuenta que era la viva imagen de aquella mujer de la que se enamoró, y juró por todo lo alto, cambiar, darle lo mejor, esa criatura necesitaba a su padre, no tenía a nadie más, ningún soporte más que aquello hombre. Y sin pensarlo, aceptó ese regalo que la vida le había dado.

Fue una época dura, lo pasó mal. Yo, para esas fechas, aun no tenía uso de razón. Pero me dejo a cargo de él, a cargo de un ex alcohólico y ex miembro de la CIA. Cuando llegué, quiso centrarse en mí. Yo, como una recién nacida lo saqué de su mundo, le di una segunda oportunidad. Le di la oportunidad de poder disfrutar de la vida. No tuvo que ir a centros de rehabilitación, por raro que sea, fui su terapia.



ES ALGO CORTITO, PERO ES SOLO EL PRINCIPIO

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