Luego de que el segundo mayor recuperara su estabilidad, no continuaron con el tema y lo cambiaron completamente. Ahora todos estaban limpiando la cocina y el comedor, ayudando al dueño de casa con el orden. Aunque los únicos que quedaron al final, fueron Sunghoon y Jungwoon, quienes estaban lavando los trastes. Este último casi golpeó al más bajito por milímetros para que lo dejara ayudar. El de rulos se estaba negando completamente, hasta que una lamparita se encendió en su cabeza iluminando una nueva idea, por lo que finalmente aceptó. Se creía el más capacitado para aquella charla de suma importancia, nadie podría hacerlo como él.
— Sabe... —comenzó con su plan luego de haber intercambiado un sin fin de palabras con el peliazul, encontrando aquel momento justo para hacerlo. El mayor emitió un sonido para indicarle que lo oía, estaba concentrado en secar los platos, pero sus oídos estaban puestos en él—. No sé si hyung le haya mencionado de ello, pero creo que me veo en la necesidad de advertirle. Usted y Jay hyung hacen una bonita pareja, no quiero que nadie ajeno se interponga en ella.
— Primero, no es necesaria tanta formalidad conmigo, Sunghoon-ssi, puedes tutearme, incluso puedes llamarme hyung si deseas —aclaró antes de que el menor prosiguiera—. Y segundo, eso es adorable y por la manera en la que hablas, me parece interesante, así que voy a oírte por completo antes de hablar —y el menor asintió con su cabeza, sintiendo agradable poder tratar con confianza a su mayor.
— Está bien, entonces, hyung —dijo aquello con una ligera sonrisa, provocando una risa nasal en Jungwoon—. Yo tampoco quiero sonar como un entrometido, pero sería bueno comentárselo —agregó antes de continuar—; hace tiempo, quizás un año y un poco más, Jay hyung consiguió una, uhm... ¿Admiradora? Es una chica de nuestra facultad, desde que conoció a Jay no ha dejado de estar cerca de él cuando tiene el tiempo. Ella es amable y hasta agradable, pero a veces es un poco... —se pausó, buscando la palabra correcta definir a la muchacha—, un poco intensa —definió luego de encontrarla—. A lo que voy, es que ella de verdad está súper enculada con Jay hyung, y no dudo en que al enterarse de la relación de ustedes dos, buscará la manera de entrometerse y crear problemas. Él no le presta atención, pero su intensidad es demasiada y bueno...
Aquél dato, -chisme, más bien-, hizo reír a Jungwoon. Oh, claro que sabía acerca de esa chica, conocía su nombre, edad y rostro perfectamente; Shin Ryu Jin. Su novio se había encargado de hacerlo saber mucho antes de que su relación comenzara. Aún recuerda con gracia aquella conversación que tuvo con Jay en una salida amistosa, que no fue tan amistosa. El alto no tuvo pelos en la lengua al hablar de la chica, comentándole lo fastidiosa que se le hacía esta y su coqueteo totalmente indiscreto. Jay claramente no estaba interesado en ella y se lo hizo saber múltiples de veces, pero esta parecía ser más terca que una mula y seguía intentando conquistar el ya ocupado corazón de Park Jay.
— Oh, Sunghoon-ssi, claro que lo sé —agregó finalmente, sonriendo—, hablas de Shin Ryu Jin ¿verdad? —Sunghoon asintió varias veces con su cabeza, desordenando sus rulos por lo brusco que había sido—. Sí, la conozco, Gigi me habló de ella antes de que siquiera comenzáramos a salir.
— Oh, ¿sí lo hizo? —pronunció con una "o" formada en sus labios—. Genial entonces, supongo que estás preparado para cualquier cosa que esa atrevida pueda llegar a causar ¿no? —el mayor rió.
— Claro que sí, para Jay siempre estoy preparado. No dejaré que ninguna atrevida rompe hogares se meta en mi relación —formó un puño con su mano, alzándolo en un gesto de fuerza, haciendo reír al contrario. Iba en serio, les costó mucho poder construir aquella relación junto a su novio, no iba a permitir algo así—. Pero dime, ¿hay alguna otra admiradora o admirador que tiene sus ojitos en mi novio?
— Hasta donde sé, no, hyung. Quizás haya alguno que otro por ahí, pero Ryu Jin es la única que fue capaz de acercarse a él. Aún me sorprende que no haya tenido miedo a su cara de pocos amigos. La primera vez que lo vi, a mí sí me lo dio —agregó con una risa, contagiándosela al contrario.
— Y dime, ¿tú tienes algún admirador? —cuestionó el mayor alzando sus cejas sugestivamente, robándole un sonrojo a Sunghoon—, ¡oh! ¿eso quiere decir que sí? —molestó con una sonrisa, el menor negó—. Uhm, entonces... ¿es que tú eres el admirador secreto de alguien? —preguntó ahora, logrando que su contrario se sonrojara aún más.
¡Bingo! Pobre Sunghoon, ahora sería él quien fuera sometido a un interrogatorio.
— ¿Es alguien de tu facultad? —preguntó y el otro negó. Por alguna razón, parecía que el gato le había comido la lengua, aunque aquél gato tenía lindos ojos de gatito y peliazul—. Uhm, entonces, ¿es alguien de tus amigos? —supo que había acertado cuando escuchó la risita tímida de Sunghoon—. ¿Yeji? ¿Arin? —comenzó a nombrarlos, buscando algún cambio en su rostro y cuerpo.
Con el nombre de las chicas fue totalmente indiferente. "Hueningkai", "Soobin" pero nuevamente se mostró indiferente.
— ¿Jay...? —preguntó Jungwoon en un tono bajo y casi aterrado, pero el menor al oír el nombre de su amigo negó apresuradamente.
— Oh, ¡no, hyung, por favor! —chilló haciendo una mueca de asco.
— Está bien, Sunghoon-ssi. Pero esa mueca no era necesaria ¿sabes? Mi novio es muy lindo y no me sorprendería que te gustase —habló casi ofendido, Sunghoon riendo apenado. En un susurro continuó:—. Entonces es Sunoo, ¿cierto? —preguntó finalmente y sonrió malicioso cuando el sonrojo del contrario volvió a sus mejillas, mientras asentía lentamente con la cabeza.
— S-Sí... —comentó en tono bajito, acercándose más al mayor. Por alguna razón, este le transmitía completa confianza, así que no temía en contarle su secreto más íntimo—. Él me gusta desde hace mucho tiempo, pero nunca pude decírselo. Me da terror pensar que por ello, se aleje de mí y por lo mismo, de nuestro grupo de amigos. Él es bisexual, por lo que sé que hay una pequeñísima oportunidad para mí. Pero no quiero arriesgarme, nunca recibí algún tipo de señal de su parte y tampoco quiero perderlo...
— Oh, lo entiendo —murmuró ahora Jungwoon, con una mueca rara en su rostro—. Pero, ¿realmente nunca te dio una señal? ¿o eres tú quién nunca las notó? —cuestionó ahora, Sunghoon lo miró extrañado—. ¿Acaso nunca notaste cómo espera tu atención? Me gusta observar mucho y llegué a pensar que estaba enganchado por ti. No es por ilusionarte, pero no creo que seria malo tomar el riesgo de declararte ¿comprendes? Quizás te encuentres con una sorpresa... —sugirió, dejando a su menor pensando en silencio hasta que nuevamente habló;—. Pero si no quieres arriesgarte del todo, solo hazle saber que te interesa sin decírselo directamente ¿sabes a lo que me refiero?
— Uhm, sí. Creo que sí, hyung —respondió dudoso, pero tenía una idea en mente.
— Inténtalo para ver si te rechaza o no, tal vez así puedas encontrar qué hacer con seguridad. Sólo si deseas, si no quieres declararte y mantener todo en secreto como siempre lo hiciste, está bien Hoonie—el nombrado sonrió por aquél nuevo apodo—. Después de todo son tus sentimientos y tú sabrás cómo manejarlos, yo sólo te aconsejo por si deseas ayuda.
— Sí, Jung- —no pudo continuar sus palabras porque el rey de Roma acababa de entrar a la cocina, cortándole la respiración al preguntar:
— Oh, ¿te gusta alguien, hyung? —sus palabras retumbaron en los oídos del llamado hyung. Los grandes ojos de Sunoo estaban sobre él, sin saber si reflejaban curiosidad o decepción. Dos emociones totalmente diferentes, pero no podía leerla.
Yeonjun miró al par, más centrándose en el chico de rulos, que de repente se había congelado en su lugar sin saber qué responder. Creyó que debía ayudar, por lo que estuvo a punto de hablar, pero Sunghoon lo hizo primero.
— Sí, me gustas tú —soltó tan repentinamente que Sunoo no fue el único sorprendido, el peliazul también.
El menor de todos se sonrojó fuertemente, con sus lindos ojos llenos de sorpresa y poniéndose tímido totalmente. El mayor ya se sentía sobrar, por lo que en silencio salió de la cocina, haciéndoles señales de ánimo a Sunghoon.
Suerte, susurró. Quizás la necesitaría. ¡Ánimo, Sunghoon-ssi, fighting!
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El novio de Jay
FanfictionJAYWON: ִֶָ Nadie podía creer que aquél cariñoso peliazul, podría ser el novio de Jay, un bastardo sin corazón. • Está historia no me pertenece, todos los créditos a © _cries_in_yoontae quien me permitió adaptarla