EL PRIMER PASO

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La cena había terminado, pero todos se encontraban aún sentados, compartiendo alguna que otra anécdota y continuando con el interrogatorio que poco a poco se volvía menos denso. Era denso para Jay, el que se sentía un tanto fastidiado ante tantas preguntas entrometidas sobre su relación y su lindo novio. Pero Jungwoon respondía a todas amablemente y con una sonrisa, obviando los detalles que creía innecesarios de mencionar. De lo que Jay se encontraba agradecido.

— ¿Quién fue el que propuso ser novios? —preguntó curiosa Arin, aunque la respuesta fuera obvia, quizás pudiera llevarse una grata sorpresa.

Una ligera sonrisa apareció en los labios del pelinegro, la que no fue desapercibida por nadie. Tampoco la suave risa de Jungwoon, quién se calló por primera vez para dejar que el más alto hablara.

— Puede que no se lo esperen, pero lo hice yo —respondió Jay, con cierto tono de orgullo, el que hizo que su novio riera con ternura. Un "oh~" se escapó de los labios de todos, que resultaron sorprendidos.

El mayor no solía dar el primer paso, no estaba en su naturaleza. Él esperaba a que las cosas llegaran, nunca las buscaba, no se encontraba en la necesidad de hacerlo. Si algo no llegaba, una razón había y quizás no era lo que él precisaba. Querían creer que era porque Jay creía en el destino y no porque era demasiado inseguro para dar el primer paso, o quizás era perezoso.

— Normalmente... —continuó hablando Jay luego de notar como su grupo de amigos buscaban saber más, pero sin animarse a preguntar. Vaya chismosos—, no soy de dar el primer paso. Uhm, me da ¿inseguridad? —balbuceó con incomodidad.

Todos en la mesa hicieron silencio, esperando pacientemente a que el alto hablara, dejando que lo hiciera a su tiempo. Conocían perfectamente a su amigo, sabían lo complicado que era para él poder expresarse y ahora lo estaba haciendo por su cuenta propia, no debían hacer nada más que esperarlo.

— No lo sé, simplemente no puedo hacerlo —expresó; su mirada vacilando, esta se perdió debajo de la mesa donde la cálida mano de Jungwoon tomó la suya, sonrió en pequeño ante esto—. Pero con Jungwoon fue diferente ¿saben? Con él me siento con la suficiente confianza para poder expresarme, supongo que es su personalidad y el hecho de que siempre se mostró totalmente interesado en mí lo que ayudó en eso. Yo sabía que Jungwoonie me gustaba, y que era correspondido, pero nunca hice algo para mostrarlo realmente, entonces pensé ¿por qué no ser yo quién lo proponga? Él siempre hizo todo lo lindo, si no fuera por él, nunca hubiéramos avanzado y creí que era mi turno hacer algo por nosotros. Hyung hizo mucho... Entonces, bueno, le pedí ser mi novio.

El grupo de amigos miraba enternecido a la pareja que repentinamente había creado su propia burbuja. La mano de Jungwoon acariciaba tiernamente el rostro del más alto, quién aún lo tenía bajo, pareciendo jugar con sus manos unidas en la mesa. Los dejaron ser, porque podían notar el ligero temblor en el cuerpo de Jay. Quizás ellos no entendían del todo qué sucedía, pero el peliazul lo hacía perfectamente.

Si bien Jay no solía expresarse, en su relación no había ningún secreto y con el tiempo aprendieron a conocerse, el menor debía admitir que aquello era gracias a Jungwoon, quien por el bien de ambos casi rogó por tener una comunicación sana. Sucedió un invierno, no sólo era inverno por la estación; en aquellas fechas su noviazgo estaba en sus peores momentos, casi pendiendo de un hilo. Fue difícil, el hecho de que Jay fuera tan cerrado generaba de vez en cuando algunos problemas, Jungwoon no sabía comprenderlo y él no sabía expresarse. Pero a pesar de costarle, Jungwoon conocía a su novio y por más que quisiera que lo hiciera, no iba a dar el primer paso para solucionar lo que sea que estuviera pasando entre ellos. Entonces, volvió a ser él quién tomó la iniciativa, ama mucho a su novio y no quería perderlo por aquello.

Esa tarde, Jungwoon se sentó frente a Jay, con una taza de café con leche para el menor, quién lo aceptó gustoso. Segundos después comenzó aquella extensa charla que logró que su relación avanzara. Para poder comprenderlo, necesitaba saber qué sucedía por la cabeza de Jay, debía conocer sus inseguridades y temores, conocer porqué actuaba de aquella manera para ser él quien pudiera adaptarse y ayudarlo a abrirse. Debía conocer su pasado correctamente para entender a su lindo novio, y así no perderlo.

Fue costoso para Jay hacerlo, pero habló, le contó todo lo que sentía que le pesaba, desde las pequeñas a las más grandes de sus inseguridades. El pelinegro en aquél entonces, estaba lleno de inseguridades que su primera y última relación había provocado. En el pasado, Jay amó locamente, entregó todo de él, sus mejores sentimientos fueron entregados en bandeja de oro, eran puros. Su amor fue tan puro que terminó siendo ingenuo. Se aprovecharon de él y rompieron su blandito corazón; su primer amor fue doloroso, dejándolo con miles de inseguridades que hasta el día de hoy lo atormentaban.

Jungwoon escuchó a su menor con atención, abrazándolo fuertemente cuando los sollozos de temor hacían temblar su cuerpo, apoyándolo y dejando que se tomara su tiempo para hablar. Le dolía, ardía y enfurecía saber que su gran gatito había sido lastimado cruelmente. ¿Cómo podían lastimar a alguien tan puro? No lo comprendía, pero ahora estaba él. Jungwoon había llegado a su vida para regresarle todo el amor que alguna vez Jay había entregado, para sanar su corazoncito y demostrarle que se merecía todo el amor del mundo. Jungwoon llegó a su vida para amarlo de verdad.

Luego de aquél día, su relación fue creciendo aún más. Ahora que Jungwoon sabía acerca de sus temores y la causa de estos, buscaba la manera de ayudar a su novio para que se sintiera en confianza, para que pudiera expresarse y así ambos solucionaran cualquier problema que enfrentasen, como la pareja que era. Le llevó tiempo, pero logró que Jay confiara en él y el día de hoy, podía expresarse un poco más abiertamente, ya sin él tener que insistirle a hablar.

Volviendo al presente, los amigos de Jay dieron por terminada la sección de preguntas sobre la pareja y Jungwoon . Creyeron suficiente todo al oír las palabras de su mejor amigo, dejándolos casi con la boca abierta. Jay habló sobre sus sentimientos, admitió sentirse inseguro y a su vez, logró demostrar lo tan enamorado y seguro que se sentía junto al peliazul de labios bonitos. Sus palabras fueron suficientes para que todos supieran que, efectivamente y sin errores, Jungwoon era todo lo que Jay necesitaba. Y estaban realmente felices por él.

Aunque otro problema, o quizás persona, llegó a la mente de todos. Pero habría tiempo para encargarse de ello.

El novio de JayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora