PREPARENSE BABIES

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La sección de burlas a Jay continuó incluso cuando las 10 personas estuvieron sentadas, listas para comer. Nadie realmente sabía de dónde el dueño de casa conseguía tantas sillas, pero ninguno lo cuestionó, solo se encargaron de deleitarse con el delicioso sabor de la comida y a su vez, hacerlo con la fastidiada expresión del segundo mayor. Tenían suerte de que un bello peliazul estuviera a su lado, porque si no fuera por él, ninguna de aquellas burlas saldrían de sus labios. Temían a Jay enojado, y ese momento era una perfecta excusa para molestarlo sin temer.

La cena comenzó aún entre burlas, las que poco a poco se fueron olvidando y terminaron en un interrogatorio que ni Jungwoon, ni Jay se esperaban. Ninguno tenía idea de lo que el grupo de amigos había planeado en tan solo 5 minutos. Mientras se encargaban de burlarse del mayor, Arin creó un extraño grupo en telegram; «¿es Jungwoon bueno para nuestro hielito?». En él, como buenos amigos que eran, planearon un interrogatorio para el novio de su preciado hielito. Habían sido demasiado flexibles, pero ahora se encargarían de saber si era realmente bueno o no.

Quizás llegaron tarde. 10 meses tarde. Pero nunca era realmente tarde para poder aprobar a la pareja de tu amigo. Y ellos se encargarían de hacerlo, aún si sabían que sus opiniones poco le iban a importar al pelinegro, mucho menos luego de 10 largo meses.

— ¿Desde cuándo se conocen? —cuestionó Sunghoon , iniciando de manera inocente el largo interrogatorio que tenían por delante. Todos miraron a Jungwoon y Jay, el primero sonrió ante la tierna reacción de todos al oír la pregunta, el segundo, ni se inmutó.

— Nos conocimos en 2019. Soy profesor de danza del hermanito menor de Jagi, fue de ese modo que nos conocimos —respondió, dando los detalles que creyó necesario y sin agregar demás. Sabía que su novio no se sentiría realmente cómodo al comentar específicamente como lo hicieron.

Aún así, hubiera deseado poder hacerlo. Recordar aquello le emocionaba mucho y para su tierna personalidad, era extremadamente bonito. Pero respetaba por completo la decisión de Jay al no querer contar aquello por completo, lo que menos quería era incomodar a su lindo novio. De eso no se basaba su amor hacia el pelinegro.

— Puedes contarles como lo hicimos —escuchó la voz de su novio a su lado, sorprendiendo por completo a Jungwoon. Al parecer fue totalmente obvio con su deseo de relatar toda la historia con lujo y detalle.

— ¿Sí puedo? —cuestionó mirando a su novio, con sus labios abultaditos en sorpresa y sus ojitos casi brillando de la emoción. Jay asintió con su cabeza, con una sonrisa que muy mínimamente, reflejaba ternura.

Jungwoon aplaudió a modo de festejo, dejando un tierno beso en los labios de su gran chico, haciendo que su pequeña sonrisa temblara un poco, en señal de que para el próximo beso su sonrisa sería la de idiota enamorado. Acomodando sus prendas, peinando sus cabellos detrás de su oreja y sentándose correctamente, el peliazul movió su mirada de su novio hacia los restantes en la mesa.

— Entonces lo haré, pero debo advertir que realmente disfruto de contar esto. Posiblemente me emocione un poco de más, pero comprendan que aquél fue el mejor día de mi vida —expresó con entusiasmo, contagiando su tierna sonrisa a todos—. Así que prepárense babies, porque esto se va a poner intenso —y parecía que iba a serlo, porque dejó su comida en segundo plano. El pelinegro sabía perfectamente que su novio solo haría aquello para algo de suma importancia. De «verdadera» importancia, cómo lo era esa situación.

— Fue en noviembre de 2019, como ya les mencioné antes, soy profesor de danza de Daniel. El día aquél teníamos un importante acto, una presentación para la que ensayamos durante meses. Al ser tan importante, todos los estudiantes invitaron a alguien de suma importancia —explicó con detalle, no quería sólo llegar al punto, necesitaba explicar todo por completo.

El novio de JayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora